Todo el mundo desea saber, pero pocos están dispuestos a pagar el precio.
Juvenal
Ya lo he dicho antes, la realidad no es como la pintan. La realidad es como es y lo único que requerimos para verla es tener voluntad para no dejarnos llevar por nuestros prejuicios sobre ella.
El caso que deseo presentar a la amable ciberaudiencia es el de un forista de los grupos de Google que firma como Cuauhtli de México, y el propósito de presentarlo es evidenciar sus fallas en la apreciación de la realidad y las consecuencias que le trajeron esas fallas.
Los antecedentes de nuestro amigo Cuau no son tan importantes para el caso, y creo que lo más importante es que su intención en algunos foros era promover una especie de "nueva clase" de seres humanos que él denomina "Homo Solaris". Esta promoción la hacía mediante historias fantásticas con serias deficiencias de redacción y de metodología de investigación sobre antropología y genética. También lo hacía mediante el uso de "clones" (cuentas de correo creadas por él mismo pero con nombres diferentes) quienes le llamaban "Maestro Cuauhtli", endiosaban sus aportaciones y exigían que se silenciara a todo crítico del Maestro.
Básicamente su propuesta es que esta nueva clase de hombres (ni siquiera de mujeres) se diferencia de las demás clases (Homo sapiens, Neardenthal, etc.) en que puede sostener relaciones sexuales sin eyacular durante 26 minutos o más. Claro, él le añadía flores al estilo de que el Homo Solaris "tiene la capacidad de conectarse con la Energìa del Universo", o bien que "el Homo Solaris dominarà la faz de la Tierra" porque tiene la "capacidad de encender todo su SER y tener asì la capacidad de conectarse con la Energìa que fluye en el Universo, con el Creador".
Hasta aquí no habría problema pues se observa que el maese Cuau se las gastaba con mucha imaginación, lo preocupante es que en su discurso decía cosas como que el Homo sapiens es un "modelo" de la "creación" que está loco y que hay que borrarlo para suplantarlo "por otro modelo igual pero mejorado". Aquí se encerraba una semilla de intolerancia que pronto le dió un giro a sus intervenciones.
Al final su manera de saber si uno tiene herencia genética (así como se los platico ¡genética!) de Homo solaris era mantenerse dentro de una mujer sin eyacular por 15 minutos, y realizar esta acción durante 4 días seguidos. Su cientifiquísimo corolario fue que:
Si puedes hacerlo, te felicito, tieners gen de HOMO (solaris), si no puedes, pues...
En realidad la propuesta de esta nueva especie de Homo es bastante ridícula pues como se comentó en estos foros, si eso fuese real, los actores de películas pornográficas serían los máximos exponentes de la nueva "clase" de humanos y que ellos serían nuestros nuevos dirigentes. ¡Vaya futuro de la humanidad!
Como algunos foristas (incluído su seguro servidor) expusimos las serias deficiencias de Cuauh en metodología antropológica así como escasos conocimientos de genética básica y de evolución, así como una ausencia total de lógica en sus argumentaciones, comenzó a sentirse un poco acorralado. Sus clones pedían que se nos aplicaran "correctivos ejemplares", debido a que nuestra actitud crítica "...daña a las personas y en general ... daña el Movimiento del Conocimiento Antiguo"
El caso es que recientemente el imaginativo amigo Cuauh subió al foro una nota sobre las drogas, la cual fue respondida por otro forista quien firma como Yeitekpatl (ver nota y respuesta en el soporte documental). Es evidente que la respuesta de Yeitek hacía mofa de las fallas de redacción así como de las costumbres de Cuauh. Eso quizás encolerizó a nuestro amigo, pero un detalle de la respuesta hizo que Cuauh imaginara una especie de persecución cibernética en su contra. El detalle es que, curiosamente, la respuesta a su mensaje parecía haber sido enviada 8 horas antes del mensaje original.
El mismo Cuauh le preguntó: "¿Nos puedes explicar como es que comentaste un mensaje que aún no había llegado...?". Jamás se le ocurrió que el problema de la hora de la respuesta estaba en la computadora del otro forista y no en un asunto de índole delictivo. Pero Cuauh estaba más que dispuesto a creer en su esquema paranoico haciendo caso omiso a la evidencia que indicaba que la respuesta realmente había llegado cuatro horas después de su mensaje.
Su fumada conclusión es que su cuenta de correo había sido "hackeada" por Yeitekpatl. Ésta fue la loca conclusión (y advertencia a los demás foristas) sobre lo que él supuso que había sucedido con la respuesta:
(Yeitekpatl) tiene capacidad para entrar a sus mails particulares de cualquiera de ustedes. Cuidado con ésta persona.
Y no sólo eso. Amenazó a Yeitek con ligarlo a cualquier acto de delincuencia en su contra: "...si en fecha futura a éste día se aparecen secuestradores, defraudadores o narcotraficantes por nuestras instalaciones, tus datos serán los primeros que tendrá la SIEDO como sospechoso."
Y todo porque se le criticó y porque un correo electrónico tenía una "hora" de envío un tanto rara.
Así suele ser la imaginación exacerbada de la gente cuando no desea ver la realidad, cuando esta gente se siente acorralada por las críticas a su falta de seriedad en los asuntos que trata y por sus constantes errores de lógica. La realidad es que NO hay tal clase genética de "Homo Solaris" como especie diferente de humano. La realidad es que el mensaje de Yeitek llegó unas 4 horas después del mensaje de Cuauh (pero indicando 8 horas de "adelanto").
La imaginación exacerbada de Cuauh le hacía afirmar cosas como lo del robo de cuenta de correo. Y lo demás sobre secuestros y narcos es entendible que haya salido de su prolija imaginación. Como lo de los Homos y Neandertales y Brujas y Yolandas.
El resultado es que el pobre Cuauh fue expulsado del foro. No quiso leer los mensajes que le enviamos diciéndole que todo era un mal entendido de su parte. No quiso ver la secuencia de mensajes en el foro (aunque la hora del mensaje individual marcaba las 00:10h, la hora marcada en el grupo de google era las 12:10), y por supuesto decidió dejarse llevar por el prejuicio de que todo crítico de su "Homo solaris" es una amenaza contra la paz social.
Moraleja: Inventar cuentos sobre linajes perdidos, inventar personajes que nos admiren públicamente y sobre todo hacer caso omiso de la realidad es el camino más corto al ridículo público. No es por la persona que está detrás del seudónimo Cuauhtli. Es por la forma en que esa persona se olvidó de la realidad.