Supongo que la misma clase de conversación está ocurriendo O ES NECESARIO QUE OCURRA por todo el mundo. Este es el Despertar Mundial del Planeta Tierra. Está ocurriendo mientras hablamos. El momento en que una buena parte de la humanidad se pone de pie, justo en medio de nuestras vidas colectivas, ocupadas, y declara: “Esto no es. Esto no es lo que vine a hacer aquí.”
Ya seamos ricos o pobres, famosos o desconocidos, solitarios o rodeados de amigos y ocupaciones, no importa. Todos ansiamos la pasión. Anhelamos la alegría. Ansiamos conocer AL AMADO.(1)
El Amado es algo así como una figura arquetípica en la sociedad, muchas veces simbolizada como una persona -un amante o compañero, quizá- como en el poema. Pero él, ella o ello puede ser mucho más. ¡Ella es más que un sentimiento, aunque nunca pueda ser menos! El Sentimiento Profundo tiene mucho que ver con Encontrar Al Amado.
El poema continúa:
“¿Qué necesitas?”, pregunta ella. “¿Qué debes tener para no morir? Cuando hayas respondido esa pregunta comenzarás a estar vivo.”
Una Razón de Ser
Entre nosotros hay quienes, en algún momento en la vida, llegan a la conclusión de que se han convertido en “hacedores humanos” en lugar de “seres humanos”. Así que saltamos fuera de la rueda del hámster, encontramos la manera de salir de nuestro laberinto y aprendemos de qué trata la vida realmente. Asistimos a seminarios, caminamos por el fuego, viajamos por el país, vivimos en comunidad, meditamos, fumamos marihuana, meditamos un poco más, hicimos el amor, dormimos cantamos, bailamos y generalmente nos dispusimos a escribir nuestra versión sumamente personalizada de “La Modalidad del Guerrero Pacífico”.
O tal vez llegamos a Jesús, nos sentamos con Buda, comprendimos el Tao, aprendimos de Ramtha, o saltamos hacia cualquiera de los cientos de otras expresiones sistemáticas de “iluminación” para poder convertirnos en lo que esperábamos convertirnos.
Idealmente, muchas veces se supone que tarde o temprano “encontraremos a alguien”, nos casaremos y nos estableceremos. Ya sea que esa persona constituya el verdadero amor o no, las expectativas de la sociedad respecto a él o ella debe ser tratada, justo hasta el punto donde ya no podamos hacerlo más. Entonces, quizá, se verterán algunas lágrimas.
Todos los caminos mencionados finalmente llevan a uno, personalizado, en el Momento del Ahora. Y ahora, muchos años después, nos encontramos aquí, todavía encarnados en 3D, realizados lindamente como SERES humanos, preguntándonos qué sigue. “¿Y qué?, ¿ahora qué?” se ha convertido en el dicho colectivo. SABEMOS que hemos EXPERIMENTADO muchas cosas. ¿Y ahora qué?
Alguien lo puso bastante sucintamente: “Después de la iluminación, a lavar la ropa.”
El poema continúa:
“Lo tuyo se ha vuelto rancio e inadecuado. Con todas sus complejidades y sus emergencias, con todas sus elucubraciones acerca del tiempo y provisión, NO ES SUFICIENTE. ¿Y cómo habría de serlo alguna vez? Ustedes no son ESTO. Podrían evaporar los cimientos mismos sobre los que están, dejando sólo cenizas como su tarjeta de visita. El de ustedes es un ámbito que se profundiza, que es más extenso.”
Ah, ahora sí. ¿Pero DE QUÉ estamos hablando? Todos queremos conocerlo, conocerla, conocer eso: El Amado. Nuestro amor, nuestro Sentimiento de Familia, nuestro Señor y Salvador, nuestra Misión de Vida, y sobre todo, nuestra fuente para el asombro y la maravilla que una vez vivió en el corazón de nuestro propio Niño Mágico.
Mi amigo me dice que él está en el negocio de la construcción de barcos. Luego se ríe y aclara: relación, amistad, compañerismo, camaradería. Ha recorrido todo lo de su realización personal: sabe cómo tocar, cómo descansar, cómo crear, y, como tantos otros, él también se pregunta: “¿Y ahora, qué?”
Un Ave Grande y Gloriosa
Luego de escribir el poema mencionado más arriba, escribí otro, dos años después. Da una visión más profunda del el Amado y más percepción de mis propias ansias secretas acerca del amor y de la vida:
“La pasión es un ave grande y gloriosa deslizándose por el cielo nocturno. Encaramado sobre sus alas, miras la ciudad abajo a lo lejos y sonríes. Las personas, cómodas todas en sus carnales moradas te mirarán con respeto y admiración. Estar apasionado es olvidar el tiempo, olvidar la limitación. Es estar libre de vacilaciones, disparando derecho y seguro, sin apuntar. Conocer la pasión es dar sin reservas del depósito que nunca se agota, que nunca dice que no, es cristalino y moldeado a la eternidad.”
¡Oh, sí! Bueno, por supuesto. Todos queremos eso, ¿no?
