La guerra decretada por el presidente Felipe Calderón no nada más va a traer miles de muertos y jugosas ganancias para algunos, sino también una nación destruida, despoblada y rota irremediablemente, aseguró el subcomandante Marcos.
En una misiva dirigida al filósofo Luis Villoro, el líder del Ejército Zapatista de Liberación Nacional analiza el derroche monetario alrededor del combate al narcotráfico, estimando en más de 113 mil millones de pesos gastados por la actual administración federal.
“La guerra está perdida para el gobierno desde que se concibió, no como una solución a un problema de inseguridad, sino a un problema de legitimidad cuestionada, está destruyendo el último reducto que le queda a una Nación: el tejido social”, expone Marcos en la carta con la que rompe un silencio de más de dos años.
En el escrito “Las guerras del México de arriba”, el zapatisa hace énfasis en el injerencia de intereses empresariales de los EU en la problemática mexicana: “En realidad las únicas felicitaciones que ha recibido Calderón han venido del gobierno norteamericano, no hay que perder de vista que al norte del río Bravo no se otorgan ayudas, sino que se hacen inversiones, es decir, negocios”.

La guerra contra el narcotráfico en México es el nombre que se ha dado al conjunto de operativos del Estado mexicano dirigidos a eliminar el narcotráfico en ese país norteamericano. Dichas acciones dieron inicio en diciembre de 2006 y consistieron en uno de los primeros actos de Felipe Calderón Hinojosa en la Presidencia de México. La estrategia adoptada por el gobierno federal mexicano consiste principalmente en el uso de las fuerzas de seguridad —Policía Federal, Marina, Ejército— para reprimir por la fuerza a los cárteles mexicanos de tráfico de drogas ilícitas.13
Si bien las organizaciones ilícitas de tráfico de drogas existieron desde décadas atrás en México fue en los años 1990 cuando cobraron importancia debido al cese de operaciones de los cárteles colombianos de Cali y Medellín. Los cárteles mexicanos dominan actualmente la totalidad del mercado de drogas en Estados Unidos.14 Los arrestos de algunos líderes importantes de los cárteles particularmente de los de Tijuana y del Golfo, y la gran militarización del territorio mexicano han provocado una respuesta violenta por parte de las organizaciones criminales.15 16 Hasta 2010 se reportan cerca de 30,000 asesinatos ocasionadas por la guerra contra el narco, de los cuales un número importante corresponde a los asesinatos cometidos en Ciudad Juárez (Chihuahua). La estadística incluye —además de las bajas de los cuerpos armados federales y de las bandas de narcotraficantes— a civiles sin nexos con el narcotráfico, jóvenes, niños y periodistas.
La estrategia adoptada por el gobierno mexicano en su lucha contra el crimen organizado ha tenido detractores. Numerosas organizaciones civiles han reclamado que la presencia del Ejército en las calles ha coincidido con un aumento en el número de violaciones a los derechos humanos; al tiempo que la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) ha alertado sobre el aumento de quejas recibidas por esta cuestión.



Cártel de los Beltrán Leyva
Artículo principal: Cártel de los Beltrán Leyva
Los hermanos Beltrán Leyva, que estaban alineados anteriormente con el Cartel de Sinaloa, se convirtieron en aliados de Los Zetas en el 2008. Desde febrero de 2010 luchan junto con Los Zetas en contra de todos los cárteles mexicanos.
[editar]Cártel de La Familia
Artículo principal: La Familia Michoacana
La Familia Michoacana tiene su sede en Michoacán. Antiguamente, era aliado del Cártel del Golfo y Los Zetas, pero se ha escindido y se convirtió en una organización independiente. En febrero de 2010, La Familia pactó una alianza con el cártel del Golfo en contra de Los Zetas y los Beltrán Leyva. A finales de Enero del 2011, en varias comunidades de Michoacán y Guerrero, se han mandado mensajes en mantas, argumentando que La Familia se ha disuelto completamente, no existe dato o prueba alguna que compruebe su disolución actualmente.