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♦ 「 cαяdιиαl del ғυeԍσ 」: { t r e a s u r e }
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De: MaryChain (Mensaje original) |
Enviado: 10/04/2011 04:00 |
Los pajaros cantan sobre las gruesas ramas de los pocos arboles del lugar, llenando los oidos de quienes recien comienzan a despertar y sirviendo de música de fondo. En uno de los tantos hogares donde residen los guerreros, Kanon Fujiwara se preparaba para otro día de prácticas y trabajo. Frente a un espejo arreglaba su vestido color fuego y cepillaba su cabello para amarrarlo luego en una coleta despreocupada y sencilla, comoda para ella en sus entrenamientos. Puso los zapatos y comió algunos cereales antes de despedirse de su madre, quien siempre le recordaba: 'Lucha por todos, lucha por ti. Siempre fuerte, hija' y tras un amoroso beso en la mejilla, abandonaba el hogar para dirigirse a su centro de entrenamiento designado, donde cada día practicaba unas horas antes de hacer papeleo y luego cumplir ordenes, generalmente de supervisación y mantención del orden publico y, a veces, del entrenamiento de futuros miembros del ejercito. Llegar al centro de entrenamiento, reportarse ante sus generales y comenzar la practica y el manejo de su espada, que si bien era ágil con ella, aún tenía mucho que trabajar respecto a su fuerza y su velocidad. En mitad del entrenamiento, un sub-capitan la llama a reportarse, que la requerian para una importante misión. Lavó su cara, acomodó su cabello y se dirigió a la oficina. Debía ser algo importante como para interrumpir un entrenamiento.
- Buenos días, Feuermaske Kanon Fujiwara - dijo el hombre con voz severa. - Buenos días, Capitan - respondió decidida, haciendo una reverencia.- Qué sucede, Capitan? - He decidido, por esta misión, dejarla como cabecilla de un escuadrón; sus habilidades de batalla son considerablemente buenas y requiero de ellas y su fuerte liderazgo para llevar esta misión - Todo un placer de cumplir con esta labor, Capitán. Puedo saber en qué consiste la misión? - Por supuesto - dijo, entregandole unos archivos a la mujer y sonriendo ligeramente. - Solo debo recordarle que toda participación es evaluada y considerada para el futuro. Puede retirarse. - Con permiso, Capitán - dijo, algo intrigada, tomando el documento, reverenciandose y retirandose.
Busqueda de un objeto escondido, un gran tesoro, cuya importancia radicaba en que la Familia Real del Cardinal la deseaba, y cuya dificultad era el hecho de que, tanto ladrones como guerreros de otros Cardinales la deseaban para su propio Cardinal. Debía comandar la busqueda y encontrarla antes que cualquier otra persona para ganarse el honor de tan valerosa busqueda y, quizás, ascender de rango. Algo complicado, si, pero los archivos daban suficientes indicios de que la piedra estaba dentro del Cardinal del Fuego; esperaba deseosamente así fuera y que nadie la haya encontrado, las guerras suelen estallar por simplezas importantes... O quizás la piedra no era tan simple... De todos modos, se dirigió al lugar de entrenamiento otra vez, decidida a elegir entre los guerreros a quienes le acompañarian y claro, siempre abierta a la posibilidad de que algún integrante inesperado de les uniera. Sería una busqueda divertida, si, pero jamás consideró el peligro que signicaba y que el archivo no mencionaba.
