Todo el aparato masónico toda su filosofía se encamina a una sola
cosa, la creación de seres con almas perfeccionadas, algunos creemos
que nacemos sin alma, otros que argumentan que nacemos con una alma pero imperfecta, en fin, la idea es perfeccionarla, refinarla al grado
máximo.
Hace algunos años unos sabios se empezaron a darse cuenta que las
almas de los hombres necesitaban de ciertas condiciones especiales
para desarrollarse, una de ellas era precisamente que los seres
humanos vivieran en naciones libres, pues en naciones de esclavizados
las posibilidades de crecimiento eran mínimas, lo mismo ocurría en
naciones regidas por religiosos dogmáticos.
Por ello, creamos la Masonería, y que de alguna u otra manera
impactara para crear naciones libres y soberanas donde el hombre
viviera en libertad y desarrollara su potencial, para ese fin. Aun así
para perfeccionarse el hombre necesita de un esfuerzo y de una
disciplina, pero, todo esfuerzo, necesita energía, y crear una alma
perfecta necesita una energía especial. La alegoría masónica de la
piedra bruta convertida en piedra cúbica, se refiere al alma.
Si, en el momento estar perfeccionándonos, sucede algo malo, si hay
algún género de error, o algo parecido, produce un enorme desperdicio
de energía, y luego de ello uno puede estar mal hecho durante largo
tiempo sin recordar la posibilidad de perfeccionarse. En una vieja
historia, narra la historia de un hombre que estaba fuera de un
Templo cuando se encontró con el Demonio. Éste estaba muy maltrecho,
triste y hambriento , por lo que el hombre le introdujo en el Templo,
pidió algo de comida y le preguntó sobre cuál era su problema
El demonio le dijo que no había conseguido almas. En los tiempos
antiguos acostumbraba dedicarse a la comprar venta de almas y
cocinarlas , porque, cuando la gente moría, tenia almas exquisitas
que él podía llevar al infierno, y todos los demonios estaban contentos. Pero ahora todos los hornos del infierno estaban apagados, porque no había almas cuando la gente moría.
Entonces el hombre le sugirió que, juntos, podrían celebrar algunos
negocios.
Enséñame —le dijo— cómo fabricar almas, y te daré una señal que te
muestre cuáles son las personas que yo fabriqué, y esas almas serán tuyas.
El hombre con un plan para quitarle el secreto al Demonio con mucha
atención escuchaba. Y el demonio le explicó que debía enseñar a la
gente a desechar las pasiones y cualquier cosa por la cual fuera
atrapado, etc. pues con ello perdía energía vital, necesaria para
crear una alma sólida , y que luego, después de algún tiempo, aquélla
desarrollaría grandiosas almas
El hombre se puso a trabajar, organizó la masonería y enseñó a la
gente a perfeccionarse día a día Algunos empezaron a trabajar seriamente y trataron de poner en práctica lo que se les Enseñara en la masonería . Luego murieron, y cuando llegaron a los portales del Eterno Oriente, allí estaba el mismo Hiram Abiff y Demonio a su lado. Cuando Hiram se aprestaba a abrir lasPuertas del Eterno Oriente, el demonio le dijo: —¿Puedo formularte tan sólo una pregunta? ¿Perfeccionaste tu alma, tal cual piedra cúbica?
—Sí, ciertamente —replicaban los iniciados
Entonces, el demonio expresó; —Discúlpame, esta alma es mía.
Esto siguió así durante largo tiempo hasta que, de algún modo, se
ingeniaron para comunicar a la Tierra lo que estaba sucediendo en los portales del cielo. Al oír esto, las personas a las cuales enseñaba, acudieron al hombre astuto y le manifestaron: —¿Por qué nos enseñas a a perfeccionar almas si, cuando decimos que nos hemos dedicado a crear una alma perfecta , el demonio nos lleva?
El hombre astuto interrogó: —¿Yo les enseñé a decir a todo mundo que
tienen una alma perfecta? ¡No! Yo les enseñé a guardar en secreto todo
lo relacionado a esto Las personas le dijeron: —¡Pero se trataba del mismo Hiram Abiff y del demonio!