Según antiguos autores, de Aristóteles en adelante, un meteorito del tamaño de la "carga de un carro" se estrelló en el norte de Grecia en algún momento entre 466 y 468 a.C. (antes de Cristo). El impacto agitó a la población local y la roca se convirtió en una atracción turística durante 500 años.
Los informes describen un cometa en el cielo cuando el meteorito cayó. Este ha recibido poca atención, pero el momento corresponde a un paso esperado del cometa Halley, que es visible desde la Tierra cada 75 años aproximadamente.
El filósofo Daniel Graham y el astrónomo Eric Hintz de la Universidad Brigham Young en Provo, Utah, modelaron el camino que el cometa Halley habría tomado, y lo compararon con antiguas descripciones del cometa. Por ejemplo, se decía que el cometa fue visible durante 75 días, acompañado por vientos y estrellas fugaces, y estando en el cielo oeste cuando cayó el meteorito.
Los investigadores muestran que el cometa Halley habría sido visible durante un máximo de 82 días entre el 4 de junio y el 25 de agosto del 466 a.C. A partir del 18 de julio en adelante, una época del año en esta región caracterizada por fuertes vientos, estaba en el cielo oeste. Por esa época, la Tierra se movía bajo la cola del cometa, por lo que su campo de escombros se convirtió en estrellas fugaces.
Nada de esto prueba la identidad del cometa, pero Graham dice que tales avistamientos de grandes cometas son raros, por lo que el Halley debe ser un "fuerte candidato". Anteriormente, el primer avistamiento conocido del Halley fue hecho por astrónomos chinos en el 240 a.C. Si Graham y Hintz están en lo correcto, los griegos lo vieron en tres órbitas y más de dos siglos antes.
El análisis de los investigadores revela que este momento fue un punto de inflexión crucial en la historia de la astronomía. Plutarco escribió en el siglo I d.C. (después de Cristo) que un joven astrónomo llamado Anaxágoras predijo la caída del meteorito a la Tierra, lo que ha intrigado a los historiadores debido a que estos eventos son esencialmente sucesos aleatorios.
Después de estudiar lo que se dijo acerca de Anaxágoras, Graham llega a la conclusión de que debe ser reconocido como "la estrella de la temprana astronomía griega". En lugar de la predicción de un meteorito en particular, reconoce que Anaxágoras hizo una declaración general de que las rocas pueden caer desde el cielo.
En ese momento, dice Graham, se pensaba que los cuerpos celestes como la Luna y los planetas eran objetos de fuego y más ligeros que el aire. Pero después de observar un eclipse solar en 478 a.C., Anaxágoras llegó a la conclusión de que eran cuerpos rocosos y pesados, sostenidos por una fuerza centrífuga. Esto implicaba que los eclipses solares se produjeran cuando la Luna bloqueaba la luz del Sol. También significaba que si salían de su posición, una roca podría golpear a la Tierra.
"Cuando el meteorito cayó, nadie pudo negarlo", dice Graham. "El titular fue 'Anaxagoras tenía razón'".
¿Jugó algún papel el cometa Halley? Siempre cabe la posibilidad de que el cometa pueda haber empujado un asteroide cercano a la Tierra desde su curso y lo enviara a precipitarse en el norte de Grecia. A partir de ese punto, la idea de rocas en el cielo fue aceptada, y los griegos tuvieron una nueva comprensión del cosmos.
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