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♥ 「 cαяdιиαl de lα тιeяяα 」: Ignorance is (not) bliss {privado: Tateki, Teo}
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| De: Cherry-tan (Mensaje original) |
Enviado: 08/05/2012 02:38 |
 Empezaba a entrar la noche, y ambos ya habían cenado una comida ligera -pequeña porción de arroz, algo de carne y especias- que preparó Teo, ya que al parecer cocinaba mejor que el peliblanco. Ahora, Teo había ido a tomar una ducha (Tateki facilitándole toallas limpias, y ropa que seguro el otro rechazaría), mientras que el lebenmaske continuaba con su trabajo en la sala/taller; estaba viendo cómo aumentar la intensidad de su arma, y si de alguna forma podía ayudarse de la electricidad externa, como lo hacía Teo.
Por cierto, Teo había ido a visitar en la tarde, como ahora último lo hacía, donde se quedaba a observar a Tateki mientras este continuaba algo nervioso su trabajo, dormían juntos (en la misma habitación solamente! Ya había un futón al menos...), y al día siguiente Teo se volvía a ir, diciendo algo sobre no molestar de más a Tateki.
Y en esos días, el peliblanco pudo conocer un poco más sobre Teo. Pequeñas cosas, lo que podía descubrir sin preguntar mucho para no parecer muy fisgón. Y... eran cosas muy interesantes! Quién diría que sus piercings servían para canalizar los rayos que caían para aumentar la intensidad de sus ataques. O que sus ojos fueron cambiados para que pueda acercarlos y alejarlos como guste... tan genial...
Pero aparte de eso, no sabía mucho sobre Teo, sobre su persona. Empezaba a poder diferenciar un poco sus limitadas expresiones (o eso le gustaba pensar), pero su pasado, cómo llegó a ser machina...
Quería saber.
Aunque así parezca el ser más egoísta que exista, Tateki quería saber.
...pero cómo le preguntaría...?
Había quedado ensimismado en ese pensamiento que había dejado olvidado su trabajo, y Teo ya habría terminado de ducharse. Perfect timing. Solo que no estaba listo.
Quedó en un silencio algo incómodo, jugando con una pieza de metal en sus manos, pretendiendo examinarla, mientras miraba disimuladamente cómo Teo se acercaba. Tenía que preguntarle, pero cómo... Casual, casual...
"Ya...", empezó algo fuerte, tratando de tranquilizar su voz, "Ya estoy descubriendo cómo hacer que funcione...", mientras hablaba intercambiaba su mirada entre Teo y la pequeña pieza en sus manos, pulso acelerándose. "Uhm... Pero...", estaba cerca de preguntarle, y trataba de que su voz no se quiebre tanto por el nerviosismo "Pero... Cómo así... tienes los piercings...?" Cómo los hicieron, por qué están ahí? Por qué te hicieron machina...? Quería preguntarle, pero no podía, su voz huía antes de darse cuenta siquiera, quedando sin palabras, sin preguntarle...
Pero quería saber.
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y así abrimos el regreso triunfal de Kait *u*~ oh a desarrollar más la relación de estos dos u/////////u
creo que empecé algo raro ;u; orz |
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Seguía caminando por inercia, y estaba muy ansioso por que le responda, pero... no se atrevía a mirarlo directamente, aún no...
Cuando se dio cuenta de que Teo se detuvo, ya estaba un par de pasos más adelante que él, girando para verlo por completo. Por qué se detuvo? Dijo algo raro...? Temía lo peor siempre, se volvía más ansioso que antes. No sabía qué hacer, se sentía como si fuese la respuesta más importante que tenía que recibir en su vida hasta el momento, y si por alguna razón formuló mal su pregunta como para ser tomado a la ligera, entonces... No sabría qué hacer.
Pero por qué tanta presión? Por qué tanta importancia? Porque era Teo.
Era algo difícil de distinguir por la poca luz que había, pero... Teo estaba confundido? De lo poco que sabe mostrar en su rostro, y de lo poco que se podía ver, estaba demasiado claro esta vez.
