BP enfrenta otra dura semana pese a avances contención derrame

Foto Reuters: Los esfuerzos por contener el derrame de un pozo petrolero submarino en el Golfo de...
lunes 7 de junio, 02:15 AM
Por Anna Driver y Michael Peltier
VENICE/PLAYA PENSACOLA, EEUU (Reuters) - BP enfrenta otra semana difícil de complicadas preguntas de investigadores y legisladores de Estados Unidos, a pesar de haber logrado avances en la contención del derrame de crudo que fluye desde un pozo dañado en el fondo del Golfo de México.
El presidente Barack Obama también deberá enfrentar las críticas de que no se ha asumido un liderazgo lo suficientemente fuerte a la hora de abordar el mayor desastre ambiental de Estados Unidos, que el lunes suma 49 días.
"Hemos tenido muchas pruebas en el último año y medio", dijo Obama durante una recepción en Washington. "Ahora tenemos hermanos y hermanas en la costa del Golfo que están pasando por un momento increíblemente difícil", declaró.
"Quiero enfatizar nuevamente que vamos a hacer todo lo que podamos en las semanas, meses y años que vienen para corregir las cosas", sostuvo Obama.
El domingo, BP dijo que su tapa de contención ha capturado 10.500 barriles de crudo (1,67 millones de litros) en 24 horas, y que un segundo sistema debería estar instalado pronto, permitiendo desviar la amplia mayoría del crudo que sale desde la filtración a unos 1,6 kilómetros bajo la superficie del mar.
Los avances durante el fin de semana se dieron mientras el presidente ejecutivo de la compañía, Tony Hayward, insistió en que no tiene planes de renunciar por su manejo del desastre ambiental, marcado por una serie de fracasos desde la explosión de una plataforma petrolera el 20 de abril que desató la tragedia.
Thad Allen, el almirante de la Guardia Costera que dirige los esfuerzos federales, estimó que la recolección máxima del aparato era de unos 15.000 barriles de petróleo al día. Estimaciones sostienen que la filtración del pozo está lanzando entre 12.000 y 19.000 barriles de crudo al día.
A pesar de los avances, parte del crudo seguirá filtrándose a la superficie al menos hasta agosto, cuando BP espera interceptar el canal pozo para llenarlo de lodo y cemento para cerrarlo y detener definitivamente la fuga.
"INSULTO A LA NATURALEZA"
La extensión del impacto ambiental del derrame se está volviendo visible gradualmente.
"Sencillamente está mal", dijo David Yarnold, director ejecutivo de la organización sin fines de lucro Fondo de Defensa Ambiental, luego de recorrer la Bahía Barataria de Luisiana en bote el domingo.
"El agua no debe parecerse a la gasolina, y no debería tener grandes grumos de crudo en ella", afirmó, describiendo la capa aceitosa y las grandes piscinas de crudo pegajoso color óxido que vio en el agua. "Simplemente es un insulto a la naturaleza", declaró.
Mientras BP intenta desviar más y más crudo desde el pozo, también intentará contener su pesadilla de relaciones públicas.
Ejecutivos de Transocean Ltd, Halliburton y Anadarko Petroleum Corp -actores principales en el mayor derrame de petróleo en la historia de Estados Unidos- se presentarán el lunes en una conferencia sobre energía en Nueva York, presionados para explicar cómo ocurrió el desastre y discutir sus ramificaciones.
Transocean operaba la plataforma que se incendió y se hundió en el Golfo de México, Halliburton cimentó las obras y Anadarko es propietaria de un 25 por ciento del pozo.
EL miércoles, BP entrega su revisión estadística anual.
Esta semana también habrá tres audiencias de varias comisiones del Congreso de Estados Unidos -dos en Luisiana el lunes y miércoles, y una en Washington el jueves- en la que se analizará el manejo de la crisis por parte de BP.
El representante Edward Markey, presidente de la subcomisión de energía y medioambiente de la Cámara de Representantes, pidió el domingo a BP más detalles sobre cuánto petróleo se ha filtrado.
En una carta a la compañía, Markey dijo que esa información es necesaria, "para determinar la responsabilidad financiera de BP en términos de multas, las que podrían llegar a los 4.300 dólares por barril".
ENERGIAS ALTERNATIVAS
El Gobierno de Obama ha postergado sus planes para aumentar los pozos en las costas como resultado del derrame. La crisis ha puesto a Obama a la defensiva y ha distraido a su equipo de su agenda nacional -una nueva política de energía, una reforma a Wall Street y fortalecer la economía de Estados Unidos.
Obama quiere utilizar el enfado del público por imágenes de playas y zonas de pesca contaminadas para presionar para el desarrollo más rápido de fuentes de energía alternativas.
El senador demócrata John Kerry dijo que los legisladores y Obama deberían presionar para hacer avanzar esa política. "Aquí está lo importante (...) para poner a Estados Unidos en camino a una real independencia energética y confianza en sí mismo , para comenzar a abandonar nuestra adicción al petróleo", dijo Kerry al programa "This Week" de ABC.
Pero el senador republicano John Cornyn dijo que su partido se opone al amplio proyecto de energía que apoyan los demócratas.
El petróleo comenzó a filtrarse desde el pozo después de una explosión en la plataforma que mató a 11 trabajadores. BP enfrenta una investigación criminal, demandas, una decreciente confianza de los inversores y preguntas sobre su valor crediticio. Sus acciones han perdido cerca de un tercio de su valor desde que la crisis comenzó.
BP dijo que ha gastado 1.000 millones de dólares en el derrame y ha prometido pagar todos los reclamos legítimos de quienes hayan sido afectados por el desastre.
Después de contaminar los pantanos que sirven como refugios a la vida salvaje en Luisiana y las islas frente a las costas de Misisipi y Alabama, la marea negra de crudo se dirige a las famosas playas blancas de Florida, donde la industria del turismo genera casi un millón de empleos.
Un tercio de las aguas federales del Golfo de México, unos 202.582 kilómetros cuadrados, permanecen cerrados a la pesca y está aumentando la cifra de aves y animales marinos muertos o heridos, incluidos tortugas y delfines.
(Reporte adicional de Bruce Nichols en Houston, Tom Brown en Miami, Jeff Mason en Kenner, Louisiana, Kelli Dugan en Orange Beach, Alabama, Sarah Irwin en Buras, Luisiana, Jane Ross en Pensacola y Lisa Lambert en Washington; Escrito por Mark Egan; Editado en español por Ricardo Figueroa)