- - - - - Holi holi! Nueva aventuuuraa!! Espero, espero de corazòn que se unan C':!! Una expedición y peleas entre guerreros, que entretenido, no? Err eso, unanseee TAT -llora- Cualquiera puede presentarse ante Kanon para reclutar el escuadrón temporal de esta misión, de preferencia que sea Feuermaske, pero todos son bienvenidos; uds. busquen algun motivo para unirse o de cómo se enteraron, exploten su imaginación! y y eso! los espero ansiosamente TuT
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Su viaje había iniciado, comenzaban a cruzar lo que suponía que era un gran desierto abrazados por la noche, aminoro inconscientemente el paso del caballo para observar el paisaje tranquilo, con la suave brisa de la noche chocando contra su rostro, sin absolutamente ningún sonido que opacara el ambiente, era definitivamente el paraíso... Hasta que su hermoso silencio se vio interrumpido por su estúpido acompañante que intentaba encender la linterna que había dado la capitana, lo miro como si quisiera arrancarle la cabeza -cosa que si quería hacer- y por una razón el también la miro de esa forma. Estaba a punto de decirle algo pero el paso lento que había adquirido la capitana llamo su atención. - Creo que algo nos sigue, por favor, estén atent-- Se vieron rodeados de una especie de lobos de arena, saco inmediatamente su lanza poniéndose en guardia observando atentamente a los animales en busca de alguna debilidad o algún objeto que los pudiera ayudar. - Anthony, sujetalos! Intenten no bajar del caballo, o los atraparan sin dudar! Eso era difícil, la tormenta y los animales habían alterado a los caballos. - Tranquilo -susurro, apretando un poco sus piernas en torno al caballo esperando calmarlo un poco, uno de los lobos arremetió contra ella y le dio un fuerte golpe con su lanza alejándolo unos cuantos metros. - Tsk... Necesitamos pensar en algo...-susurro para sí misma ahora teniendo una mejor visión del lugar gracias a Hisoka. - ¡Eso es! -creo una especie de tubo de aire que envolvió el fuego que estaba creando Crawl ya se las arreglará con sus sombras obteniendo ahora un tubo de fuego que dirigió contra los animales haciéndolos volar varios metros, no era partidaria de los ataques "en equipo" pero en esta situación eran mucho más efectivos y poderosos...aunque si tenía que repetir el ataque realmente prefería hacerlo con el rubio.
opjdkfoidjs orz espero que se entendiera el ataque de Alessa, cualquier cosa preguntenme ||orz y y y fue una idea improvisada ;3; pense que seria bueno por el "trabajo en equipo" xD aunque fue con CawCaw uwu ellos se quieren en lo mas massssss profundo de su corazon
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Los lobos pudieron haber descuartizado a Yugito si no fuera por Hisoka que le extendio la mano para que subiera al caballo de el.
- ....no bajes del caballo, no los mates, se enfadarán!-- le rependio el rubio.
Yugito: Por si no te diste cuenta me derribaron de mi caballo! Que no los mate, de no haberlo hecho Tateki hubiese muerto!--le dijo.
El fuermaske hiso haparecer un espada de fuego que ajito de un lado a otro manteniendo al margen a los lobos. la fuermaske le dijo al rubio que se acercara en donde estaba el peliblanco para recoger su espada y recuperar su montura. |
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La noche del Cardinal de Fuego era hermosa: todo el lugar despejado y con poca -pero selecta- vegetación, al contrario que su cardinal; el aire muy frío contrastante con el calor abrazador que hacía apenas horas atrás... ah, pero aún no necesitaba abrigarse más, llevaba su chaqueta... Iba aún algo rezagado, cuando la chica rubia (uhm, A... Ad... orz no pudo recordar su nombre) y el pelirrojo con el que habían almorzado (Anthony era... verdad?) se le acercaron para hacerle compañía. "Acaso pretendes que te hechen del escuadrón? por que si es asi mejor ni te hubieras unido a él. Ven no te quedes atrás" 'Ah, Arcueid, no seas mala con él! Solo está asustado, el desierto da miedo de noche, no crees?' "Asustado? Pues debería ser más valiente" A-ah, no, no era nada de eso, sólo observaba algo el paisaje... o algo así quería decirles, pero sólo se limitó a negar con la cabeza (y se llama Arcueid! recordarrecordar). Se distrajo un poco al ver como Anthony trataba de encender su lámpara, dudando demasiado en acercársele y asistirlo, cuando la capitana fue deteniéndose lentamente. 