"...regresar a casa... para siempre?" , él dijo, al parecer asimilando la pregunta. Tateki asintió levemente, algo confundido también por su reacción. "Sí, creo... Pero si es que ya estás viviendo en otro lado, entiendo..." Negó con sus manos en frente suyo, tratando de restarle importancia al asunto, para que Teo no se vea así de preocupado. Pero realmente quería escuchar una respuesta afirmativa de su parte... Frunció el ceño, turbado. Era realmente confuso... Trata de no apresurarlo, pero quiere que le responda ya...
Llevó una mano hasta la correa de su mochila en su hombro, y disimuladamente la apretó en su puño, para tratar de bajar su tensión, mordiendo apenas su labio inferior. Y esperó.
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sfsdfd Kait muy solicitado :$ (?)
yo, yo espero, como Tateki u//u *aprovecha y responde temprano*
y las olimpiadas, siii *q* aunque lo más seguro es que no alcancemos nada hahah orz |
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 Caminó los pasos que lo alejaban de él, pasando detrás de la espalda del menor uno de sus brazos, rodeándolo. Abrazándolo con ese único brazo libre y hundiendo calmo, sin ningún tipo de vergüenza, su rostro en el cuello ajeno. Estaba feliz. Rodeandolo con fuerza… con inmenso cariño, con amor.. de ese tan diferente que era imposible de separar. Acaso a Tateki no le molestaba tanto su presencia? O quizás, no le molestaba en absoluto?. Querido, deseado, aunque por lo momento eran solo especulaciones, así se sentía. Y hacía mucho tiempo que no se sentía parte de algo, o de alguien.
Movió su cabeza en señal de afirmar, casi tímidamente contra el cuello ajeno, respirando en él. Como si intentara ocultar sus expresiones, pero a la vez, siendo muy expresivo al pegarse así al cuerpo de alguien. Sintiendo el calor de su cuerpo y entreabriendo los labios para murmurar - …si – exhalando después de cada palabra - …quiero vivir contigo – suspiró, el ojimiel pudo sentirlo, - gracias... - Teo estaba reaccionando de la manera más humana que hubiera reaccionado jamás.
Lo salvó, le brindó su compañía, le dió un lugar donde regresar, se preocupó por él.
Y ahora estaba regalándole su amistad? se preguntó si se lo merecía, si él había hecho algo para mercer
tanta atención de su parte. Pero no encontró ninguna razón aparente, solo su inmenso amor a ese
muchaho que ahora abrazaba, tratando de mostrarle así, todo el cariño que tiene para él.
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Pareja perfecta ;w; usted aproveche cuanto quiera!
aproveche que usted esta sola y puede ;W; |
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Un suspiro se ahogó en su garganta al sentirlo repentínamente abrazarse a él, sus piercings fríos y su aliento caliente chocando en su cuello, haciéndolo estremecer. Podía sentirlo, sentir la emoción que sentía Teo, y sus labios se curvaron por inercia, conmovido, feliz.
Era algo extraño. Para cualquiera, Teo parecería insufrible y rígido, tal como un ser sin vida. Pero en el fondo era inseguro y cálido, como cualquier ser vivo, hasta más. Ahora que ya lo comprende más, que sabe un poco más de él, está todo, todo, mucho más claro. Ser de ayuda y acompañar en el camino a Teo, aprender de él, realmente era un honor. Realmente no querría más.
Sus respiraciones en su cuello le daban cosquillas, y su voz retumbaba en su ser, haciendo que se sonroje. No pudo evitar rodearlo con su brazo junto a él, de la misma forma en la que era abrazado, lento pero seguro.
Su pecho se sentía apretado, y no podía quitar la pequeña sonrisa en sus labios al escucharlo hablar. Porque sí, tal vez... tal vez le gustaba su voz, y mucho. O... o tal vez le gustaba oírlo hablar, decir esas cosas, sentirlo vivo... O tal vez... tal vez le guste todo, todo él.
Tal vez le gustaba Teo. Sí, le gustaba.
Sentirlo cerca, y con todo lo dicho antes, se sentía querido también. Y era increíble, su pecho se sentía tan lleno y... y realmente no sabía qué hacer...
