Yahel nació en una numerosa familia de los barrios bajos del Palacio Imperial, en el distrito de Bauer. Sus padres humildes trabajadores que cultivaban sus propias tierras, criaban animales y desarrollaban actividades en sus propias estancias. Con sus mascotas y crías de animales se llevaba muy bien, dándoles de comer, beber, haciéndole mimos, jugando con ellos, incluso fingiendo ser uno más tirándose en la tierra o corriendo por todo el campo,  y siempre tuvo con ellos un cariño mucho más especial, haciéndolo el preferido de cada criatura de la casa.

 Pero fue con sus hermanos que Yahel pudo encontrar el verdadero significado de la palabra "Felicidad" y todo lo que ella implicaba. Cuatro hermanas y cuatro hermanos, mayores y menores, que le enseñaron lo que era la complicidad, la confianza, el respeto, y todos los valores que hoy en día hacen de Yahel una marioneta tan especial. Se ve con ellos, cada vez que puede, juntándose en esas grandes mesas que su padre hizo con sus propias manos, ahora muchos de ellos están casados, incluso algunos tienen hijos, por lo que siempre acostumbran juntarse a comer gran cantidad de platos que las mujeres preparan sabiendo de por si, lo mucho que a los hombres les gusta la comida (y lo mucho que comen oo) Se reúnen para bailar, tomar, jugar a las cartas y si los días están soleados aprovechan a jugar en el patio con alguna pelota, aunque claro… Siempre los juegos terminan lastimados, sucios, cansados, y borrachos. Yahel es muy parecido a sus hermanos, en el sentido que… En general, toda su familia es igual de divertida, simpática y de buen corazón. Solo que en cuanto a fortaleza mental y emocional, Yae se hizo más poderoso debido al dolor que tuvo que pasar.  

Su color de ojos es verde y su cabello oscuro. Quizás por eso siempre le representó ese color y la ropa negra queda tan bien a su cuerpo, porque resalta su mirada; una mirada seria y penetrante, pero su rostro se suaviza cuando le acompaña la sonrisa. Amante de la lectura y los libros, el cigarrillo y el alcohol. Se le vé despistado y varias veces desorientado, pero es un Light muy responsable y con apariencia de "adulto" (el hombre tiene trinta y pico y,a lalala =w=) cuando las circunstancias lo solicita.

Él es el payaso de las fiestas, el que siempre está con una sonrisa en el rostro y parece ir de festejo en festejo. La vida misma es un festejo. Observador y detallista, fiel y divertido. La vida hizo de él un hombre increíblemente fuerte e inteligente.

Su gran amor: su tio  y maestro particular desde la primaria. Fingiendo concentración cuando su maestro se acercaba a él para corregir algún error en su cuaderno, explicándole los porque del error y enseñándole alguna posible respuesta correcta. Embobado se detenía a mirarlo cuando, debido a las altas horas que se quedaban estudiando, Yahel se quedaba a dormir en la casa de su profesor. Esas noches en las cuales no podía conciliar el sueño mientras observaba al mayor dormir cuando la luz de la luna golpeaba su rostro, serio, frio, por demás atractivo. Sus pestañas largas, sus finos labios, su rostro masculino, su cabello oscuro y suave. Su pecho subiendo y bajando con tranquilidad, semi descubierto por la camisa que se encontraba desacomodada sobre su piel.

Hasta que una noche, era “la noche”. Yahel se acercó a él besando su boca casi desesperadamente y sin experiencia. No sabía de que manera confesarle su amor, y creyó que yendo “adultamente” para mostrarle

que lo amaba, era la mejor opción. Dolorosa noche. Pero fantástica, mágica, cautivadora.

Sin embargo, al otro día, algo pasó. Algo que no estaba en los planes: Se enamoró perdidamente de un hombre que le llevaba 20 años y a quien nunca volvió a ver después de sus 18 años. Echándolo de su habitación y de su vida con un frio y determinante “Ya no vas a verme, no tengo nada que hacer contigo..." El menor, como era de esperarse no entendía que era lo que pasaba. Donde había quedado todo ese amor que supuestamente le había dado esa noche? Donde esa irrompible confianza? Donde…. “No vuelvas a verme” Repitió el mayor, tomándolo del brazo y sacándolo a la fuerza de su casa.

Fue su profesor y tío (de parte de padre), quien le hizo conocer las maravillas del amor, pero también quien le mostró el lado más oscuro del mismo. Elevándolo al cielo como un globo de helio, para hundirlo en el dolor como un pedazo de piedra en el mar.

 Después con el corazón roto Yahel siempre se vio con una sonrisa frente a la gente que le rodeaba. Pero a pesar de todo eso, el tiempo pasó y Yahel volvió a la superficie de nuevo, rodeándose de amigos, familia y personas que lo ayudaron a curar las heridas de su pasado. Ahora es, un hombre hecho y derecho, lleno de esperanzas y fe en las demás marionetas.

 Desde esos momentos, vivió solo y sin esperar el amor pero con expectativas de aferrarse a él cuando lo encontrase. Evitando, rotundamente no acordarse de ese hombre, pues si lo hacía volvería seguramente a hundirse en el profundo del mar.

 Su tiempo se resume en compartir alegrías con otros y su más grande logro es ver en los rostros ajenos una sonrisa sincera.

Simpático, amable, tímido y encantador. A diferencia de otros Light, la luz llegó a Yahel de forma lenta sin que nadie lo notara, y ahora es ser maravilloso que de donde viene, trae risas. 

Uno de sus ataques se relaciona a la luz, pero no es un ataque directo o un poder al que recurre a su discreción, esa sensación de plenitud al acrecentar las virtudes del otro, logrando su aceptación y optimizando el amor, se siente en la gente que lo rodea, porque es natural en él, no porque sea un poder invocado. Es decir, cada segundo de su vida esa habilidad se siente permanente.

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