'Creo que algo nos sigue, por favor, esten atent-', justo en ese instante, lobos del desierto los rodeaban. El peliblanco se tensó, mirando de reojo a los lobos. Si no les hacía nada, no tendrían por qué atacarlos, verdad...? Pero una tormenta de arena azotó a los lobos, mientras la capitana anunciaba sus órdenes. Era demasiado tarde para tratar de detenerlos, los lobos también contraatacaron, escabulléndose hábilmente por la arena, El resto del escuadrón empezaba a actuar, pero Tateki estaba casi paralizado, tomando indeciso el mango de su látigo metálico, repitiendo en su mente que no debían matarlos, no debían alterarlos más, que no logró darse cuenta de que un lobo arremetió contra él. Forcejeó por unos instantes, hasta que el lobo dejó de moverse, cayendo muerto por el ataque de la rubia. "N-no...!", apenas susurró, en shock por lo que hizo la susodicha feuermaske, y por lo que le pasó a esta luego. Al menos el chico rubio (Hisoka, verdad?) la ayudó. El lugar estaba rodeado de fuego, y eso tal vez asuste a los lobos, o haga que se sientan aún más amenazados... Tenía que hacer algo, para que más lobos no se les acerquen escondidos en la... Arena... Podía hacer algo... sólo esperaba que salga bien. Volteó con su caballo hacia donde provenían la mayoría de lobos, y enfocándose en uno que estaba por salir, elevó una de sus Cajas de Arena para atraparlo en un pilar sólido de arena, apenas logrando atrapar la mitad del cuerpo de este. Conforme con eso continuó haciendo brotar pilares sólidos desde la arena, algunos atrapando a lobos, haciendo que no puedan moverse libremente como antes en la arena al estar esta endurecida; otros pilares no contenían nada pero se mantenían erguidos, obstruyendo un poco el paso; muchos de los pilares simplemente no resistían y volvían a ser fina arena en instantes. Pero al menos logró detener algunos que estaban por atacarlos. Sólo debía mantenerlos así, hasta que el escuadrón logre estar fuera de su territorio... "A-ahora... Escapemos...! Antes de que logren liberarse...!", gritó (bajo) hacia el grupo, tratando de no perder la concentración en su ataque.
----- asdgfas al fin respondo acá ;A; no tenía idea que hacer ||orz failfailfailll
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aww me encanta! y y todos por favor no respondan hasta que vuelva, si? muchas gracias por su paciencia TvT
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Ohayo mina! les aviso desde ahora que no voy a poder postaer hasta el miercoles de la siguien te semana. Espero que no me dejen muy atras eh. |
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Kabuto no te preocupes que creo que Mary
esta de viaje asi que no creo que nos adelantemos mucho ;3 |
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"Bien hecho, Tateki! Escuadrón, retirada hacia la izquierda! Sigan a Hisoka!", ordenó con voz firme, al ver que el peliblanco comenzaba a bloquearles el paso a los lobos, poco a poco. Era la oportunidad perfecta para huir, pero no podía dejar la carroza ahí. Disminuyó la tormenta de arena qe había creado alrededor de ellos hasta hacerla nada, permitiendole el paso a los demás. "Anthony, hazte cargo de los lobos que quieran atacar al grupo junto a Tateki", ordenó, mientras ella se encargaba de amarrar la carroza al caballo. "Un placer, Capitán", masculló, irritado con la pelinegra, débil mujer! Colgándose de sus ataques para salvarse el pellejo. No le molestaría ni tardaría mucho en lanzarla como señuelo a los lobos, que se la comieran mientras huían de ahí... Lo único que se lo impedía era la