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General: MI LOGIA MADRE
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De: Alcoseri (Mensaje original) |
Enviado: 28/09/2012 16:23 |
MI LOGIA MADRE Cundle, el subteniente, Beazle, el ferroviario y Achaman, el intendente: Denkin, el inspector, y Blake nuestro buen Primer Vigilante por dos veces maestro, en la calle conversan con Edulgee, delante de su tienda. Alli afuera, en el mundo profano, dicen ceremoniosos "Señor" o "Mi Teniente"... y dentro, solamente "Hermano mio", Hermano sin gestos de obediencia o de poder... Tras la puerta cerrada de la estancia en que se unen el Templo y el Taller todo lo han nivelado la escuadra y la plomada. rangos y vanidades han de quedarse fuera Al orden de Aprendiz... Llamenos y adelante... Y entrabamos en la Logia... la Logia en que yo era Segundo Vigilante. Hombres allí de todas las razas se han unido bajo el nombre de hermanos; con Bela, el contador, yo he conocido a nuestro Jud Saul que en Aden fue nacido y a Din Mahamed, el que levanta planos para las oficinas del servicio agronomico; y en triple abrazo fraternal, en fin comulgaban el sirio Amir Singh y Castro (un ex-catolico). pequeño el templo y pobre: una estancia desnuda en una casa vieja, abierta sobre la calle antigua, solitaria y muda. Bajo el altar dos bancos y delante -simbolizando el ara de granito- una trunca columna de madera... Para cumplir estrictamente el Rito teníamos bastante Y yo en la Logia era Segundo Vigilante. El Cuadro se reunia en la Tenida mensual y, a veces, en banquete fraternal cuando alguno partía. Entonces se solía hablar de nuestra patria, de Dios... más, cada cual, opinaba de Dios segun lo que comprendia. Hablaban todos, pero nadie habia que rompiese los lazos fraternales hasta oir que los pajaros, dejando sus nidales, cantaban a la luz de un nuevo día que lavaba la escarcha en los cristales. Tornabamos a casa conmovidos y, cuando el sol en el Oriente asoma, nos ibamos quedando adormecidos pensando en Shiva, en Cristo y en Mahoma. Cuánto, cuánto daría por llevar a otras Logias extrañas el fraterno saludo de la mía. Fui desde las montañas a Singapore guiado por la estrella fraterna que dentro mio llevo. Cuánto, cuánto daría por hallarme de nuevo entre las columnas de mi Logia materna. Diera cuanto he tenido por poderme encontrar nuevamente delante de la puerta de aquella Logia donde he sido Segundo Vigilante. Recordando a mi Logia siento ganas de volver a estrechar fuertemente la mano de mis hermanos blancos y de aquel otro hermano de color, que llegaba de tierras africanas. Poder entrar de nuevo al Templo pobre de mi Logia materna, a la estancia desnuda de aquella casa vieja, abierta sobre la calle antigua, solitaria y muda. Oir al Guardatemplo adormecido, anunciar mi llegada y mirarme delante de aquél mi Venerable, del que he sido Segundo Vigilante. Allí afuera, en la calle, en el mundo profano, todos eran "Señor" o "Mi Teniente". Y dentro solamente "Hermano mio". Hermano sin gestos de obediencia o de poder. Tras la puerta cerrada en que se unen al Templo y el taller todo lo han nivelado la escuadra y la plomada. Al orden de Aprendiz... Llamemos y adelante... Y entrabamos en la Logia... La Logia en que yo era Segundo Vigilante. Rudyard Kipling |
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De: Kadyr |
Enviado: 07/05/2024 01:31 |
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