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♠ 「 тeмplσ del cιelσ 」: [L I B R E] •Comer y Dialogar•
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Respuesta  Mensaje 1 de 8 en el tema 
De: :Doncella:  (Mensaje original) Enviado: 13/02/2013 06:16
 

Eran las 4am, de nuevo el cabello rojo ocultaba el rostro de aquella mujer. Estaba recostada sobre su espalda mientras dormida sobre una rama de un árbol; tan alto como para confundirse entre las ramas, permanecía aferrada al mango de su guadaña, imposible de ocultar el rojo de su ser entre el verde follaje que le rodeaba.

Solía dormir en cualquier lugar donde no la molestara el ruido de los demás litchs; a pesar de tener una casa (en un arbol del paraiso tambien). Le gustaba estar asi, donde no le siguieran para decirle que estaba mal vivir en el “paraíso”, donde no la acosaran con sus conceptos sociales y comunes que ella simplemente no quería entender.

La madrugada de verano era cálida, aún estaban pintadas en el firmamento las dos lunas; pero amenazaba con amanecer más temprano. Era verano definitivamente y así como los volcanes que mantenían atentos a las marionetas, esa durmiente pelirroja respiraba pesadamente con cálido aliento y sueños de fuego, llamaradas se levantaban en su mente. 

Su inexpresivo rostro no delataba nada, tan común en ella incluso mientras dormía. Apretaba cada tanto el mango de Trauring, musitando palabras en una lengua desconocida. La lengua del dragón y la lengua del viento… hablaba dormida sobre destrucciones y conflictivas discusiones con mortales perdidos en batalla que se negaban a separarse de la hoja de su arma.

Entonces la escena en su mente se volvía más clara, tan clara como esa madrugada. Un dragón marrón, de cola plana atacaba a una mujer de cabello ondulado pero solo se veía una silueta cortada en la sombra… Aparecía otra bestia, roja y de ojos esmeralda.

"-Es muy tarde, su espíritu es mio... -Decía ese dragón que sostenía ahora el cuerpo inerte de una mujer, desafiando al dragón de fuego.
-Y el tuyo sera de mi hija...-De un zarpazo, sometió al asesino en el primer esfuerzo 
-¡No!¡Lettos!."

La pelea hizo que se moviera sobre si misma, perdiendo el equilibrio y cayendo de esa rama. El golpe contra el suelo, amortiguado apenas por hojas… Se llevó la mano al rostro, sus ojos rojos se vieron en un parpadeó perezoso mientras levantaba la mirada para ver al amanecer.

Otro día de temprano inicio en el paraíso… Despeinada, bostezo sin separar muchos sus labios y se dejó caer de espaldas en las hojas de nuevo. Adolorida, vio de reojo la ubicación de su guadaña. Esta estaba clavada en el suelo, media hoja de oscura minetita oculta en la tierra y el alto mango de madera permanecía erecto. El sueño de la pelea de su padre con Trauiring, no lo recordaba pero aun así el espíritu dentro de esa guadaña se encargaba de hacerle saber cómo había muerto su madre, buscando atormentarle pero no lo lograba. La mente de esa pelirroja era indescifrable a veces.

 Habría permanecido así, a medio dormir… pero el rugido que provino de su estómago le recordó que necesitaba comer y eso era algo que le causaba dolor de cabeza. Adoraba comer pero no era muy buena consiguiendo comida. Se llevó ambas manos a la cabeza, rodando dos veces refunfuñando en ese idioma que pocos conocían.

¡NO QUIERO IR AL TEMPLO! -Refunfuño antes de chocar contra el borde de la guadaña; tirada en el suelo con hojas en el cabello, sibilina pero malcriada a la vez en el leguaje del viento. No tenia comida en su casa y su ropa sucia, aspecto descuidado y soñoliento; no era algo que los demas litchs fueran a aplaudirle al ver. Mucho menos a las 5am, cuando llegara exigiendoles alimento. 

 

 

Off Rol: Escena previa al inicio de la canción del fuego. A ver que tal va. Dudo que alguien ande por el paraiso a las 5am como para encontrarse con mi ann pero que hacer.