hermosa mujer de la que estaba a cargo (Ah, si solo estuviera a cargo de ella de otras maneras...).Los bloques del peliblanco eran resistentes, si, al menos la mayoría, pero los que se deshacían y dejaban escapar a los lobos, pronto tenían un encuentro cercano con sus manos de sombra, las que los sujetaban de la pata y los arremetía contra algún otro lobo insistente en sus propósitos, jugaba con ellos, como lanzar una piedra contra otra. Aullaban de dolor y se escabullían en la arena, los más cobardes se asustaban y huían, otros continuaban en su caza, y volvía a atraparlos, se escaparan o no de los bloques del peliblanco. "Ah, no sabía que tenías ideas tan buenas", le dijo, sonriendole ampliamente, seductor. Le había dado tiempo suficiente a la Capitán de amarrar la carroza, y ya les estaba dando la orden de retirarse, pero guiados por ella. Era su turno de divertirse. Lanzó uno de sus cigarrillos a la arena, y rápidamente se generó una media luna frente a los lobos, que no podían cruzar, y cabalgó tranquilamente hasta colarse tras la Capitán, amarrando parte de la carroza a su caballo para ayudarla. "Tateki, retirada!", ordenó, esperando al peliblanco antes de retirarse rápidamente, cabalgando tan rápido como podía con la carroza a cuestas. Luego de algunos minutos alcanzaron al resto del grupo, quienes iban guiados por Hisoka. Sacó un pañuelo para secar sus mejillas y su frente, antes de dirigirse a su escuadrón, sin dejar de andar. "Muy buen trabajo, todos. Intenten refrescarse, solo un poco. Haremos una parada más adelante, pues los caballos se han alterado. Sigan atentos", dijo con su clásica voz comandante. Probablemene había cometido algunos errores, pero estaría más preparada para otro ataque al aprender de esta situación. Por lo demás, estaba tranquila, el equipo había reaccionado bien y con compañerismo, que era lo importante. Dio un sorbo a su botella, observando el cielo repleto de estrellas. Era un hermoso paisaje, aunque no podía distraerse. El silencio hubiera sido total de no ser por la canción que Anthony silbaba, y que extrañamente le calmaba en aquel silencio perturbador. No podía fallarle a su escuadrón ni la misión.
Tras un par e horas y sin un nuevo asalto de ninguna criatura, lograron llegar a un curioso lugar preparado para el descanso. Habían postes para amarrar los caballos, y distintas bancas donde sentarse. Era una especie de rancho, tenía un lugar de sombra incluso, pero nada más. La Capitán dio el permiso de descanso, cerca de unos 20 a 30 minutos, antes de volver a partir. Bajó de un salto el caballo, estirando sus brazos y masajeando sus propios hombros, para luego encender un cigarrillo y amarrar al caballo a un poste mientras fumaba. Siempre le había relajado fumar, y como había estado mucho tiempo sentado sobre aquella montura, decidió mantenerse de pie, dejando escapar el humo de sus labios, mirando fijamente el cielo. Era melancólico estar en medio de la nada, no? Quizás, pero no, a él le estaba aburriendo, odiaba ese silencio, odiaba no lograr charlar con nadie, odiaba no divertirse. Dirigió su mirada al resto del grupo y vio a la pelinegra; la maldecía, una y mil veces, y sentía lástima por ella, por ser tan débil. Sus ojos continuaron vagando por el grupo, mirando a la Capitan sentada con elegancia, siempre erguida y con el semblante alto, en una de las bancas, con la botella entre sus manos pero sin beber. Hisoka, el rubio, andaba cerca de ahí, al igual que la rubia, la del nombre chistoso, y un pelinegro con el que no tenía intención alguna de charlar. Ah, Tateki, le causaba tanta ternura que no podía resistirse a molestarse, y con pasos largos y una sonrisa amplia se acercó a él, dejando escurrir el humo de sus labios en dirección contraria al rostro del peliblanco. "No te aburre este silencio? Quisiera que apareciera más de esos estúpidos lobos, podría matarme del ocio", dijo, fingiendo dolor y luego mirando fijamente al peliblanco. "Parece que ya te haz acostumbrado a esto?"
