♔「 leιяes lυттeя cσlιsseυм 」♔ - .мαяισlleттe eмpιяe.

L E I R E S
L U T T E R
C O L I S S E U M

Era de noche ya en los alrededores del Palacio Imperial, el oscuro cielo floreado de estrellas que brillaban como nunca antes. Era una noche perfecta y encantadora, y la gente esperaba ansiosa a las afueras del Coliseo con su entrada en mano, deseando el momento de inicio del espectáculo: el Leires Lutter Colisseum, la gran batalla de las marionetas. Afuera del Coliseo las marionetas podían disfrutar de los puestos de cómida y los actos de algunos Bufones dispuestos especialmente para la ocasión, manteniendo divertidos a los futuros espectadores con sus ilusiones y los juegos de azar, donde eran incluidos para hacer los pequeños shows más divertidos. El Coliseo se hallaba exactamente en el centro del Imperio, y exactamente bajo el Templo del Cielo. Los más curiosos podían pasear por los callejones contiguos al Coliseo, donde habían variedad de tiendas, desde tiendas de armas y suplementos hasta bibliotecas, por si los futuros luchadores necesitaban comprar algun arma urgentemente o alguien prefería leer para matar el tiempo; los restaurantes también abundaban, pero más abundaban los juegos de azar y tiendas de articulos similares, como cartas o ajedrez. El ambiente de emoción se sentía en el aire, y todos estaban expectantes por conocer a los competidores, quienes se habían mantenido en secreto para no darle ventaja a nadie y también para hacer la batalla mucho más interesante. Probablemente sería la primera vez que se verían las caras al momento de pelear, y tendrían que ser hábiles y rápidos; era este misterio lo que más entusiasmaba a los espectadores, quienes apenas podían esperar a que comenzara el Torneo.

Estaba en uno de los camarines, dispuestos especialmente para los anfitriones, ajustando los últimos tocados a su peinado, poniendo unos prendedores con una cinta azul en ambos lados de su cabeza, sus cabellos blancos y plateados sueltos y cayendo suavemente en su espalda. Respiró profundamente y se observó al espejo, relajandose al notar que se veía acorde a la ocasión con aquel vestido azul. Estaba nerviosa y también muy ansiosa por comenzar, pero seguía sintiendose algo asustada; era el Primer evento que realizaría y además no sería en su Cardinal natal, por lo que había sido aún más cuidadosa en los detalles. Agradeció a sus padres el que hayan charlado con los Reyes Imperiales para otorgarle aquel permiso, y debía honrarlos, a ellos, los espectadores y los concursantes, con un buen Torneo a cambio. Se encontraba checando una lista con los detalles que faltaban cuando tocaron a su puerta. Se levantó para abrirla cuidadosamente, y se calmó al notar que se trataba de Oswald, acompañado de otros Wassermaske que habían sido traídos para ayudar en lo que se necesitase. Salió, cerrando cuidadosamente la puerta tras sí e hizo una ligera reverencia. "Buenas noches, Oswald. Ya está casi todo listo para comenzar", dijo suavemente y con una sonrisa al hombre.
"Buenas noches, Princesa", correspondió el saludo, usando el tono perfectamente formal y apropiado, acompañándolo de la leve reverencia que había tomado por hábito adoptar al saludarla. Gwendolyn miró a Oswald, para luego dirigirse a sus acompañantes. "Necesito, por favor, que las sillas de los anfitriones esten en el balcón que da al escenario, y que pongan los adornos del color correspondiente, segun el cardinal, en cada una de ellas, ¿de acuerdo?", le dijo a los Wassermaske, quienes con una reverencia se retiraron a su labor. Comenzó a caminar a pasos rápidos, llevando parte de su vestido en sus manos para no ensuciarlo, hacia el balcón que daba al exterior. "El Principe Nichts aún no ha llegado, tampoco la Feuertaicho Kanon Fujiwara. ¿Qué tal si tuvieron problemas en la carroza, Oswald? Estoy muy nerviosa...", dijo, calmando sus pasos, aún en dirección al balcón. "Pero estoy muy feliz... Todos están esperando... ¡Tiene que resultar perfecto!", exclamó repentinamente animada, un Wassermaske deteniendola en mitad de su camino. "Princesa Gwendolyn", dijo. haciendole una reverencia formal. "El Principe Nichts y Feuertaicho Kanon Fujiwara han llegado. Esperan por usted en la oficina principal.", dijo formalmente para luego retirarse a sus puestos de guardia y orden. "¡Han llegado, ya están aquí! El Principe del Cardinal del Fuego y la Feuertaicho... Estoy muy emocionada por conocerlos al fin", dijo alegre a Oswald; el guardaespaldas no pudo hacer más que sonreír para sí ante la evidente emoción de la princesa, siguiéndola de cerca mientras la joven apresuraba el paso a la Oficina Central, pues no quería retrasar más la entrada de las personas. Le emocionaba la idea de conocer al Principe de otro Cardinal, pues apenas conocia a algunos nobles del propio y no a alguna realeza; sería todo un placer, y debía quedar bien ante ellos. Fuera de la oficina arregló un poco su cabello, pues se pudo haber desordenado con el trote ligero y respiró profundamente para calmarse. Sus nervios aumentaban a medida que el tiempo pasaba. Tomó suavemente de la mano de Oswald, este apretándola reconfortante antes de que abrierle la puerta para entrar. Adentro se encontraban el Principe y la Feuertaicho. Hizo una reverencia a ambos, sin poder evitar la amplia sonrisa en sus labios.