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Respuesta  Mensaje 2 de 8 en el tema 
De: Cherry-tan Enviado: 18/02/2013 06:17
Ah~~ ¡Qué divertida fue la fiesta anoche~~!
En el Palacio se la pasan de festival en festival, y el festival de verano no pasó por alto para Nelius, que disfrutó comiendo y bebiendo y explotando cosas con libertad hasta que empezaron a cazarlo y no tuvo más chance que salir volando de allí. Ahora volaba en su dragón recostado sobre su espalda, mirando el cielo mientras cambiaba de color por el amanecer. Los reichmaskes y windsohns lo habían perdido de vista, así que podía relajarse.


Ahora qué podría hacer~ Se hacía temprano, ¿hora de desayunar tal vez? Aunque no sentía hambre, pero comer de vez en cuando cada par de horas no caía mal~ En la próxima parada buscarían algo para comer. Que por cierto, ¿cuál era la próxima parada...?


Desganado, se giró boca abajo, asomándose por un costado para ver qué había debajo, pero antes se encontró con la gran masa de tierra flotante que obstruía el paso. Con que había llegado al Templo eh...

Nelius rió bajo, divertido y malicioso. A pesar de todos los años que tenía encima, nunca había tenido la oportunidad de pisar esa 'tierra santa'. Tampoco es que haya querido subir hasta allí, porque qué se creían esas luciérnagas para sentirse tan importantes poniéndose allá arriba como la gran cosa; si tenían algún problema que bajen ellas.

Pero ahora~ ¡ahora tenía a Dye! Ahora podía ir cuando le plazca, revolver las cosas allí, y volver a casa para la cena~

--y hablando de comida... No es una mala idea ir a la roca flotante esa para ver algo para desayunar, quitarle la poca comida que de seguro tendrían los lichts para ver si se mueren de hambre de una vez por todas. O podría encontrarse a algún licht travieso que no haya respetado sus horarios (que de seguro tenían) y podría comérselo para ver si le crecían alas y volaba~
(Aún seguía con eso... realmente no creía que fuera a suceder, pero vale la pena probar~)

Sep, sep. Sería una buena forma para cerrar el día bien~

Entonces, se sentó mejor sobre su dragón, y empezó a maniobrarlo hacia las afueras del templo para no hacer una entrada directa y dejarles una sorpresita en su patio antes de entrar, e intencionalmente aterrizaron mal, llevándose con ellos unos cuantos árboles.

El demonio vitoreó el 'perfecto' aterrizaje, y de un salto bajó del dragón metálico, empezando a buscar de entre los árboles que tumbaron algo para comer, Dyerth ayudándole con sus pasos pesados que quebraban troncos fácilmente.

"Heeeh~ ¿En serio no tienen nada?" dijo, frunciendo el ceño desmotivado. "Patéticos."

Pateó una rama por ahí y se giró hacia su dragón, apuntando con su pulgar hacia donde se encontraba el Templo. "Busquemos allá mejor, aquí no hay nada."

El dragón gruñó y bufó con su aliento más hirviente que el verano allá abajo, y así ambos cuerpos azules en medio de lo verde se abrían paso, tirando árboles por doquier.

-----------------
qué tal templo, me ha extrañado? ya no soy bien recibida? ;d

espero nos divirtamos mucho m(_ _)m

Respuesta  Mensaje 3 de 8 en el tema 
De: :Doncella: Enviado: 18/02/2013 06:54
Off Rol: Publique y olvide que no se puede editar. Que hacer conmigo, que hacer, que hacer... 
Espero entretenerle, espero, aspiro y me esforzare por ello.
Saludos.  

Respuesta  Mensaje 4 de 8 en el tema 
De: :Doncella: Enviado: 18/02/2013 08:42

Todas las mañanas tienen un modo de empezar, para aquella pseudo-inmortal todas parecían la misma. La misma en el norte, la misma en el sur, la misma. Aunque esta vez…

El ruido crujiente. El viento le aviso “Se acerca”, ella se levantó perezosamente y tomo la guadaña mientras se levantaba. Alejándose unos pasos de donde estaba para que pasara junto a ella eso que aterrizaba toscamente. Se estiro, la camiseta blancuzca-amarillenta dejo ver su ombligo y unas cicatrices en su espalda mientras se asomaban por el claro que había dejado aquello… Más abrió los ojos, apretando la mandíbula por un momento. Inexpresiva, de mirada vacía, sujeto mejor a Trauring y se acercó sin temor alguno.