Soy la peor mujer de la faz de la tierra .__. Pero al fin logré responder. Espero que aparezcan, si no me mataré, es mi culpa :[ En serio perdón.
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Lamentablemente no podía encargarse de todos los lobos él solo, pero los lobos que se lograron escapar fueron atrapados por unas manos de sombras. Volvió a ver quién era, encontrándose con Anthony. ¡Le había venido a ayudar!
"Ah, no sabía que tenías ideas tan buenas", apenas pudo prestarle atención, cuidando de que no muchos de sus pilares de arena se desmaterialicen. La diferencia de habilidades era notoria entre ambos; Tateki con problemas para mantener sus pilares erguidos, y Anthony divirtiéndose con los enemigos. En eso, Anthony lanzó algo a la arena y tranquilamente empezó a retirarse. ¿P-por qué se iba...? Aún faltaba detenerlos por un rato... Pero, al darse cuenta, los lobos no pasaban de aquel lugar. ¿Estaban detenidos...?
"Tateki, retirada!", reaccionó con la voz de la capitana, y confirmándole, cabalgó hasta ambos, saliendo de allí lo más pronto en grupo. Aquel encuentro fue cansado, verdaderamente. A pesar de no haber atacado directamente a nada, la presión por la situación de peligro realmente es agotadora. Por eso se sintió algo aliviado por el anuncio de la capitana sobre descansar un rato pronto.
Luego de un rato más de viaje al fin llegaron a un lugar de descanso en medio de esa nada, como si hubiese estado allí justo en el momento que ellos lo necesitaban. Se bajó y aseguró su caballo y exhaló ya un poco más aliviado, acariciando el lomo del animal. Era apenas el comienzo del viaje y ya fueron atacados así... Pero no hay que preocuparse mucho, ¿verdad? Si unían fuerzas de seguro podrán encontrar fácilmente aquella piedra...
...Empezaba a sentirse más animado por la aventura y el descubrimiento, que casi olvida por qué verdaderamente estaba allí. ... Suspiró nuevamente, buscando su botella de agua para beber un poco. Volvió su mirada al cielo, despejado sin ninguna nube, clima típico del desierto, tan distinto de su casa... Y pensar que estaba allí lejos por algo no correcto... Pero Valshe no se aparecía, ¿así que podía empezar a pensar que no estaba allí por su grupo...?
El olor al humo del tabaco y aquella voz que le habló llamaron su atención. Era Anthony. "No te aburre este silencio? Quisiera que apareciera más de esos estúpidos lobos, podría matarme del ocio", el pelirrojo dijo, y Tateki quedó algo indignado por ello. "Parece que ya te has acostumbrado a esto?"
"S-supongo... Y... Yo creo que es mejor que no nos encontremos con dificultades..." habló con una voz algo baja pero lo suficiente para poder ser escuchado por el pelirrojo, y tenía su rostro mirando a un costado, frunciendo levemente el ceño, En eso recordó algo, volteando hacia Crawl. "Cierto... No pude agradecerte por haberme ayudado hace un rato... Así que gracias..." inclinó levemente su cabeza en señal de agradecimiento, levemente intranquilo por no saber cómo tratar con él.
Quedó un rato en silencio, mirando al resto del grupo, uno por uno, pero sin quedar viéndolos por mucho rato. "Espero no estén muy heridos todos..." murmuró al aire.
---------------- welp, finally /o/!! continuemos esto ;U;! orz |
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El peliblanco creo varios pilares de arena solida atrapando a algunos lobos, pero algunos lograban escapar. Antony entoces ayudo a Tateki matando al resto de las bestias con unas manos de oscuridad; la seudo fuermaske recupero su katana y ataco a otros lobos, cuando el pelirojo arrojo algo al suelo que no dejaba pasar a los lobos.
