Elιиα // [Lαcriмe di crisтαllо] - .мαяισlleттe eмpιяe.

Elina siempre tuvo una vida normal, en donde sus padres trabajan como investigadores en el hospital. La pequeña de 5 años aburría fácilmente en el hospital, pues solamente veía a sus padres de ir de un estante a otro, tomando un libro y dejando otro. Así que solía vagar por el hospital saludando a todos alegremente–pues los conocía por estar tanto tiempo ahí- e ir a visitar a los enfermos. Era ahí donde le gustaba estar, pues le parecía asombroso el cuerpo humano y ver como curaban a los enfermos parecía magia. Estando en casa, Elina siempre salía a pasear por el bosque, jugando sola pues vivían en un lugar alejado de los demás, rodeados de naturaleza. Sin embargo, tenía un pequeño y secreto jardín dentro del bosque. A pesar de este ser un bosque espeso y “aventurero” (solía decirle asi ella), en un especifico espacio las flores más bellas y de distintos colores se encontraban. Era extraño ver que solo en esa locación se encontraban las flores ¿Por qué no crecer alrededor del bosque? No lo entendía.

Un día, al regresar de la escuela, a la pequeña que había crecido en una niña de 14 años la esperaban en casa hombres vestidos de negro; avisándoles estos que sus padres habían sido asesinados en un intento de robar la información que estos poseían sobre una investigación. Sin entender que sucedía y por qué sucedía, Elina salió corriendo, dejando atrás a los hombres que planeaban llevársela. No sabía a donde ir ni a quién acudir, llegando sin notarlo al único lugar donde se sentía a salvo, al secreto jardín. Sus piernas fallándole cayo al suelo, rompiendo en llanto. Sin embargo de repente sintió pequeñas caricias en sus manos. Al abrir los ojos se dio cuenta que plantas la consolaban (?) El secreto del jardín había sido descubierto, era ella quien daba vida al pequeño y encantador lugar. Sin darse cuenta, Elina siempre había sido una lebenmaske.

Logro sobrevivir con la ayuda de personas amables y gentiles, mas nunca se quedaba en un lugar, siempre viajaba. Ahora, a sus 18 años aun lo hace, tratando de averiguar la razón de los asesinatos de sus padres. ¿Qué era aquella importante información que ellos poseían? ¿Qué habían descubierto para haber sido asesinados? Quizás algún día lo descubriría.

Elina es una joven alegre, simpática y segura de sí misma, siempre tratando de ayudar al prójimo. Sin embargo es algo terca y obstinada, jamás permite un “no” por respuesta y siempre da lo mejor de sí. Puede llegar a enfadarse fácilmente, y cuando lo hace fuego corre por sus venas. A pesar de haber perfeccionado sus dones con la tierra y las plantas –hierba- y teniendo la habilidad de curar heridas con el agua, el fuego es quien no entra en el encuadre, lo cual siempre le ha parecido extraño. Pero a pesar de poder utilizar el fuego, Elina jamás ha podido manejarlo ni controlarlo, este simplemente aparece en situaciones de riesgo o cuando se molesta.