-Metálico, metálico… TU metálico… -Refunfuño en esa lengua del dragón, en ese lenguaje olvidado por las marionetas e incomprendido por los mortales; ese lenguaje que había nacido con ella y que no le abandonaría al igual que la lengua del viento. Parte de ella, parte de sus padres.

El dragón metálico parecía buscar algo. La pelirroja no había visto al dueño que avanzaba adelante. Estaba más interesada en el caos andante y gigante

– Dragón, dragón… -corto un tronco que el dragón lanzaba a donde estaba ella, evitando que le golpease. El verano, el verano y su viento constante y cálido.

Avanzo, adelantándose para encarar al dragón. Subió a uno de los arboles caídos y ligera, ligera como una hoja que deja el rastro rojizo de una llama sutil a su paso, el cabello rojizo era ese rastro. Lentamente y como una aparición ajena a ese mundo, distante pero presente; era hija de una musa, habían cosas que eran imposibles de evitar y esa aura divina que se escapaba de su andar pocas veces ella misma lo notaba pero aun así lo tenía. Ese andar en el aire lentamente bajando del árbol hasta el suelo, con ese calzado gastado y esa ropa maltrecha que solía usar mientras dormía, como una criatura del bosque, como una reptil perdida. Como una carnívora criatura que ardía por dentro mientras su exterior inexpresivo era atrayente y casi delicioso a la vista.

Termino de pie, con agilidad silenciosa ante un peliazul que no había notado. Inclino el rostro, su mirada roja, roja como el fuego y un flequillo despeinado recorrieron a ese desconocido. "¿Un licht?" Pensó. Hizo crujir su cuello al estirarlo mientras le veía de lado, pensando.

No, no lo eres. ¿Qué eres? –Pregunto en lengua comprensible, curiosamente pero con voz monótona. Levanto la nariz, definitivamente el no era comida y si lo era, tendria mal saborpensó "Es un maldito... maldito"  Susurraba el viento a su oido, no le interesaba en realidad volvió a pensar, mientras enderezaba el rostro para ver el dragón a espaldas del desconocido. Podría preguntarle al dragón, pero el gruñido silencioso de su estómago de nuevo. Apoyo la guadaña en el suelo, sin intenciones de quitarse del camino; más no por evitarle que se dirigieran a algún lado. Estaba allí, esperando sin esperar. Silenciosa permaneció mirándoles, mirándoles más allá de lo que se veía; con esa mirada de fuego que invadía todos los rincones de quien se atrevía a intentar comprenderla por dentro y tan distante, como el cielo rojo de una tarde donde esa luna que tenía en el labio como lunar, se perdía.

Luego de un momento, termino levantando la mirada  en dirección al dragón; como si este le respondiera con un gesto. -Comida… -Definitivamente para ella era más coherente hablarle a esa máquina que al bípedo desconocido que estaba delante. Olfateo antes de mirar atrás; se apartó del paso para dejarle ir  y apoyo la cabeza en el mango de la guadaña.

En el templo parecían estar despertando los demás lichts. Innecesarios. Pensaba. No pensaba detener a ese maldito que tenía el olor de su padre, que tenía el olor de Trauring, que seguramente no tenía alma y tenía la edad del odio. "maldito~" El viento le susurraba esas cosas pero no le daba importancia. Ellos también tenían hambre y por lógica, si no podían ser útiles mutuamente… ¿para qué les detendría? El desorden que habían causado poco le interesaba, el caos de los arboles era algo doloroso pero no le lastimaba realmente, simplemente... lo quemaría todo y dejaría que renaciera por orden natural, quizá las llamas serian ese placer extra pero ¿quien más lo sabría? nadie, nadie más. Era una licht distinta, una de esas que tienen un incendio por dentro y que por fuera parecen un papel blanco y sin líneas.

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Piensa - Habla Lengua del dragón - Lengua del viento

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Respuesta  Mensaje 5 de 8 en el tema 
De: Cherry-tan Enviado: 21/02/2013 06:26
Dye gruñó de vuelta al escuchar algo, hostil con esa voz que lo llamaba, buscándola por todos lados. Nelius no le prestó al principio mucho caso, pero al escuchar que su dragón insistía giró hacia él, caminando de espaldas con su brazos cruzados tras su cabeza.