Se mordió apenas el labio inferior, y sus cejas se curvaron levemente, apenado de tener que dañar el momento. Pero tenían que regresar. Tragó un poco de saliva -Teo podía sentirlo-, y carraspeó levemente, buscando su voz, que terminó como un murmullo. "Uhm... Entonces... regresamos a casa...? Si nos apuramos podremos llegar...", dijo, pero no se movió de su lugar, y no hacía ademanes de querer hacerlo. Estaba bien allí, a su lado.
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Teo ;_; sdfsdfsdf u///////u |
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También fue abrazado, se sentía bien tanto contacto, tanta atención. Imaginó que si tan solo su padre hubiera sobrevivido a la espera, él hubiera tenido la oportunidad de experimentar esta forma de demostrar afecto mucho antes. Pero no había sido así, el destino jugó con él desde su nacimiento y ahora lo imponía en ese momento, en esa escena, en ese primer contacto con quien no tenía siquiera lazos de sangre o raza en común. Pero de todos modos, era especial y único en su forma.
Se alejó apenas al notarlo levemente incómodo, poco a poco iba conociéndolo, reconociendo cuándo era suficiente de acuerdo al calor en el cuerpo ajeno. A centímetros de su rostro y mirando fijamente sus ojos, lo escuchó. Preguntaba si podían continuar con el camino, afirmaba que pronto llegarían, daba igual, apenas lo oyó esta vez. Y en vez de continuar alejándose optó por acercarse más. No de forma brusca, ni lenta, una forma casual. Como si lo que fuera a hacer en ese instante fuese algo completa y absolutamente rutinario. Arrimó sus labios apenas abiertos a la boca del peliblanco, cerrando sus ojos para depositar allí... un suave beso, superficial pero completamente cariñoso. Quedándose un segundo sobre su boca, apenas, muy apenas estirando los labios... y ahora sí, alejándose con sencillez. Pero no restándole importancia al hecho, sino simplemente con sencillez en los movimientos - ...está bien - habló, normal, volviendo a su rostro de siempre - continuemos - prosiguió. Mirando a Tateki antes de continuar caminando, observando si le seguía, por si acaso... tomó cuidadosamente su mano... llevándolo. Permaneciendo con la mano aferrada a la ajena sin darse cuenta (al parecer) o sin deseos de apartarla por ahora. En vez de eso la acariciaba de vez en cuando con uno de sus dedos deslizándose en su piel, mientras caminaban manteniendo el contacto agradable.
Al cabo de una hora, paso a paso, ya se encontraban nuevamente en el pueblo, comenzando a ver gente por los alrededores, tiendas y movimiento. Para ese entonces se habían guiado con las luces de la cuidad y el pelirrojo se mantenía tomado de su mano, inmune a cualquier cosa que tuviera relación con la ¨vergüenza¨ y sus derivados.
jejejejeje x//3
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Volteó para verlo, pero se encontró con el rostro del Teo cada vez más cerca al suyo. Se sorprendió un poco, pero no se alejó. Esperó, hasta un poco ansioso. Esperaba que lo hiciera. O tal vez quería que lo hiciera.
Teo le besó rápida y cariñosamente, Tateki logrando solamente entrecerrar los ojos, aunque no miraba nada en particular. Solo sentía.
Escuchó hablar a Teo, aunque sin prestarle mucha atención a lo que decía, simplemente al sonido de su voz, con el recuerdo de sus labios aún presente. Y Teo empezó a andar, y lo tomó de la mano para llevarlo, haciendo que la mente de Tateki realice un aterrizaje forzoso, el pequeño sonrojo en sus mejillas no desapareciendo.
Ya había dormido junto a él un par de veces. Ya había sido besado por él un par de veces. Ya había sido cargado por él alguna vez. Pero ahora... ahora iban de la mano. Abrió la boca para decir algo, pero realmente no sabía qué, todos sus sentimientos colmándose en su garganta. No emitió ruido alguno, solo pudo corresponderlo, aferrando su mano, caminando en silencio y con la mirada baja.
Su mano, era cálida... Se sentía protegido, tranquilo, cómodo, bien...
Yendo de la mano, pareciera que fuesen aún más unidos, como una pareja...