"Bienvenidos, Principe Nichts, Feuertaicho Kanon Fujiwara. Soy la Princesa Gwendolyn del Cardinal del Agua y él es mi Bodyguard, Oswald", lo señaló con un suave ademán con su mano, el hombre reverenciandose ante ellos. "Muchas gracias por asistir al Torneo, estaba esperando su llegada. ¿Tuvieron un buen viaje?"
"Así es, Princesa Gwendolyn. Gracias por la invitación, estamos aquí para ayudarle en lo que necesite", dijo, tomando la mano de la mujer y besando su dorso suavemente.
"Pronto han de llegar Feuermaskes que estarán bajo sus ordenes en cuanto a tareas de orden y seguridad. Me complace estar presentando esta gran batalla, Princesa Gwendolyn", su tono de voz era firme como siempre, pero su mirada se habia suavizado y le entregó una amplia sonrisa antes de inclinar su cabeza. "Muchas gracias por el apoyo, es realmente un placer tenerlos aquí. La gente parece muy emocionada por comenzar, también", comentó alegre. "Hemos escuchado rumores de que los concursantes son luchadores realmente fuertes, ¿me equivoco?", preguntó Nichts con una sonrisa complacida. "Para nada se equivoca, Principe", lo miró y luego rió suavemente. "Son todos muy fuertes, y sé que en las batallas lo demostrarán. Ninguno dará su brazo a torcer, estoy segura". "Eso será algo muy interesante de ver, Princesa Gwendolyn."

Mientras charlaban todos se encaminaban al balcón central, el que daba al escenario donde se realizarían las batallas y donde ya estaban dispuestos los elegantes asientos con las decoraciones que había ordenado para sus invitados, los anfitriones del Torneo. "Tomen asiento, por favor. Sus nombres están inscritos en las sillas. Vuelvo en unos instantes, daremos la bienvenida al Coliseo junto con Oswald. Con permiso", dijo timida y nerviosa, dirigiendose a paso rápido con Oswald al balcón Principal de las afueras del Coliseo. "Oswald, avísale al Capitán de que prepare a los hombres en las puertas, tal como lo planeamos, y que los guardias esten todos en sus puestos si es que aún no se encuentran ahí. Ninguna persona debe llegar a este nivel", le dijo con extraña firmeza, ¿quizás imitaba el tono de sus líderes en los Wassermaskes? Probablemente... Se detuvo de pronto, mirando a Oswald realmente nerviosa y casi temblando, tomando con firmeza sus manos. "Va a salir bien, ¿verdad?...", susurró. El guardaespaldas se detuvo también, buscando con su mirada roja los ojos de Gwendolyn. "Mejor de lo que imaginas", respondió simpemente, entrelazando sus dedos, dejando de lado por unos instantes la actitud de sirviente. Si Gwendolyn necesitaba un amigo ahora, eso sería. "Trabajaste muy duro, verás que todo irá bien..." aseguró sin dudarlo, su voz queda pero firme. "...y personalmente me haré cargo de todos los detalles que falten para que todo vaya como lo planeaste". Soltó lentamente sus manos; Gwendolyn estaba más calmada, y le sonrió ampliamente. "Nos encontramos en el balcón luego, para iniciar la competencia, ¿si? Gracias, Oswald" Se separó del hombre hasta finalmente llegar al balcón, donde dos músicos con trompetas la esperaban. Apenas la vieron estas sonaron al unísono para anunciar a todos su presencia, el bullicio calmandose lentamente. Tragó saliva y subió con ayuda de uno de los músicos el pedestal. Eran muchas marionetas, más de las que podría imaginar, todas observandola expectantes. Tomó aire y habló con voz fuerte y clara. "Bienvenidos sean todos, marionetas, al Leires Lutter Colisseum. Por esta noche yo, Gwendolyn, Princesa del Cardinal del Agua, seré una de sus anfitrionas. Espero disfruten del Torneo; las puertas se están abriendo para que puedan tomar sus asientos y conocer el Coliseo antes de que la competencia comience. Esperamos disfruten y se diviertan esta noche", acabó diciendo, mucho menos nerviosa que antes, la orquesta comenzando a tocar la música que les daba la bienvenida, los puestos de comida volviendo a su labor, los Bufones continuando sus actos y las marionetas lentamente comenzando a entrar y ocupar los asientos.

¡El Torneo ha comenzado!

Tienen hasta el Viernes 10 para postear, si gustan, el ingreso de su marioneta al Coliseo y etc, pueden conocerse si gustan, pero recuerden que aún es 'secreto' quienes serán los participantes para ponerle más suspenso! Las batallas ya estan definidas, y tambien la opción ganadora; todo fue al azar y hecho con ayuda del amigo random.org.
Quiero agradecerle a Ariadne, ya que de ella y del Dragonfly tomé lo de las opciones A-B, si no, hacer este Torneo hubiera sido muchisimo más complicado. También agradecerle a Tammy que puso su confianza en mi con el torneo y que dejó a Nichts en mis manos (1313) para ser host---anfitrión <3 (?) Y eso, a disfrutar *v*!