De inmediato la capitan ordeno la retirada, mientras la rubia recuperaba su motura. Luego de un rato de caminar por el desierto bajo el amparo de la noche, llegaron a una especie de paradero;y escucho decir a la capitan que tomaran un descanso para despues continuar con el viaje.
Arcueid bajo de su caballo y fue a atarlo a un postel, luego busco entre sus cosas una botella de agua y se fue a descansar a un lugar un poco apartado del resto del grupo |
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Suaves huellas, acompasadas, mullidas y a la par con sus hermanas en alma.
Cerciorarse de resoluciones de un soldato, juzgarlo crecer ante adversidades... Prioridades en un Don de la mafia, pues dilucidar lo mejor para su famiglia era un ardid necesario.
Mr. Charivarí y yo habíamos desaparecido de sus osadas visiones, ocultos entre maleza y las sombras que la tarde acuciaba. Hasta que llegaron a la linde de las arboledas. El desierto y sus dunas al anochecer eran de maravilloso amparo...
Simpre y cuando lobo no seas.
Mr. Charivarí había chasqueado suavemente la lengua en señal de advertencia. Una pequeña cría de alguna camada se había detenido a observar en las sombras. Al atacarla con un ligero y astuto rayo que en un ligero desgarro su piel ensangrentó. Y pronto la camada al completo tras nuestro paso.
Sin previo aviso, alcanzamos el grupo montado a caballo y ágilmente nos resguardamos en una de las lonas atadas al caballo.
Reaparecimos después del peligro, como voces de procedencia oculta por la noche, junto a nuestro emisario.
- ¿Cuánto más se extenderá vuestro camino, mr. Gadget? - susurré, solo audible para él.
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POST FAIL LISTO! ;U;
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Se había sentado, con las piernas abiertas y apoyando un codo en una de sus rodillas, para sostener con su mano su cabeza y observar atentamente a Tateki. "S-supongo... Y... Yo creo que es mejor que no nos encontremos con dificultades..." En eso tenía algo de razón; pero no por él, sino por el bien de la Capitana. Si la mujer llegaba con un Escuadrón debilitado, su misión fracasaría. Y no quería que el Capitán de ella hiciera algo que pudiera dejar triste sus bellas manos. El peliblanco miró a otra parte, como esquivándolo. Se sintió algo irritado de que le ignorara, pero de pronto volteó hacia él y su rostro se sonrió ampliamente. "Cierto... No pude agradecerte por haberme ayudado hace un rato... Así que gracias..." "Hehe... No es nada, que clase de malvada marioneta sería si dejo morir a un compañero en el desierto? Por supuesto que no sería uno de los buenos...", dijo, con cierta ironía algunas palabras, riéndose entre dientes por las cosas que había dicho. ¿Qué otra retorcida ocasión se le presentaría para hablar e compañerismos y benevolencia en una misma oración? Nunca, había decidido que nunca.
Continuó fumando con calma, de pronto a gusto con el silencio que se había formado entre ambos. Con suerte se podía escuchar el viento soplar, y el relinchar de algunos caballos, que estaban siendo calmados por sus respectivos jinetes. "Espero no estén muy heridos todos...", dijo, como si el pensamiento se le hubiese escapado de los labios. Aburrido como estaba, no encontró nada mejor que ponerse a hablar del super Escuadrón. Su rostro aburrido, mirando a los demás cuidar su caballo; ni siquiera se dio la molestia de sacarse el cigarro de la boca para hablar, dejando que el humo escapase de entre sus labios. "El rubio estará bien, tiene fuerza, igual que la Capitán. Esos soldaditos son muy buenos entrenando gente, sabes?", masculló la última frase y miró en otra dirección. "La rubia quizás tenga alguna herida? Pero Hisoka es un buen compañero, bueno, bueno... huhuhu..." El cigarro se le cayó de la boca al reírse, y con su otro pie le lanzó arena encima, enojado. "Lo que es esa Licht, desearía se la hubieran comido los lobos. Aún podemos regresar y dársela como comida a cambio que no nos sigan, sabías eso, Tateki? Aún podemos ir...", sus palabras estaban cargadas de ira, y miró a Tateki con ojos abiertos de deseo ante la idea, queriendo que le acompañase a matar a la pelinegra. "Nunca he visto como los perros se comen su comida, estoy intrigado...", dijo, sujetando su muñeca y mirándolo con determinación. Por el rabillo del ojo pudo ver a la Capitán, que los observaba con atención, y lentamente soltó a Tateki, recuperando su postura inicial. "Ugh... Odio que me limiten. Cuando terminemos esto, podríamos alimentar a los pobres animales del desierto igual, te parece? Será realmente divertido", dijo, con una sonrisa sensual en los labios, una sonrisa que invitaba. De todos sus compañeros de Escuadrón, el peliblanco era el que más divertido le parecía, por alguna razón. Presentía que tanto silencio escondían grandes secretos, y adoraba descifrar y jugar.