"... ...?!" Para cuando se dio cuenta de aquello ya andaban en media ciudad, en medio de la gente que iba y venía. Soltó su agarre de la mano de Teo con rostro perplejo, mirando de reojo a todos lados. Al parecer no los veían, pero eran llamativos, debieron haberlos visto antes ya... Bajó la mirada, notoriamente apenado, y junto a esa realización también se dio cuenta de su pequeño cansancio corporal.
"Ah. Uhm," emitió, tratando de soltarse del agarre de Teo. "... No tienes hambre? Podemos comer algo en algún lado, o no sé...", empezó a sugerir, mirándolo y mirando a todos lados, apenado. |
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Notó que la mano de Tateki había perdido su fuerza, por ello lo observó, estaba sonrojado, algo apenado y parecía querer soltarse de su mano. Pedido indirecto al que el pelirrojo respondió soltandolo suma tranquilidad, acariciándolo apenas antes de que se alejara de él. Es que la piel del menor siempre había sido tan suave que le atraía, le invitaba a acariciarlo. "... No tienes hambre? Podemos comer algo en algún lado, o no sé...". Lo pensó, notando que el chico evidentemente estaba incómodo. Le hubiera dicho que si pero se encontraban tan cargados por todo lo que llevaban que prefirió responder otra cosa - ...prefiero comer en casa - movió apenas su cabeza, torciéndola, esperando ser comprendido - ...eso... te molesta? - preguntó, solo por si acaso. La intimidad del taller de Tateki y que el peliblanco pudiera descansar como debía, eran solo algunas de las cosas que se le venían a la mente - ...lleguemos a casa - habló fríamente, como era de costumbre en su voz, sin embargo los ojos plateados que lo observaban y el uso de esas palabras como ¨vamos a nuestra casa¨ parecían tratarlo con cariño de algún modo, después de todo había un mensaje entre líneas - ...ya no quiero que te esfuerces por hoy - su rostro era normal, su mirada, su voz también. Pero esas palabras.... jamás se habían preocupado por alguien más que él mismo. Mucho menos admitirlo, o decir algo como eso.
El pelirrojo caminó lentamente, retomando el paso pero esperando al albino, que lo siguiera.
Después de todo estaban cerca.
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oh tateki akjsakhsj todo lo que ultimamente sientes me pone nervioso y loco de amorrr (L)(L)(L)(L)
en el roll* teo abriendose un poco más a él + OMG es mutuo. Ambos quieren confiar en el otro~
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Cuando lo soltó, lentamente fue haciendo puño su mano, disimuladamente etocando y sintiendo los restos del calor de la mano de Teo.
Lo escuchó hablar, y fijó su mirada en él, atento. "...prefiero comer en casa ...eso... te molesta?" "A-ah! No, no, no me molesta...", le respondió. Hasta le pareció una mejor idea que ir a comer en cualquier otro lado; estar donde nadie los mire incómodamente, estar con él... Fue repasando en su mente el contenido de su cocina, por si habría lo suficiente para que coman los dos, y cuando decidió que prefería llegar pronto a casa Teo volvió a decir.
"...ya no quiero que te esfuerces por hoy" Ahogó un grito, cayendo en cuenta en ese momento. "... tu también...", bajó la mirada, algo apenado. Teo también estaba llevando una carga muy pesada, y no lo había tomado en cuenta. Esperaba que no se moleste por eso...
Alcanzó a Teo en el camino, y se dirigieron a su casa en silencio. Lo importante era llegar.
Habiendo caminado un rato más, llegaron a la casa de Tateki: el lugar era una zona tranquila y tenuemente iluminada, lejos del movimiento y ajetreo del centro de la ciudad. Todas las casitas alrededor estaban iluminadas por dentro, a excepción de la suya.
Entraron a su casa -suya, ahora de ambos-, y al encender la luz los recibió el silencio. Usualmente estaba acostumbrado a aquello, porque estaba solo él. Pero cuando estaba con alguien más era incómodo, sin saber qué hacer exactamente.
Pero ahora con Teo, ahora... Ahora no era incomodidad. Era ansiedad.
Ya asegurando la puerta, avanzó hasta su mesa de trabajo, dejando su mochila en la silla, tratando de hacerlo parecer normal, tratando de que no se note su pequeña incomodidad.
