El presidente de Irán, Mahmoud Ahmadineyad, provocó un escándalo internacional y despertó la ira de las usinas sionistas al afirmar que EEUU se encuentra detrás de los atentados del 11 de septiembre de 2001. Afirmó que algunos sectores dentro del gobierno de EEUU orquestaron los ataques (de 2001) con el objetivo de revertir su declive económico, mejorar su posición en Medio Oriente y salvar al régimen sionista de Israel.
Las afirmaciones de Ahmadineyad provocaron el jueves el retiro de varias delegaciones occidentales del pleno de la Asamblea General de Naciones Unidas.
La mayoría de la gente cree que el Gobierno de Estados Unidos estuvo detrás de los ataques del 11 de septiembre de 2001, afirmó mientras la delegación estadounidense abandonara el recinto en protesta.
En su discurso ante la Asamblea General, Ahmadineyad señaló que principalmente eran miembros del Gobierno estadounidense los que creían que "extremistas islámicos de Al Qaeda" fueron los que llevaron a cabo los atentados suicidas contra el World Trade Center en Nueva York y el Pentágono en Washington.
Otra teoría, explicó Ahmadineyad, sostiene que "hay algunos segmentos dentro del Gobierno estadounidense que orquestaron el ataque para revertir el declive de la economía de su país, y su control sobre Oriente Próximo, con tal de salvar al régimen sionista".
Como en los últimos años, las delegaciones de EEUU, de los 27 miembros de la Unión Europea y de otros países abandonaron la sala poco después de que Ahmadineyad hiciera las declaraciones.
El portavoz de la Casa Blanca Bill Burton dijo que el presidente Barack Obama pensaba que los comentarios eran "totalmente indignantes y ofensivos, especialmente en la ciudad donde ocurrieron los ataques del 11 de septiembre".
Ahmadineyad dijo que algunas pruebas que podrían respaldar teorías alternativas habían sido "tapadas", como pasaportes encontrados entre los escombros y una grabación de vídeo de un individuo desconocido que había estado "involucrado en acuerdos petroleros con algunos funcionarios estadounidenses".
Como ocurrió en años anteriores, el presidente iraní usó el estrado de la Asamblea General para referirse a otro archienemigo de su país, Israel, y para defender el derecho de su país a desarrollar un programa nuclear que las potencias occidentales temen esté destinado a producir armas.
Ahmadineyad afirmó además que "la mayoría de los ciudadanos de EE.UU., así como de las naciones y los políticos en el mundo, están de acuerdo con esta visión" sobre los ataques contra Washington y Nueva York, en los que murieron cerca de 3.000 personas. Las usinas sionistas y sus representantes calificaron de "viles teorías" y de "diatriba" el discurso del presidente de Irán.
"En vez de representar las aspiraciones y la buena voluntad de los iraníes, Ahmadineyad ha elegido una vez más difundir sus viles teorías de la conspiración y sus comentarios antisemitas que son tan repugnantes e ilusorios como predecibles", señaló el portavoz de la misión de EEUU ante la ONU, Mark Kornblau.
Ahmadineyad pareció no inmutarse con las criticas y las protestas que generaron sus palabras, y continuó con su ofensiva contra Israel y el sionismo.
La acusación implícita de Ahmadineyad de que EEUU pudiera haber tenido participación en los ataques del 11-S indignó y ofendió al presidente Barack Obama, señaló un alto funcionario estadounidense que pidió el anonimato.
"El presidente halló los comentarios indignantes y ofensivos, en particular dado lo cerca que estamos de la 'Zona Cero'", dijo el funcionario en la sede de la ONU, cercana al lugar donde se erigían las torres gemelas de Nueva York, derrumbadas por los ataques del 11 de septiembre de 2001, que dejaron unos 3.000 muertos en EEUU.
El presidente iraní dijo que el año próximo su país organizará una conferencia sobre terrorismo y que 2011 debe ser el año del desarme nuclear.
El líder iraní reiteró que su país no está buscando fabricar armas nucleares y dijo que algunos miembros del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas "equiparan la energía nuclear con las bombas atómicas".
El presidente de Irán consideró inadmisible e insultante la quema del Corán en EEUU, asimismo presentó su versión de los atentados del 11 de septiembre en Nueva York.
"Hace poco el mundo ha visto un acto asqueroso y antihumano, la quema del Corán. El Corán es un libro sagrado, la reflexión de los profetas del Islam, llama a la compasión, al progreso, a la defensa de los oprimidos y la resistencia contra los agresores. Quemaron el Corán para quemar la verdad, pero es imposible quemarla", dijo Ahmadineyad al elevar la mano con el libro sagrado de los musulmanes.
Ahmadineyad ya se ha pronunciado en contra de las nuevas negociaciones cara a cara entre el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, y el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas. |