¡ Sorprendente ! Descubren que unos Chimpancés son masones y otros religiosos.
Un francmasón fue un templo de cierto dirigente religioso, los devotos que rodeaban al dirigente dijeron:
Su Santidad, este masón no se le debe permitir hablar hasta que no nos haya convencido de que conoce con detalle los rituales de nuestra religión y nuestras formas de adoración, ya que de otro modo seguramente alberge pensamientos que bien podrían ser perjudiciales para los seguidores de nuestra santa religión, y sus palabras pueden confundirlos.
Obviamente el masón no podía recitar ninguno de sus rezos, y su modo liberal de expresarse y cuestionar era ofensivo para ellos, quienes pronto lo calificaron de charlatán e hicieron que le excomulgasen, y lo sacaran rápidamente del templo.
Seis meses más tarde, el masón apareció frente al templo de los religiosos – y se presentó ante el portero
Masón, no se te permite la entrada en nuestro Templo ya que eres nocivo para nosotros – dijo el portero.
Pero no estoy aquí como adversario – dijo el francmasón. – Vengo como alguien que les trae un regalo, para ustedes y para Su Santidad - y señalo un chimpancé vestido de traje.
Cuando fue recibido ante la presencia del Dirigente Religioso, el masón dijo
Me he atrevido a traer este chimpancé como regalo para Su Santidad porque tiene las características que creo son merecedoras de ser consideradas extraordinarias, y sus actos sin lugar a dudas serán aprobados por ustedes.
¿Y cuáles son esos actos y características? – dijo el Dirigente Religioso.
A una señal del masón, el chimpancé comenzó a santiguarse, a darse golpes de pecho, se arrodillo, y hacia lo que parecían rezos en silencio, luego hizo sus abluciones, tomó un libro sagrado y éste comenzó a pasar las páginas como si leyera con atención.
Pero ¡Santo Cielo! Exclamó Su Santidad – este chimpancé vestido de traje es un verdadero Santo, está haciendo lo mismo que nosotros hacemos a diario; y volteando hacia los clérigos –, inclusive parce superar a algunos de los presentes – dijo frunciendo se ceño.
¿No es acaso una maravilla, inclusive más que las capacidades de los religiosos congregados aquí, quienes después de todo, son seres humanos pensantes y se supone mejor equipados que un chimpancé para seguir al pie de la letra los dogmas? Preguntó el masón.
Sí, ciertamente que sí – exclamó nervioso el Dirigente Religioso – pero debo saber cómo ocurrió tal milagro.
Si lo digo, Su Santidad puede estar tentado a apartar a todos los clérigos de las altas posiciones de su religión, y luego a su vez ser imitado por las demás religiones, y así sustituir a pastores, sacerdotes, párrocos, a rabinos e imanes musulmanes por chimpancés – dijo el francmasón.
Incluso bajo ese gran riesgo, dímelo – dijo Su Santidad.
Bien, entrene al chimpancé durante seis meses poniéndolo como a que rezaba luego le daba un dulce si lo hacía, le puse avena entre las páginas de libros, y si se arrodillaba le daba un plátano – dijo el masón – y esos fueron sus incentivos – conseguir algo a cambio por cada cosa que aprendía. Lo de golpearse el pecho fue su propia aportación.
Pero es justamente el modo en que los clérigos son entrenados en cualquier religión - dijo Su Santidad – de modo que ellos como el chimpancé lo hacen por imitación y por premio.
En ese momento salta un clérigo diciendo: pero el chimpancé no sabe lo que hace – y el francmasón le pregunta al clérigo - y ¿ustedes si lo saben?
Su Santidad le pregunta al francmasón: pero y qué con ustedes los masones, el masón contesta: en masonería lamentablemente las cosas son igual, puesto ya tenemos muchos chimpancés vestidos de traje que abren los trabajos, encienden el Ara Sagrada, circulan el saco, hacen iniciaciones, exaltaciones y clausuran los trabajos, pero lo peor, se les otorgan muchos grados sin que hayan entendido algo.
Alcoseri
http://groups.google.com/group/secreto-masonico