"Oye, oye~ Qué pasa-- ¿Encontraste algo?" Su rostro se iluminó por la idea de haber encontrado lo que sea para comer; el dragón había aprendido eso de Nel: lo que se mueva es comestible, y todo, todo, se puede comer. Pero el dragón seguía gruñendo impaciente hacia algo que llamó su atención y no podía encontrar, exhalando aliento de azufre, hasta que la tuvo en frente suyo. "¿Hm?"

Nelius giró sobre sus talones, y algo que no estaba ahí antes les bloqueaba el paso. Una niña menuda de traje tosco, y de cabello desaliñado de color rojo intenso que pareciera quemar al tacto. ¿Una chica del bosque--? Nah, nadie ni en el peor de sus juicios iría hasta ahí arriba a perderse. Lo más seguro es que sea una licht que fue a ver qué era lo que pasaba, y con lo incivilizados que son no han de saber qué es un peine o una ropa normal...

"No, no lo eres. ¿Qué eres?" Nelius no pudo evitar elevar una ceja, confundido. Ella habló sin ningún contexto, niña rara. Y sí, era demasiado rara, aún para lo raro que eran los lichts.

"... ¿Licht, verdad?" Pareciera que respondiera su pregunta, pero en realidad superpuso una suya, mirando a la pelirroja de arriba a abajo, interesado repentinamente en ella, mientras ella prestaba más atención al dragón azul. La pelirroja bajó su guadaña y no se movió más, como si ella sola fuese capaz de ser una pared lo suficientemente fuerte para detenerlos a ambos, niña ilusa. El peliazul sonreía confiado; todo se volvió más sencillo, con una licht sirviéndose para él por su cuenta~

Avanzó más hacia ella, manos en los bolsillos y sonrisa de idiota perenne, pero para la licht era como si sólo existiera el dragón en ese rato, hablandose entre gruñidos y frases incompletas y sin sentido entre ellos. En otra ocasión le hubiera molestado que lo ignoren, pero que una licht no hiciera el alboroto que usualmente hacen al solo ver a un teufel era sorprendente, y le hacía las cosas increíblemente fáciles. ¡Hasta les dio la espalda! Estaba a punto de largarse a reír a carcajadas por lo confiada que se creía la niña esta. Pero no, primero comer, luego el resto.

En lugar de seguir recto por el camino que les dejó seguir la licht, Nelius fue desviándose cuidadosamente, como si nada. En un instante, acortó la distancia entre él y la licht, y con una mano sujetó una de las manos pequeñas de ella, y con la otra la tomó del cabello que parecía quemar pero que no lo hizo. La sonrisa del demonio se extendió de oreja a oreja, mostrando dientes y luego colmillos que sin dudarlo se acercaron al cuello de la pequeña con intenciones de darle un gran mordisco.
"Provecho~" 

-----------------
a este paso responderé todos sus roles que tengan que ver con comida (?)

Respuesta  Mensaje 6 de 8 en el tema 
De: :Doncella: Enviado: 21/02/2013 17:44

 

 

Era rápido, así como el susurro de la brisa que seguía advirtiéndole pero que ella prefería seguir ignorando. No era juez de esa tierra y de ninguna. ¿Por qué hacerlo? No conocía la palabra discriminación o recriminación para con otras razas. Todos eran lo que eran y ella simplemente quería vivir en paz y en aquel momento solo quiera comer.

El tirón a su cabello, inclino atrás la cabeza y observo esos dientes que se acercaban; miro de reojo en dirección al dragón azul que parecía inquietarse más con este gesto de aquel desconocido. Había una ventaja en cuanto a tamaño y a velocidad pero era una desventaja al mismo tiempo.

El problema con los desconocidos es que subestiman a quienes no deben y creen que todos los guerreros tienen un aspecto intimidante.

-No me gusta que me toquen.

Musito con voz monótona, sin forzar la manera en que le sujetaba. Como el fuego, lentamente podría quemar un campo entero y ella tenía una manera distinta de defenderse.