Había estado meditando mucho sobre sus próximos pasos, sobre lo que había acontecido hasta ahora, sobre su Escuadrón... La botella de agua casi se le caía de las manos por la distracción, y notó que a causa de su concentración, había olvidado la sed que le había provocado la batalla y la sequía del desierto. Sacó la tapa y bebió un poco, logrando ver en una banca cercana a Anthony y Tateki, el primero intimidando en cierta forma al peliblanco; y parece que notó su mirada, pues segundos más tarde soltó su muñeca. Dio otro sorbo a la botella de agua y la guardó. Caminó en dirección a Arcueid y Alessa, quienes cuidaban a sus caballos y descansaban; principalmente para hacerles compañía en aquel inmenso desierto. "Espero no estén heridas. Si necesitan algún vendaje, en la carroza se encuentran los implementos necesarios para hacer algún tipo de curación", les informó. Hubo un pequeño silencio. Si bien había tratado con mucha gente anteriormente, el Escuadrón se había armado solo hace algunas horas, por lo que no se conocían mucho. "La Montaña Hertz no está muy lejos de aquí. Podríamos llegar al alba y evitar el calor del desierto, así que nos retiramos ahora mismo", dijo, antes de retirarse a paso calmo en dirección a la carroza, verificando que esta estuviera bien amarrada a los caballos y verificando el mapa un par de veces antes de montar su caballo.
Continuando con esto! Kasaru la espero *A* <3! A usted y todos, por fis? porfisss??? ;v;
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Suspiro mientras cepillaba al caballo, algo frustrada por perder el tiempo de esta manera, pero era necesario, los caballos estaban alterados por el reciente asalto y no seria prudente andar sobre ellos nerviosos. Observo el paisaje, apreciando el casi silencio que hubiera sido perfecto de no ser por la cancion que silbaba ese molesto hombre. Agradecio a gaia cuando se puso a hablar con el albino, aunque no sabia decir si el chico no estaba muy a gusto con entablar una conversacion con el hombre o simplemente tenia algun tipo de trastorno que lo hacia ver permanentemente nervioso e inseguro... Sin darse cuenta observo al hombre, hablaba de algo y con cada palabra sus ojos se llenaban de odio y hasta algo de... emocion? De alguna sintio que estaba hablando de ella. Fruncio el ceño deseando que los lobos aparecieran nuevamente y masticaran su horrible rostro y... - Espero no estén heridas. Si necesitan algún vendaje, en la carroza se encuentran los implementos necesarios para hacer algún tipo de curación- La voz de la capitana la saco de sus pensamientos, dejandola momentaneamente en blanco. Hubo un pequeño y hasta incomodo silencio que aprovecho para poner en orden sus pensamientos- No se preocupe, poseo magia curativa, de hecho si alguien esta herido, podria curarlo -el rostro del hombre siendo devorado por los lobos bailo en su mente- siempre y cuando este a mi alcance, claro esta -lo que para ella significaba; dejare-morir-a-ese molesto-hombre-asi -venga-suplicandome-con-gaia- La Montaña Hertz no está muy lejos de aquí. Podríamos llegar al alba y evitar el calor del desierto, así que nos retiramos ahora mismo -asintio, nuevamente la capitana la habia devuelto de sus pensamientos. Preparo sus cosas, dandole una ultima revision a todo esperando la orden de la capitana para salir finalmente.
