CAPITULO 10

La entrega a Dios en completa renuncia es morir al mundo de la forma y morir al mundo de la densidad, atravesando el umbral que separa la luz y la densidad, pasando por sobre los dos aspectos para entrar por la puerta de el amor...

Ahí se deslumbrara la luz en una pequeña partícula de lo que es Dios, y cada vez mas esta se agrandara hasta llegar a ser fuente inagotable de amor refulgente y cada partícula de el cuerpo humano se transforme en energía divina y la irradiación de luz sea completa... es por eso que el estar atento para poder transformar la luz y la oscuridad en amor es de vital importancia, cuando la luz quiere transformar a la oscuridad, se crea una lucha, y del mismo modo la oscuridad quiere transformar la luz en tinieblas, en ese momento se crea una lucha de poder y esa lucha o como se quiera llamar deja la puerta cerrada al Amor... la comprensión de mis palabras es tan simple y sencilla que un niño puede comprender...

Cuando se encuentra el amor, se descubre que ya no hay que luchar, se disipa el miedo y llega la claridad, la amada claridad al corazón que se unió a la mente, esta energía crea de forma maravillosa una vibración que eleva al humano a ser libre y a SER energía divina pura manifestada... cada humano a través de su trayectoria en esta dimensión se dará cuenta de qué es lo que tiene que realizar cada vez que se ponga en contacto con su corazón...

El amor de Dios no lucha, es amor, por consecuencia su vibración es mas alta que todo lo imaginable, la mente humana se empeña en calificar el amor, se empeña en desempeñar un rol que esta lejos del amor de Dios.

Los movimientos de el juego son sutiles y solo pueden ver el juego aquellos que han despertado, mientras tanto se sigue jugando el juego hasta que se aprende a “ver” la flama de su amor y autosostenidamente cada célula, cada átomo se llene de luz creadora, es por eso que se a de trabajar el interior para estar consciente, atento, despierto, creando en amor...

Cuando no se esta atento, la energía se pierde, como cuando hay un escape de gas, por ejemplo... entonces ese gas se evapora y por lo tanto ya no se puede recuperar, hay que crear mas energía y esa energía depende solo de tu conciencia... en que se puede magnificar o perder...

Se te es entregada energía divina, para que puedas descubrir el amor de esa bella energía y así poder hacer que ésta todo lo llene, cada espacio vacío que habita en ti y a tu alrededor...

Si esta energía divina de amor cae al vacío, pierdes esa energía y cada vez es menor, ya que no es generada por ti en forma de amor, sino que es como el gas que se filtra y se diluye en el aire...

Al estar en trabajo interior esto se descubre, entonces comienza un recorrido de el camino en forma maravillosa de amor, en donde el ser se manifiesta en energía divina de amor, en cada momento y ya no se esta distraído en la mente, ni en lo exterior, la energía es tan grande que se sale de el cuerpo físico, iluminando todo alrededor, vibra de tal forma que se difumina el humano, quedando solo la luz emanada, tiene sonido, olor y color, todo vibrando en acordes de resonancia divina, toda esa luz y el amor que se emana es de Dios, a través de el cuerpo humano, que al estar consciente se deja llenar de el amor de Dios, latiendo a su ritmo armónico en compases de el universo y de el cosmos en el ser, esa luz que se divisa es solo una chispa, mas en el humano es inmensa y preciosa, tanto así que lo transforma, lo dulcifica, lo armoniza, lo afina, lo agranda y se sigue siendo amor...

(Transmitido el sábado, 10 de abril de 2010)