"Y... Qué quieres comer? Tengo algunas cosas en la cocina... ", sugirió volteando un poco hacia él, pero recordó que Teo fue el último en haber usado su cocina, así que él debería de saber más... |
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Al cabo de un poco más, ya se encontraban caminando por la zona de esa casa que ahora podía llamar suya. La noche finalmente había llegado, creando un ambiente silencioso y oscuro. Las farolas, a favor de ambos, iluminaban tenuemente cada rincón, logrando que sea mucho más agradable a la vista. Nadie caminaba por las piedras de la vereda que rodeaba la calle, a lo lejos apenas podía oírse algún que otro sonido de la ciudad. Teo permaneció quieto cuando Tateki comenzó a abrir la puerta, respiró profundamente y observó a su alrededor. Muy lejos se oía el ladrido de un perro… y observó con sus ojos color plata la luna allí, arriba, observándolos. La mueca en sus labios simuló una sonrisa, dejándose llevar por esa paz, por ese aire familiar que sentía a su alrededor. No podía evitar sentirse como en casa… algo que no experimentó al entrar al laboratorio de papá.
Al entrar volvió a encontrar el silencio del exterior, pero más cálidamente profundo aún. Miró la espalda de su master mientras él caminaba con absoluta normalidad. De alguna manera… la machina sentía que ese momento era especial. Era particular, único… como algo que sucedería solo una vez en su vida. Y estaba guardándolo en su memoria, casi sin querer. El pelirrojo dio unos pasos en silencio, y posó en el piso la bolsa pesada que no era mucho para él. Permaneció inmóvil, era… como volver a empezar.
"Y... Qué quieres comer? Tengo algunas cosas en la cocina... ", los ojos plata observaron al albino mientras hablaba, clavándose en sus ojos miel, prestándole atención a su piel, a sus labios y ese cabello que tanto retenía su atención cuando lo veía dormir por la noche. Se sintió extraño, era la primera vez que pertenecía a una ¨familia¨, y ser tratado así era realmente algo diferente para él. Levantó su cuerpo, que hasta ese momento había permanecido ligeramente inclinado hacia abajo y murmuró algo que escapo de sus labios quizás de forma un poco distante - …arroz… - parpadeó por primera vez en todo este tiempo, sacudiendo muy ligeramente la cabeza, algo... sorprendido de sí mismo - …arroz esta bien, comamos y descansemos – esquivó los ojos miel, subiendo una de sus propias manos a la cabeza y despeinándose un poco. Extrañado. Volviendo a mirar a Tateki - …lo importante es… que repongas tus energías para mañana estar bien – de algún modo… estaba hablando más. Mucho más de la cuenta. Volvió a esquivar sus ojos, estaba confundido, si, seguramente eso era lo que sucedía. Muchas emociones en un día. Dio unos cortos pasos hacia adelante, como si se encaminara a la habitación... pero se detuvo. Pareció pensarlo mejor y regresó tomando la bolsa con ambas manos, volviendo a mirar a Tateki y apenas.. apenas sonriéndole al darse cuenta de su confusión repentina y de que parecía un tonto despistado en ese momento.
Aquello resultó repentinamente simpático en el ambiente - …iré a bañarme… - habló tranquilo, llevando a la habitación esa bolsa y saliendo del campo visual del albino.
Eso…
realmente
había resultado extraño.
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Sin excusas, semana difícil.
Realmente espero que te guste x/D |
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Quedó observándolo, esperando alguna respuesta, alguna reacción aunque sea de las inesperadas que hacía Teo para tener un poco más de contacto físico con él, pero... Teo se veía algo extraño. Era como si el lugar fuese nuevo para él, como si estuviese recién reconociéndolo todo, como si estuviese conociéndose a sí mismo.
"…arroz esta bien, comamos y descansemos". Teo, aunque haya sido por instantes, le desvió la mirada. No sabía cuándo había adquirido esa habilidad de leer los cambios de las expresiones de Teo, pero este era un cambio grande. Era como si Teo dudase de lo que fuera a decir, como si dudase de hablarle... como el mismo Tateki suele dudar.
