Así lo advirtió un científico del Observatorio Astronómico de San Petersburgo, en Rusia, quien afirmó que, más que la actividad humana, son los ciclos solares los que modifican el clima global, y que tras los calores extremos que hemos vivido viene una etapa de mucho frío.
El 2005 fue el año más caluroso de la historia moderna, es decir, desde finales del siglo XIX, cuando se comenzó a registrar la temperatura de la superficie del planeta. Las altas temperaturas que se registraron en el mundo durante el año recién pasado - algo que realmente preocupó a los científicos - lograron superar a las que se produjeron en 1998 como consecuencia del fenómeno de "El Niño", debido a que la zona ártica registró más calor de lo normal.
La NASA mantiene registros confiables de las temperaturas de la superficie desde finales del siglo XIX, que actualmente obtiene gracias a mediciones de laboratorios en tierra y cálculos desde satélites de las condiciones en el mar.
Este resultado confirmó la fuerte tendencia que existe del calentamiento de la Tierra. Y es que - según datos de la NASA - desde mediados de la década de 1970, la temperatura del planeta se ha elevado en 0,6 grados centígrados, mientras que en todo el siglo XX la subida fue de 0,8 grados.
Cinco de los años más calurosos en el último siglo ocurrieron en los últimos ocho años. Lidera la lista el año 2005, seguido de 1998, 2002, 2003 y 2004. En 1998 tuvo lugar el fenómeno atmosférico de "El Niño", que consiste en un calentamiento de las aguas del Pacífico, lo que elevó la temperatura en todo el planeta.
El calentamiento actual se produce en todo el planeta, pero está más acentuado en las altas latitudes del hemisferio norte. La mayoría de los científicos cree que este fenómeno es debido a la emisión de gases que producen el llamado "efecto invernadero", como dióxido de carbono, metano y ozono.
No obstante lo anterior, en el año 2012 llegaría una nueva "mini era del hielo", que duraría hasta mediados de este siglo, y no sería precisamente el hombre el causante de este fenómeno.
Khabibulló Abdusamatov, un científico del Observatorio Astronómico de San Petersburgo, uno de los más importantes de Rusia, advirtió de esta nueva era del hielo y sostuvo que, más que la actividad humana, son los ciclos solares los que modifican el clima global. Dijo que tras los extremos calores vendrá una etapa de mucho frío en apenas seis años: por ahora las temperaturas no descenderán hasta el año 2012 cuando empice el período de frío.
Y aquí entran en juego los ciclos solares. El investigador explicó que en el siglo pasado el aumento de las radiaciones solares trajo un calentamiento de la corteza terrestre que ahora estaría llegando a su término.
En seis años el sol comenzará un nuevo ciclo, pero esta vez con una actividad reducida que concluirá entre el 2035 y el 2045, cuando las radiaciones de nuestra estrella lleguen a los valores mínimos para luego volver a subir.
En el pasado la Tierra ya vivió estos ciclos, más precisamente entre 1645 y 1705. Las consecuencias directas se sintieron en América Central y sobre todo en Europa, donde los holandeses vieron cómo sus aguas se congelaron.
Algo de historia... la Pequeña Era del Hielo
Durante aproximadamente quinientos años, específicamente entre 1350 y 1850, casi todo el mundo experimentó temperaturas más frías y climas mucho más inhóspitos de lo usual. A esta época se le conoce como La Pequeña Era de Hielo.
Durante La Pequeña Era de Hielo, el promedio total de las temperaturas era de 1-1,5 grados centígrados más frías de lo que son hoy. Las temperaturas más frías se dieron a causa de una combinación de menor actividad solar y grandes erupciones volcánicas. El enfriamiento hizo que los glaciares avanzaran, y que los árboles dejaran de crecer. El ganado y las cosechas murieron, y los humanos sufrieron hambrunas y enfermedades.
Pero la Pequeña Era de Hielo no fue una "verdadera" era de hielo porque no se enfrió lo suficientemente como para hacer que las capas de hielo se expandieran. El enfriamiento afectó áreas alrededor de todo el mundo, pero los registros que se tienen muestran cómo este cambio afectó la vida cotidiana de Europa. A continuación, te damos algunos ejemplos de lo que sucedió:
- Los cazadores de pieles reportaron que el sur de la bahía de Hudson permaneció congelada por lo menos tres semanas más cada primavera.
- Los pescadores reportaron grandes cantidades de hielo marino en el Atlántico norte.
- Los británicos vieron esquimales remando sus canoas desde la costa de Inglaterra.
- La pérdida de cosechas y de ganado causó hambrunas y enfermedades en varias regiones de Europa.
- Según los registros de los anillos de los árboles, los inviernos se hicieron más largos.
- El clima húmedo generó enfermedades que afectaron a personas, animales y cosechas, incluyendo la plaga bubónica (también conocida como Muerte Negra), que mató a más de un tercio de las personas en Europa.
- Las granjas y pueblos en Europa del norte estaban desiertas, ya que las cosechas daban muy poco alimento. Durante los inviernos más fuertes, el pan debía ser hecho de las cortezas de los árboles, ya que no había cosecha de granos.
- Cosechas limitadas y ganado enfermo implicaron hambrunas en regiones al norte y al este de Europa. A diferencia de hoy, en esa época no había manera de transportar los alimentos alrededor del mundo hacia regiones en donde las cosechas habían fallado.