Freeman, Liberación AHORA | Nadie duda a estas alturas de que el caso WikiLeaks ha conmocionado la actualidad mundial en este año 2010, impactando a través de los mass media no sólo en el área de la geopolítica, la seguridad o la geoestrategia, sino también en el seno de una sociedad planetaria que empieza a interesarse cada vez más por los entresijos y maniobras ocultas de sus políticos, jefes de estado, diplomáticos, militares y servicios secretos. Sin embargo, en lo que sí hay disparidad de opiniones -y gran polémica- es en la naturaleza real de la organización que lidera el críptico y anodino Julian Assange. ¿Es WikiLeaks un sorprendente fenómeno informativo, o más bien desinformativo (y premeditado)?
Hay una serie de hechos y detalles a tener muy en cuenta:
- Los documentos de WikiLeaks han gozado de una gran cobertura y publicidad a través de los medios de información masivos (en España, a través del diario-Bilderberg “El País”). ¿Cuándo ha ocurrido algo semejante con un auténtico proyecto de información alternativa con materiales documentales extremadamente sensibles? Suponiendo (y sólo suponiendo) que WikiLeaks fuera un proyecto de tal naturaleza (y que sus documentos fueran realmente trascendentes), una difusión así no ha sucedido NUNCA. Como se suele decir, “la primera, en la frente”.
- De entre los miles de cables y documentos “filtrados” por WikiLeaks, apenas algunos aportan algo medianamente importante que no fuera ya conocido en los círculos mejor informados de la sociedad, e incluso a nivel de las masas. Sí que ha sido interesante saber -con respecto a España- que, por ejemplo, el Gobierno Estadounidense presionó al Español -lo cual no es nada nuevo- para que sacase adelante la hoy malograda Ley Sinde (que aparentemente pretendía “sólo” eliminar webs de descargas piratas). Por lo demás, cuestiones como que Berlusconi se corre unas juergas de aupa, no se puede decir que sean el último grito en información comprometida, de alto secreto. Objetivamente hablando, WikiLeaks aporta un montón enorme de obviedades y chismes diplomáticos de poca monta, en comparación con la información de tremendo alcance que desde hace años difunden las fuentes de información libre en internet (información que, salvo raras excepciones, como Bilderberg Sitges-2010, no ha aparecido ni por asomo en los mass media).
- Respecto a un asunto verdaderamente enorme y decisivo como el de las Torres Gemelas de Nueva York, la figura de Assange toma verdaderamente ribetes negros de montaje desinformativo (o de ignorancia-credulidad supina). Cuando el diario Belfast Telegraph le preguntó sobre el tema, en julio, Assange respondió: “Estoy constantemente molesto de que la gente esté distraída por conspiraciones falsas, como el 11-S, cuando a diario proporcionamos pruebas de las conspiraciones verdaderas de la guerra o el fraude financiero masivo”. Tanto en el contenido como en la forma (mencionando la vírica y desinformativa palabra conspiraciones) la respuesta del líder de WikiLeaks nos hace a muchos preguntarnos: ¿Este hombre es tonto, o sencillamente está ejecutando muy bien su papel de auténtico cabronazo? Mi respuesta es que Assange puede estar loco, pero no es tonto…
- Sobre otro de los “secretos a voces” en la sombra de los servicios de inteligencia de los estados, como es el tema de la inteligencia extraterrestre y del fenómeno OVNI, Assange aseguró en una rueda de prensa que no revelaría nada sobre el asunto, del cual se permitió frivolizar, quitándole importancia y manifestando así su postura de no “soltar prenda”. Dicha decisión y dicha actitud, obviamente ahondan más en detrimento de la credibilidad del personaje y su organización.
- Otro hecho que llama poderosamente la atención es el enorme costo y la gran sofisticación y capacidad logística de las instalaciones de WikiLeaks en Suecia. Sólo echen una ojeada al bunker en cuestión, bajo estas líneas, para hacerse una idea de la cantidad de dinero y de requerimientos técnicos y legales de todo tipo que están detrás de semejante “guarida”, de quienes se suponen “los héroes del pueblo”, “los defensores de los desfavorecidos”, “los Robin Hoods de la Información Libre”. Si esto es algo así como “clandestino, popular y de factura propia”, ¿cómo serán entonces los bunkers de los Gobiernos y servicios de inteligencia (y los que llevan construyendo desde hace décadas en muchos países para albergar a una “selección de la población”)?
Opiniones de reconocidos investigadores
Es interesante y significativo constatar que algunos de los más prestigiosos y populares investigadores, habitualmente seguidos y citados en las fuentes y medios de información alternativa en internet, ven el caso de WikiLeaks con suma desconfianza, cuando no con inequívoco rechazo. Sin ir más lejos, Alex Jones considera todo este asunto como “el 11-s electrónico”, es decir, como una auténtica bandera falsa destinada a aplicar la censura informativa en internet “en el nombre de WikiLeaks”. También señala claramente a George Soros (personaje muy conocido de la élite global corporativa) como el financiador encubierto de la organización de Assange. Éste último, según Alex, bien podría ser un chivo expiatorio. De igual modo, el famoso CFR (Council on Foreign Relations) y la CIA estarían conectados en todo este entramado.
