Creado por un afamado ciéntifico y valorado como su mayor creación; por su capacidad para transformarse, habilidades y su complejo caracter; vivió a cuerpo de rey, privado de nada y con todo lo que pudiera desear... Claro, que su creación no fue del todo para el progreso en la ciencia:
competencia. Otro afamado ciéntifico, había creado otra machina que también superaría todas sus expectativas: Aster.
Valshe y Aster se convertirían en grandes rivales por el deseo de sus creadores.
De esta manera, los llevaron por todo el cardinal de la tierra y, finalmente, por los demás cardinales; para que fuesen demostrando todas sus
habilidades y utilidades a las gentes. La vida marchaba bien para ambos, las marionetas les aplaudían y alababan, pronto sus tours se hicieron
hasta famosos y anhelados por ver, y como ambos llevaban rutas distintas no hubo enfrentamientos. Valshe estaba encantado, casi eúforico,
su existencia era adorada.
Hasta que... Llegaron al Imperio.
Ambos creadores se habían reservado aquel lugar como al último de todos, y su encuentro fue lo más chocante. Con una solo mirada,
ambos cientificos decidieron que su espectaculo no iba a ser con confeti y luces aquella vez... Una pelea, solo un superviviente.
Ambas machinas se pusieron frente a frente, compartían el odio de sus amos el uno por el otro, así que se entregaron por completo a la pelea.
Desmembramientos, destrucción... Corrían por toda la ciudad, rompiendo y derruyendo edificios. Ambos eran fuertes, pero no había término
intermedio: las habilidades que Valshe poseía eran de las que carecía Aster, y a la inversa. Su combate estubo fuertemente
igualado.
Arrodillados en el suelo, uno frente al otro de nuevo, casi sin poder moverse debido a las roturas que se había provocado mutuamente; se miraron con el odio más profundo jamás visto aún siendo machinas.
Estaban decididos a acabar con el otro o destruirse en el intento.
Se medio levantarón, agarrándose a los escombros de sus lados. Para finalmente... concentrar toda la poca energía que les quedaban en un
último ataque... que sería su autodestrucción mutua.
Hasta el aire le pesaba, su visión se hacía borrosa; a medida que generaba más energía era consciente de que sería el fin de su existencia, su
corta existencia, a medida que se hacía más oscura su visión veía todo lo que había vivido... su creador; amado creador... "¿por qué...? ¿por qué me miraba ahora, irritado y decepcionado...? Hice todo lo que pude... ¡todo lo que pude! y ¿por que? ¿por qué me mira así...? ¿acaso solo fuí eso para él? ¿nunca me tuvo aprecio...? Las gentes, a las que había ayudado con mis habilidades y a los que había entretenido y fascinado... ahora me miraban expectantes, como si fuera otro expectaculo más... Algunos hasta sonreian. Ellos... que tantas horas les he saciado, que tanto me he preocupado por su bienestar, que son toda mi vida y ocupación... ¿por qué no lamentaban ni un poco todo esto...? Mi sufrimiento ¿acaso los divierte?
... No podía creerlo, una existencia dedicada a gente que no lo valoraría... ¿Por qué me engañé? solo perdí mi limitado tiempo, mi dignidad
está ahora roida por el dolor, un dolor que no se siente carnal, pero que mi manipulada alma si lo sentía... ¿por qué el sentir es doloroso?
las pocas veces que sentí... ¿y es esto lo que me llevaré en mi final?
Siento... odio...
Lo odio.
Les odio.
A las marionetas por quien me esforcé.
Al creador por el que me desviví.
Y este mundo... Pf, burda broma de mal gusto; alardeas de amor para dejar ese hueco, queda de fragancia de algo intocable, solo efímero y borroso...
Todo lo que sentí fue ilusión y ahora padezco arrepentimiento por creer en algo que nunca tuve.
Y ya acabó, todo el dolor, todas las imágenes falsas..." Enfrentaron ambos el último ataque. Creando una explosión,
la rabia de Valshe que hizó generar aún más energía, y su rival pasó por lo mismo.
"Me sorprendió, tenía más capacidad de la que creía... y parece que nuestros creadores también se sorprendieron, ya que la explosión los alcanzó a ellos y a los espectadores, ya de por sí alejados de nosotros por prudencia. Pero no les valió de nada, recibieron lo que merecían... expiaron sus pecados asi como el daño que me producieron."
Y todo se volvió negro para él. Todos esos fueron sus últimos recuerdos y pensamientos.
Tirado se encontraba, casi completamente destruido, bajo el cielo gris...