Relajo su muñeca, sin temor o nerviosismo alguno y tan pequeña como para ser atrapada, se zafó como el viento colándose entre las manos de aquel desconocido hambriento. Murmuro en un suspiro, acercándose a él en lugar de alejarse; entonces su piel rozo esa dentadura demoníaca breve y provocante de manera inconsciente.

-Hueles mal…

Sin soltar la guadaña, la mano que le seguía sujetando habría sido problema si luego de eso esa palabra en un idioma susurrante y místico, un idioma tan opuesto a esos gruñidos de reptil que antes había emitido. Los árboles se mecieron en un ritmo cortado, paralizante.

Kila.

La brisa pudo hacer que ese desconocido se cayera sobre si mismo.

Esa “habilidad” de la pelirroja, era tan sutil y tan dañina a la vez. Podría derribar un gigante o simplemente hacer tropezar a una mariposa. Era un ataque y en ese momento, una defensa para escurrirse del depredador.

Su cabello, como las llamas obedientes al fuego; se movieron al ritmo de esa brisa que le separo de su atacante.

-No soy comida… -Miro al dragón azul de reojo.- No lo soy. –afirmo para que este le entendiera.

Los dragones y Ann tenían una hermandad implícita. Era la hija del dragón del caos, el que dormía y el que destruía, en su mano sostenía el contenedor del dragón de la codicia, ese dragón de tierra que en los tiempos del inicio se llamó Trauring y ahora era una guadaña la que contenía su esencia. Ann no aspiraba al respeto y en más de una ocasión había recibido ataques por esos motivos que a veces le daban “titulo” de alguna manera, pero la mayoría de las veces solo era la mujer con olor a dragón con la que se hablaba y en respeto al código de los dragones; sin agresiones no se agrede a la casta.

Se afirmó al mango de la guadaña, tomando distancia en ese brevísimo momento que el viento aun le daba. La distancia que “requería” para estar cómoda era el tamaño de su guadaña más dos pasos, exactamente dos pasos. Uno, Dos. Se detuvo.

-¿Por qué? –Le pregunto sin ofensa y sin ningún temor. Habría tratado de comérsela pero ella comprendía el mundo de manera diferente.

Soy una Litch pero no soy como ellos, tienes hambre… -señalo al dragón con la guadaña- Tiene hambre… -Apoyo el metal al suelo. Inexpresiva, no quitaba los ojos de encima de aquel desconocido.

Compartimos esa condición y ellos… -parpadeo, refiriéndose a los litchs del templo.- No querrán alimentar a un Maldito.

Le informo sin resentimiento. Entendía la condición de alimentarse cuando se requiriera y siendo un “maldito” (como ella llamaba a los teufels), su naturaleza destructiva era algo que recordaba bien. Pensó en los sueños donde su madre escapaba de los pactantes con Él, cuantas veces había huido después del destierro y cuantas veces habían tratado de comerse su esencia solo por ser lo que era, una mitad y mitad de cosas tan opuestas. Quizá por eso los Litchs le trataban al margen, nunca se sintió como una de ellos y esos enemigos natos que alarmaban con su aparición; a ella no le causaban gran resentimiento. 

*****************
Leyenda Del post anterior para la lectura de diálogos  

Piensa - Habla Lengua del dragón - Lengua del viento

Nota*: Todos los diálogos de los post siguientes y de este personaje, tienen la misma referencia de lectura.



Respuesta  Mensaje 7 de 8 en el tema 
De: ~Ariadne Enviado: 24/02/2013 02:42
Mar es el rocío de estrellas, habitantes del infinito. Mar es inmensidad.
Una profunda ola arrolladora de polvo estelar.
 
Exhalo. Mi respiración, agitada.
 
Solo vemos sus emergidos tesoros; nuestros ojos, ciegos, jamás vislumbraran la infinidad de misterios y... respuestas, que solo el mar conoce y silencia.
La verdad sea rota si se presta a salir, voladora, de entre feroces dedos en presidio de las fauces del océano.
 
Sudor, recorre mi frente y empapa mis cabellos.
 
Mas yo solo soy un humilde habitante del cielo, un navegante del viento; aquel implacable manto de azur que envuelve agora al manto marino.
Y caer... Caer y hundirme entre sus vigorosos brazos es fruto de mi razón de ser, mis ojos cegados ante su silencio. Pues mi cielo... nada alcanza a ver en la inmensidad del mar.
 
