Como si se tratara de un ritual masivo de protesta de los animales del cielo y del mar (o peor aún de una misteriosa arma biológica), cientos de aves han vuelto a aparecer muertos en Kentucky y docenas más en Suecia, sumándose a los 5 mil mirlos muertos en Arkansas y cientos más en Louisiana. Además esta semana ha traído la muerte de miles de peces también en Arkansas y ahora 40 mil canrejos en Gran Bretaña. Mientras que surgen alarmas apocalítipicas y bizarras teorías de conspiración, autoridades señalan que no hay nada tan fuera de lo común en estas muertes, y que, acaso, solamente ahora los medios están notando estos hechos. Lo cierto es que las muertes de las aves no han logrado ser explicadas cabalmente.
Los cientos de pájaros muertos en las calles de Murray, Kentucky -zorzales, estorninos y mirlos- se suman a la muerte de docenas más al principio de la semana en Gilbertsville, Kentucky. El Departamento de Peces y Vida Salvaje de Kentucky no encontró envenamiento ni señales de una enfermedad en los pájaros.
En las calles de Estolomo aparecieron muertos entre 50 y 100 grajillas (ave de la familia de los cuervos), tampoco se conocen las causas de la muerte de estas aves y aún no se descarta la posibilidad de un envenenamiento.
A diferencia de la muerte de las aves en Arkansas, las aves muertas en Estocolmo o en Kentucky no se deben a fuegos artificiales, como señala la versión oficial, ya que éstos no fueron observados en estas fechas. Análisis preliminares de las aves muertas en Arkansas apuntan a que su muerte se debió al trauma, algo que según especialistas soporta la versión de que murieron debido a los fuegos artificiales de año nuevo.
Los 40 mil cangrejos aparentemente murieron de hipotermia; en el caso de los 100 mil peces muertos en el río Arkansas no se tiene la causa de muerte aún.
Como reportamos en esta nota se ha aventurado a hacer una correlación entre la muerte de las aves en el Medio Oeste de Estados Unidos y la muerte el 2 de enero del contratista y asesor del Pentágono John P. Wheeler, un experto en armas químicas y biológicas, especialmente familiarizado con el químico letal fosgeno, el cual según las lesiones internas de las aves muertas en Arkansas podría haber sido responsable de este ornitocidio. Aunque algo desaterrizada esta teoría es una de las que se manejan actualmente en medios alternativos.
Más allá del pánico apocalítico (o avecalíptico) podríamos estar viendo surgir una campaña mediática de distracción masiva o justamente de incremento estratégico del pánico para cosechas secretas de manipulación de la atención pública y del estado mental generalizado.
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Vía BBC
Vía NY Daily News