En una línea algo más escéptica, tanto James Corbett como James Evan Pilato han expresado con claridad que, sea WikiLeaks lo que sea, está siendo de hecho utilizado por el sistema global para eventualmente convertirse en el pretexto ideal que justifique la aplicación de los artículos de la Patriot Act (Ley Patriota, en EEUU) referentes a la censura informativa en internet (con la consabida y anhelada eliminación de las webs y blogs disidentes).
También en este sentido, y haciendo punzantes observaciones sobre el personaje de Julian Assange, su organización y la circense puesta en escena de los medios masivos, investigadores de gran peso como son Adrián Salbuchi y Daniel Estulin muestran sus serias dudas -presentando además importantes evidencias- de que estemos ante un legítimo y auténtico proyecto de esclarecimiento y develamiento del juego oculto de la élite mundial corporativa. Más bien, lo que planea en los textos, es la calificación de fraude, montaje o estafa. Pero, de todos modos, dejan la puerta abierta (no se puede descartar “el milagro”).
Conclusión provisional
Como el lector cultivado habrá podido comprobar, son muchas las evidencias, indicios y conexiones que ponen a WikiLeaks y a su líder contra las cuerdas. Sólo alguien recién llegado al mundo de la información libre -o muy ingenuo y crédulo- pondría su mano en el fuego por Julian Assange y su organización. En todo caso -y ojalá el caso sea el más positivo posible- es indudable que el Sistema Global imperante está utilizando y manejando este fenómeno conforme a sus taimados intereses, pues siempre ha hecho lo mismo con todo asunto de primera plana, ya fuera deliberadamente creado o apoyado por ellos o no.
Pero, no obstante -y de momento- yo sí que estoy encontrando algo muy positivo en todo esto: en muchos países un gran sector de la población -antes ajeno a estos temas- está despertando a la realidad de los ocultos, secretos y retorcidos movimientos, maniobras y procedimientos de sus mal llamados representantes políticos, así como de los servicios de inteligencia, los militares y el personal diplomático, sin olvidarnos de las corporaciones o multinacionales.
Numerosos ciudadanos aún hoy, destapando o redescubriendo en sí mismos su faceta más auténtica, crítica, indómita y reivindicativa, están apoyando con pasión a Assange y a su organización, pero pronto se darán cuenta de que las cosas muchas veces no son lo que parecen. Y eso ocurrirá cuando ellos , y otros tantos miles de personas, acudan -de modo creciente y acelerado- en busca de mayor información a las auténticas y formidables fuentes de información alternativa en internet, que en un arduo, silencioso y nobilísimo trabajo -no remunerado en la mayoría de los casos- llevan años publicando y difundiendo incansablemente documentos, noticias, informes y conocimientos de tal importancia, magnitud, compromiso y envergadura, que dejan a la práctica totalidad de los miles y miles de cables y documentos de Wikileaks como un enorme montón de morralla intrascendente y distractiva.
Freeman
El tiempo corre a través de WikiLeaks… ¿para iluminar al mundo, o para ensuciarlo más?
Reacciones sociales a WikiLeaks: “Anonymous”
Como reacción a la presunta “caza de brujas” impuesta a WikiLeaks y Julian Assange, en la Red está tomando mucha fuerza el movimiento “Anonymous”. Una organización sin jerarquía ni cabeza que se pueda descabezar, formada por miles de internautas anónimos de cualquier país.
Ya está dando mucho que hablar. Algunos enlaces sobre el tema:
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Hay un sinfín más de enlaces sobre este tema que ya está conmocionando a la Red. Y como es de esperar, opiniones para todos los gustos:
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- ¿Estamos ya en una “guerra informática” del pueblo contra las viejas estructuras de dominación?
- ¿Anonymous representa realmente al pueblo, o es el típico montaje tipo “problema-reacción-solución” para justificar que Internet es un sitio de salvajes incivilizados, que precisa represión y censura estatal por nuestro bien?
- Si de veras Anonymous es el pueblo anónimo, ¿qué harán los poderes para contra-atacar?, ¿cómo descabezar a quién no tiene cabeza?, ¿intentando llevar a la gente a la violencia, como siempre…?, ¿o a enfrentamientos internos, que no haya unidad?, ¿tal vez intentar prohibir Internet…?
Lo que está claro es que el tema está muy candente. Creo que las próximas semanas (y meses) pueden ser decisivas sobre cómo va a circular la información para el colectivo humano. Esto puede ser la gran oportunidad, o un batacazo importante (que no el final del juego, por supuesto). Dios nos ilumine a todos para acertar con el camino correcto.
Arturo Seguí,
Coordinador del Ágora Fractal, en Liberación AHORA