Lo miró avanzar, dudar, regresar, y volver a andar, algo confundido con sus acciones, pero dándose cuenta a la vez de que su atención estaba centrada en él y en nada más. Decidió no incomodarlo más, pero antes de quitarle la mirada de encima Teo sonrió. Aunque apenas haya sonreído, fue suficiente para captar nuevamente su atención, para contagiarse por esa pequeña sonrisa, sus labios curvándose de igual forma. Tateki desvió levemente la mirada al ver que Teo avanzaba, tratando de descifrar lo que sentía, lo que le provocaba la sonrisa de Teo...
"A-ah!", reaccionó, recordando algo. "Coge una toalla del cajón en la habitación... Yo... empezaré a hacer el arroz...". Le anunció y... de alguna forma se sentía extraño. Desde ese momento estaban viviendo juntos en serio, no como las veces anteriores que Teo iba y venía. Y... aunque se hayan dicho exactamente lo mismo en alguna ocasión anterior, esta vez se sentía... raro.
Hablarle, escucharlo, mirarlo sonreír, el solo hecho de estar en la misma habitación.
Técnicamente, las marionetas no tienen corazón. Pero todas esas cosas hacían que sienta que tiene uno, intensamente palpitando en su pecho.
Era raro... Eso es lo que pasa cuando alguien se enamora...?
"..." Su rostro se sonrojó fuertemente, un suspiro escapando de sus labios, el palpitar en su pecho aumentando. Debería calmarse, bajar un poco la intensidad de cuánto lo tenía en su mente... Lo mejor sería ocuparse con algo, con el arroz que iba a preparar, si...
...pero ya en la cocina recordó que no sabía cocinar bien. E-era solo arroz, no era gran ciencia verdad? Hahah...
Aunque... Dicen que la cocina es una forma de alquimia... Podría poner en práctica lo poco que sabía de ambas en esa ocasión... Solo esperaba que le llegase a gustar a Teo...
Empezaría por algo sencillo, arroz simple y sencillo. Puso el arroz en la olla esperando que sea lo suficiente para ambos, luego agua y un poco de sal y al fuego. Nada más, verdad? ...
Buscó por ahí algo con qué acompañar el arroz, pero realmente no se le ocurría nada... Así que quedó esperando, acercándose a remover un poco el arroz al recordarlo.
Solo se escuchaba el ruido del agua hervir, y a lo lejos el ruido de la ducha. Y el palpitar en su pecho.
Vivir oficialmente con Teo, realmente se sentía distinto...
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welcome back *-*! espero estés mejorcito ;u; |
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¨Coge una toalla del cajón en la habitación... Yo... empezaré a hacer el arroz...¨
Fue lo último que escuchó mientras caminaba a la habitación tranquilamente, aún sonriendo a escondidas del albino, la sonrisa reflejo de Tateki aparecía en su cabeza una vez más y eso lo hacía sentir incómodamente idiota pero.. feliz. Apenas dejó salir un poco una risa, algo parecida a la ironía, pensando un: ¨que me pasa?¨ tan humano como la mitad de su cuerpo. Posó sobre la cama aquella bolsa, abriéndola para observar lo que había guardado. Sacando telas… ropas viejas… vestidos. Vestidos? Extendió uno frente a sus ojos, un hermoso vestido antiguo, negro, con un velo en red colgando de él como si fuese un accesorio. Lo extendió en la cama, tratando de imaginar el cuerpo de quien había sido su madre entre aquellas telas. Aunque el pelirrojo permanecía inexpresivo, juraba que seguramente en esos tiempos en los que ella vivía habría de haber sido una hermosa mujer. Volvió a hacer lo mismo con un hermoso vestido blanco, más holgado y con más volados que el anterior, extendiéndolo en la cama también. Ya sabría qué hacer con ellos… por si el albino los encontrara los dejó allí para que los viera.