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Un poco tarde pero aqui estoy *A*
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"Espero no estén heridas. Si necesitan algún vendaje, en la carroza se encuentran los implementos necesarios para hacer algún tipo de curación"-- dijo la capitan.
Yugito: Gracias por preocuparse, pero no hara falta usar vendajes, estoy bien-- contesto la fuermaske.
"La Montaña Hertz no está muy lejos de aquí. Podríamos llegar al alba y evitar el calor del desierto, así que nos retiramos ahora mismo", -- ordeno la peliroja
Yugito entoces se levanto y fue a desatar a su caballo, reviso que no le faltara nada; y monto su corsel esperando a la fuertaicho diera la orden de salida. La rubia estaba muy cerca de cumplir su misión. |
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Las conversaciones casuales no eran su fuerte, pero si se mantenía en el tema de lo que tenían que encontrar tal vez no le vaya tan mal... Tal vez si escuchaba y asentía no tendría que responder cuando no sabía qué decir...
"¿Cuánto más se extenderá vuestro camino, mr. Gadget?"
Ahogó cualquier ruido que iba a emitir, tratando de no sobresaltarse mucho, cambiando de posición para parecer normal, como si hubiese sido sólo un escalofrío o algún insecto, porque nadie más lo escuchó, ¿verdad...?. Pero-- Qué hacía Valshe ahí-- Por qué no lo había llamado ant-- Cómo quería que le responda en ese rato...
Trató de mantenerse interesado nuevamente en la conversación que hacía el más alto, aunque se perdió parte de los profundos deseos de dejar a la pelinegra a merced de los lobos, y ahora Anthony estaba casi sobre él con su presencia y palabras que se escuchaban agresivas y que confundían y asustaban a Tateki. "¿Eehh...?"
"Nunca he visto como los perros se comen su comida, estoy intrigado..."
"¿¡Eh..!?" Ahora estaba más aterrado; ¡¿acaso hablaba de él?! De alguna forma debía soltarse-- cómo había pasado todo esto-- y Valshe-- tantas cosas de qué preocuparse y más y más y más--
Anthony finalmente lo soltó y volvió a darle espacio, Tateki respirando más tranquilamente; qué había sido todo eso... ¿Debería también cuidarse del resto de sus compañeros también? Se esta volviendo todo demasiado estresante...
"Cuando terminemos esto, podríamos alimentar a los pobres animales del desierto igual, te parece? Será realmente divertido," Anthony dijo, y no sabía qué responder en realidad, sonriendo confundido y encogiéndose de hombros. Realmente no sabía... pero al menos así lo dejaría en paz por un rato ¿no?
Ahora, debía resolver el otro problema...
Miró hacia donde había escuchado la voz de Valshe, como quien apreciaba la vista y no buscaba nada en especial. Pero solo veía el desierto de noche, ningún rastro del Don. No podía arriesgarse a responderle en ese rato, especialmente si no lo encontraba; en un lugar tan abierto y tan silencioso cualquiera se daría cuenta, y Tateki no se sentía preparado para ese tipo de presión. Así que por el momento lo 'ignoraría'... Esperaba que no se enfade mucho, a-además, de seguro Valshe conocía el mapa mejor que ellos, y sabía cuánto les faltaba para llegar ¿verdad?
El descanso fue algo corto, pero la Capitana tenía toda la razón en aprovechar la noche fresca para atravesar el desierto, así que revisó que todo su equipaje esté bien para cuando les toque salir. ------------------------
woah creo que quedó bien lame x,d pero continuemos /o/! |
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