El Amado solo se puede encontrar EN EL MOMENTO, cuando ustedes, o ustedes y alguien más, o ustedes y un grupo de personas, están disponibles para el contacto. Moisés, de pie en un prado al pie del Monte Sinaí, pastoreando su rebaño, repentinamente alza la mirada y ve un arbusto que arde y no es consumido por el fuego. Se aparta y escala la montaña para poder “ver esa vista grandiosa.”
¡Hay una frase clave si alguna vez vi una! “Un arbusto que arde y sin embargo no es consumido por el fuego.” Estamos hablando de la PASIÓN otra vez, ¿no es cierto? ¡La transformación del fuego interno! ¿Se acuerdan de aquellos tipos, allá por los años 60, que tomaban LSD y saltaban de los balcones en las salas de concierto porque creían que podían volar? ¿Quién dice que no lo hicieron? Sus cuerpos se estrellaron contra el suelo, por supuesto, pero ¿el cuerpo es todo lo que somos? Quizá había partes de ellos que tomaron vuelo y nunca miraron atrás.
Escondites Secretos de Amor y Poder
A menos que alguno de ustedes piense que me volví completamente loco o que tengo un negocio paralelo vendiendo iluminación farmacológica, es mejor que lo sepan, aunque soy un veterano bona fide de los años 60, un cantante de folk y todo eso, en gran parte soy “virgen en drogas”. Por alguna razón, esas cosas nunca me atrajeron. Mis amigos a veces dicen: “Daniel, ya estás bastante allá afuera sin las drogas.” Yo sonrío, porque eso es lo que solía decir Salvador Dalí acerca de sí mismo. Decía: “Yo no me drogo. ¡YO SOY las drogas!”
Bueno, drogas, mmm..., quizá el chocolate. ¡Sí! Esa es otra historia. El otro día vi unas placas en un auto que pertenecía a una mujer de más de 50 años: “¡Denme chocolate y nadie saldrá herido.” Pensé que eso era muy bueno hasta que vi uno mejor: “Tengo más de 50 y todavía soy ardiente, sólo que ahora llega en oleadas.”
Cierta vez los discípulos se acercaron a Jesús mientras estaba enseñando y sanando entre el gentío y le dijeron: “Maestro, ¿cuál fue la última vez que comiste?” Jesús les dijo: “Tengo alimento para comer del que ustedes no saben nada.” ¡Ajá! Obviamente, se encontró con El Amado.
Charlie Rich nos cantó alguna vez: “Cuando estamos detrás de puertas cerradas, entonces ella se suelta el cabello y me hace sentir feliz de ser hombre.” ¡Guau! Parece que se encontró con El Amado también. George Frederick Handel terminó las últimas notas del “Coro del Aleluya” y gritó: “¡He visto a Dios!” Oh, sí, creo que encontró a El Amado.
De modo que ¿qué es este “Amado”? ¿Es divinidad, religión, sexo, arte, filosofía, éxtasis, romance eterno? ¡Sí, sí y más sí! Puede y será cualquier cosa y todo lo que necesite alguien -EN EL MOMENTO- y también puede partir tan rápido como llegó. Esta mañana, durante nuestra conversación, yo estaba meciéndome y rodando de alegría y entonces mi amigo dijo: “Están llegando mis invitados. Me tengo que ir.” Cuando colgamos, todavía sentía una calidez que se mantuvo durante horas.
Aunque lo quiero muchísimo y disfruto enormemente cada vez que hablamos o nos reunimos, no equiparo totalmente a mi amigo con El Amado. Aunque estuve casado durante diez años, tuve algunos momentos increíblemente plenos y dos hijos maravillosos, tampoco equiparo siempre esas relaciones con El Amado. Cada nueva persona que conozco o abrazo se convierte en parte de El Amado y, sí, hubo momentos en mi vida cuando definitivamente dije: “Es este. ¡Definitivamente es Este!” Pero todo es parte de El, ¿no es cierto? ¿Incluyéndome a mí?
En el mundo de la poesía, prosa y otras formas de arte, se refieren a la aparición de la inspiración sublime como a una “Visita”. Cuando llega la “musa”, uno debe dejar lo que está haciendo (si uno sabe lo que es bueno para uno), y ponerse a escribir de inmediato, de lo contrario, el momento pasa de largo. Hay un “escondite secreto” de amor y poder que se les ofrece a los que se hacen tiempo para Encontrar al Amado.
Pero la “visitación” no sólo está reservada para los pintores, compositores y escritores. Julia Cameron, en sus famosos libros sobre “La Modalidad del Artista” ha señalado que vivir es una forma de “arte” en sí misma y que todas las personas que viven en la Tierra pueden ser artistas si eligen serlo. El ojo del artista y la modalidad del artista se pueden traducir en todas las partes de la vida. Cada uno de nosotros es una tela sobre la cual un “Pintor Universal” está creando una obra de arte. Somos tanto el Amante como el Amado, el Observador y el Observado, el Buscador y el Buscado. Y todo está justo ahí, en el Ojo del Espectador.