No revisó más la bolsa, tomó una toalla con lentitud… la olfateo arrimándola a su rostro antes de caminar tan pausadamente y pensativo al baño que parecía ausente. Como podía ser? Se enojaba consigo mismo cuando ya se encontraba bajo la ducha y sus ojos perdidos y una sonrisa en su comisura permanecía. Odiaba sonreír, sobre todo que fuese algo provocado por alguien más y no poder frenar esa sensación, esa necesidad de hacer esa mueca poco seria. Definitivamente algo lo tenía extremadamente feliz, y aunque dudaba, sabia cual era la razón. Posó su mano izquierda en su pecho, sintiendo su corazón latir profundamente mientras el agua se le deslizaba por la frente, recorriendo su mentón, y bajando por su cuerpo con absoluta libertad. Después, su mano derecha se posó casi involuntariamente en su vientre… pudiendo presentir esa vibración que le indicaba que su segundo corazón estaba sano. ¨¿Seré tan humano como para merecerte?¨… tardó un poco más en la ducha que de costumbre, pero seguro sería algo imperceptible para Tateki, detalles mínimos, la machina se había quedado pensativo bajo el agua unos momentos. Al secarse el cabello y la piel, pudo sentirse más relajado… definitivamente se encontraba más tranquilo y por alguna razón no podía esperar para ir a la cama y dormir, dormir… si, era lo que necesitaba para estar perfecto. O más bien, dormir era en lo que se daba el lujo de pensar, se encontraba tan cómodo con su alrededor, que por primera vez en su vida tuvo tiempo de pensar en algo que realmente quería hacer. Aunque eso fuera algo tan insignificante como dormir.
Se vistió con un pantalón oscuro, y una especie de polera vieja que encontró en la bolsa. Aunque sin duda se veía como algo antiguo y extraño combinado con sus piersings y cabello rojizo peinado hacia atrás, aún así le hacía ver mayor y elegante de algún modo (http://xurl.es/6vn66). Caminó, descalzo y con las manos en los bolsillos traseros del pantalón, tan relajado y tranquilo que parecía que la ducha se había llevado por el drenaje toda esa ansiedad que contenía hace un momento. Así, sereno y con la mirada inexpresiva se posó justo al lado del albino que preparaba el arroz. Muy, muy pegado a él, mirando la olla que revolvía cada tanto. Había encontrado un perfume en la bolsa, estaba usándolo en ese mismo instante, y un muy ligero olor masculino, nada más que eso. Sacó una de sus manos de su bolsillo y tranquilamente tomó la ajena que revolvía en la olla, mirando con sus ojos plata los miel ajenos, llamando su atención - …quieres que siga yo? – como siempre, preocupado de que Tateki tuviera tiempo para sí mismo se ofreció a continuar él con la cena. Después de todo no quedaba mucho por hacer.
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No podía desperdiciar el post tan genial que te mandaste, amé a Tateki asi que mandaré a Teo a que te acose indirectamente
como siempre pero esta vez como parejita de enserio u//u ellos no se dicen nada pero nosotros ya le ponemos que son pareja oficial y todo XD |
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Fue muy repentino, el que Teo apareciera a su lado, haciéndolo sobresaltar levemente. "! M-me sorprendiste...", murmuró, mirándolo de reojo, su atención desviándose -por leves instantes- al traje de Teo.
Esa ropa, era diferente a las que usualmente llevaba puesta. Y ahora que se fijaba, sentía un aroma distinto... ¿Perfume? ¿La habrá conseguido también en el laboratorio? Pues.. esa combinación de ropa lo hacía ver muy... distinto. Elegante. Parecía como si Teo fuera a salir más tarde en la noche por su cuenta-- nunca incluyéndose a sí mismo, peormente con esas pobres fachas que tenía...
(Porque claro, Teo podía salir cuando quisiera, y con quien quisiera, verdad...? ... Ellos aún no eran...)
Había quitado su atención en él, volviendo a la cocina, mezclando el arroz que ya estaba tomando algo de forma (para su alivio), y trataba de no distraerse con Teo ni con el palpitar que aumentaba en su pecho, teniéndolo tan cerca, siempre le hacía sentir incómodo, ansioso, consciente de todo lo que hacía, ahora aún más que antes.
Pero Teo tomó su mano, provocando que aguante su respiración, que sus latidos aumenten, haciendo inservibles sus esfuerzos de aplacar lo que le incomodaba.
¿Por qué actuaba así? Porque era Teo.
Y porque...
"A-ah--" Tartamudeó, nervioso, no sabía qué decir, cómo decir. "N-n-no te preocupes...! Y-ya mismo terminaba..." Sus ojos miraban los plateados de Teo, y se desviaban a la vez, aun nervioso por verlo directamente. La mano de Teo seguía tocando la suya, y no sabía si quitarla, o si quería quitarla en realidad.