 
 
Me había despertado de sopetón. Una pesadilla, continúa, repetitiva, me había atormentado durante años: caía al mar desde un gran barco. Un barco volador. Y, con los ojos cerrados fuertemente al caer, luces fulgurantes desfilaban en la oscuridad de mis ojos en esa caída inesperadamente larga. Luces que se transformaban lentamente en figuras, figuras que me resultaban tan familiares... que dolían. Y entonces abría los ojos en medio de un basto océano, buscando esas figuras.
Pero mis ojos... eran ciegos. Estaban estirpados de sus cuencas chorreantes en sangre. Pero no veía una oscuridad azabache... veía oscuridad azul.
Me despertaba siempre en ese momento. Sin aire, con miedo y nerviosismo.
 
Y hoy no iba a ser una excepción.
 
Me levanté lentamente, con cuidado de no caerme por que no estaba seguro de sentir las piernas; era temprano aún, estaba todo a oscuras y no oía los grititos mitad agónicos y mitad imperativos de la licht capataz de más de 100kg de carne y pastel.
Tropecé con un armario y algo parecido a un cesto cayó, y de éste cosas esféricas. El holor a ajo me trajo a la cabeza los recuerdos de la noche pasada.
¡Oh, Gaia! ¡Seguía en el almacén de alimentos!
Bueno, heh. Todo el mundo tiene antojos nocturnos, ¿no? Para mí se había convertido en una rutina escaquearme por las noches, cuando todos dormían, para ir a comer algo. Luego lo limpiaba todo para que no quedaran pruebas y la capataz no me diera en la cabeza de nuevo. A mí cuarto nunca llevaba nada, ¡la muy astuta sospechaba de mí! y siempre lo registraban por si había restos de mis 'antojos'.
Ayer tuvimos un entrenamiento muy duro y había gastado bastantes de mis energías. Por esa noche, además de hambre, tenía un sueño colosal. Tanto que me debía haber quedado sopa en medio de guisantes, huuuh. Lo peor era... ¡que no había recogido nada! Estaba el suelo repleto de huesos de manzana y melocotón y de algún que otro muslo de pollo. Alcancé a encontrar el candil que utilicé para llegar hasta el almacén, prendí fuego en la vela e iluminé la habitación.
Observé mis ojos en una sarten colgada. Estaban morados, ¡así que debía estar amaneciendo!
Rápidamente reuní todas las manzanas que había volcado momentos antes, cogí una bolsa de lona pequeña y metí todos los restos en ella.
Mis ropas de dormir no podrían ocultar la bolsa, así que decidí colgarla a mis pantalones y salir corriendo antes de que me viera alguien.
Abrí la puerta del almacén mirando de un lado a otro. Y salí... no sin antes coger un par de manzanas, ¡he, he!
 
Oí un estruendo, un agudo estruendo. Parecía el sonido de varias cosas resquebrajarse y romperse... Y el sonido al caer era aún más sonoro. ¡Oh, Gaia, se iban a despertar!
Corrí por los pasillos iluminados por el sol saliente, el sonido de una puerta abrirse en el extremo al que me dirigía del pasillo me alertó de la llegada de más personas que no deberían verme.
Me giré y continué hacia atrás... ¡Pero otra puerta chirriante resonó en todo el estrecho pasillo!
¡Estaba acorralado!
 
Y entonces, la luz del sol al colarse por una ventana pareció negar mi afirmación. "¡Por la ventana...!"
 
Caí encima de una rama de árbol, me había tirado tan precipitadamente que solo la suerte me libró de la dolorosa caída. Decalzo, apoyé el pie en la rama y comencé a bajar, de rama en rama, agarrándome y volteando mi cuerpo entre ellas como si fuera un juego o un entrenamiento licht.
Me estaba comenzando a divertir cuando vi un inmenso dragón azul frente a mí.
 
- ¡Es... Es... ENORME---! - Y ahí, estuvo claro que mi diverisón de hoy sería aún mayor.
 
-----------------------------------------------------------------
:'D! me cuelo~ dije que lo haría y yo cumplo mis promesas <3~ así que, go go go equipo! (?) 