Continuó. "A-aunque podrías ayudarme en algo más... Si... si quieres, puedes buscar algo para acompañar el arroz...", sugería, nervioso, su voz volviéndose un murmuro. "Y y así para comer, y eso... Y ojalá te guste lo que hice... porque no se cocinar mucho. uhm..."
Aún revolvía el arroz, moviendo sus dedos, aún con la mano de Teo sobre la suya. Su mente estaba por todos lados...
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casi digo que le aparecieron lentes de la nada xddd
y post corto! wdfsdf orz |
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Le oyó, casi pudo comprenderlo todo como casi no. Y es que Tateki parecía estar algo nervioso de más. El rostro serio de Teo observaba los ojos miel y sentía el palpitar del corazón del albino debido a que aún posaba su mano en la ajena. Que sucedía con él? …la machina supo entonces que debía tranquilizarlo, así que apartó esa mano de su piel y rodeo con ambos de sus brazos toda la cintura del menor. Haciéndose lugar con su mentón entre el cuello y el hombro de Tateki - …algo…. Como qué? - murmuró, refiriéndose a buscar algo que acompañe al arroz. Si venían al caso él tampoco sabía cocinar, solo reproducía los movimientos y las situaciones que alguna vez había visto a alguien realizar. Se mantuvo así, en esa posición. Confortable, tratando de invadir con su tranquilidad el alma ajena. No sabía que aquello podría llegar a desorientarlo, no sabía que aquello no ayudaba en absoluto a serenar a nadie. Pero… entre ellos había algo así como un tipo de confianza. Una emoción especial que seguramente llenaría el corazón del otro, estaba seguro que el albino lo sentiría y lo entendería. Que estaba tratando de relajarlo, no de ponerlo más nervioso. Posó sus labios en su oído cuando consideró que el ojimiel estaba ya lo suficientemente sosegado, depositando un pequeño beso allí, cerrando los ojos - …siento que te debo algo al estar aquí… - susurró contra la piel de su oído, confesando sus sentimientos, confesando sentirse en deuda con él.
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POR FIN dirás, si, yo también lo digo.
;w; |
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| Cherry-tan ha ocultado este mensaje |
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Up!
Rol en espera.
(Este mensaje será borrado al recibir respuesta.)
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Paró los movimientos de su mano cuando Teo la soltó, y se tensó por instantes al ser abrazado por él. Nuevamente así de juntos, invadiendo sus espacios personales.
Desde el principio fue así; Teo poco a poco y a la vez de golpe abriéndose paso para estar en contacto con Tateki. Y Tateki que no hace nada para separarlo, mas bien lo recibe.
Desde el principio sintieron la confianza del uno al otro.
Al principio estaba tenso, pero luego fue relajándose entre sus brazos. Aun así, el palpitar en su pecho no disminuía, y el leve sonrojo en sus mejillas aumentaba poco a poco. Apenas se fijó en lo que Teo le preguntó.
Tal vez, así, estaba bien...
Pero luego Teo rozó su oreja con sus labios, y la tranquilidad que estaba almacenando se perdió.
Tateki se estremeció e inmediatamente se giró, mirándolo confundido y sonrojado. ¿P-por qué...?
No pudo aguantarle mucho la mirada como siempre, desviándola a un costado, aún viéndose confundido. "N-no, no... E-está bien así... No debes nada..." decía Tateki, voz leve, mientras trataba de salirse del abrazo de Teo sin que pareciera que le molestaba mucho, y manteniéndose al menos un paso alejado del otro, fue a buscar los platos del arroz y a servir sus porciones. "U-uhm, creo que ya está listo para merendar... Así sin algo para acompañar está bien también, no?" le preguntó sin mirarlo directamente, tratando de evitar el tema.
No entendía qué pasaba, todo era tan confuso... Quería estar así con Teo, pero también la idea de estar así de íntimo con alguien le abrumaba, le asustaba.
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táctica para llamar la atención de Kait número tres: repostear el último post de un tema! y tateo sobre todo ;) i miss you so ;_; |
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