Respuesta  Mensaje 8 de 8 en el tema 
De: Cherry-tan Enviado: 07/03/2013 20:42
Usualmente en ese momento podría oler el miedo de la marioneta que estaba a punto de ser devorada, lo que hacía que tenga un sabor mucho mejor... Pero la licht esta ni sudaba.

"No me gusta que me toquen."

Una vena casi brota en su frente, su paciencia acabándose en un instante, presionando más con su mandíbula. ¡¿Qué se creía esta?! ¡Era tan solo una licht!

¿O no...?

Al estar más cerca pudo darse cuenta de un aroma distinto al usual de los lichts que no sufren las estaciones como allá abajo; una esencia más longeva que la propia, distinta a la de cualquier marioneta...

Se distrajo apenas instantes, y cuando se dio cuenta estaba en el aire, soltándo a la licht para tratar de recobrar el balance, pero no pudo hacerlo y terminó sentado en el suelo. Todo pasó tan rápido, y ahora la licht estaba con su guadaña en mano, apuntándole.

Al estar en el piso logró entenderlo, el por qué de la esencia rara de la pelirroja y el por qué de que Dye se mantenía sin hacer nada. Estirpe de dragón tenía ella (ah, con lo que se encontraba a veces~). Volteó instantes hacia el dragón azul, mirada venenosa y sonrisa de lado. ¿Acaso le tenía miedo? Dragón imbécil bueno para nada. Ah, pero no lo culpaba; en una situación parecida hubiera hecho lo mismo.

Con calma se levantó, sacudiendo su pantalón, mirandola de reojo, aún picado con ella por habérsele escapado, pero su sonrisa de oreja a oreja no se quitaba.

"Soy una Licht pero no soy como ellos, tienes hambre… Tiene hambre…"

Siguió con la mirada a donde apuntaba la guadaña, al dragón de piel de cobalto que estaba calmo y atento, como si hubiese sido domado en un instante por el mejor drachmeister cuando en realidad nunca se pudo. Y bufó leve, encogiéndose de hombros, mordiéndose la lengua para no hablar de más. Nel no tenía hambre, nunca la tenía; comía por aburrimiento, por pura gula. Dye... tal vez si, no sabía del metabolismo de los dragones (y peor con los horarios de comida todos alterados de Nel)... pero hm, tal vez sería mejor no darle de comer, como castigo por no hacer nada contra la niña dragón, sep.

Cruzó los brazos tras su cabeza, canturreando aburrido, como si fuera una lección que le obligaron a aprender. "Licht es licht, lo que sean que fueren, como teufel es teufel, sin importar lo que hagan. ¿O no es así?" levó una ceja, mirándola fijo por un rato, para luego largarse a reir entre dientes. "¡Hihi! Claro, ¡tú eres diferente, se puede ver!" exclamó, revisándola nuevamente de pies a cabeza, fijándose en la piel que dejaba ver. Si no fuera por su esencia ni se notaría la diferencia, como una marioneta más, y si tenía algún rasgo diferente pues lo escondía muy bien. Claro que Nelius no le haría ninguna discriminación por ser medio dragón medio niña, no no~ La carne de dragón debe tener un sabor excelente~

Pero olvidaría por un rato el tema de comérsela; no es que le empezaba a caer bien, si no que era mucho más razonable que el resto de lichts. Tanto así que debería dejar de ser una licht~ ¡Sí, eso debería!

"Si dices que no eres como ellos, ¿por qué mejor no vuelves abajo?" sonríe simpático y mostrando dientes, pero con intenciones escondidas. "Pasar todo el rato aquí de seguro es aburrido~ ¡Deberías volver! A tus orígenes..." Orígenes como dragón, gobernantes de la Tierra, bombas de tiempo andantes que deberían ser detonadas sobre las pobres marionetas...

Por su lado, el dragón azul volteó hacia el pequeño movimiento de ramas unos metros lejos de él, hacia el niño licht que había escapado del Templo y lo miraba emocionado. Dyerth giró un poco, extrañamente portándose calmo pese a su naturaleza destructiva, y fue acercándo su cabeza, gruñendo leve, hacia la dirección donde escuchó al niño...


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tardé demasiado, im so gomen i orz
y creo que Hayden no está tan cerca del grupo como para que Nel lo note o algo ouo;; orz


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