**--Que graciosa suena tu sugerencia mocoso--menciona el kyoto de grotesca e insigne armadura donde dos grandes alas sobrepoblan su espalda, metálicos ornamentos representantes simbólicos de la Garuda. --Estas cosas que se encuentran guiando el gran navío únicamente están para servirme...en su muerte tendrán la dicha de comentar que en su miserable vida sirvieron al juez Aiacos de Garuda, es un privilegio que sean tratados de esa manera...Pero que digo...no tengo porque darte explicaciones de mis acciones enano-- sátiras palabras que emanan de la calculadora personalidad espectral. Mientras este dialogo ocurre, en los cielos los tres ovoides creados perduran gracias a la energía que el kyoto destella y comparte a su vez, efecto similar que el león dorado también parece realizar. El primer movimiento de ataque se da en contra del kyoto, el impacto físico balanceado a la velocidad de la luz parece ser la primera solución para frenar los planes del juez, siendo un detalle lastimoso que no tendría resultado. El kyoto quien emergente en su energía se encuentra realizando una maniobra hasta el momento desapercibida. Teniendo el ataque en su frente en base a energía cósmica empuñada por su mano que sin tener un lugar fijo de impacto, sería mucho más factible su derrota. Aiacos, sumergido en su cosmos,  giraría su cuerpo hacia su lado derecho en un ángulo de ciento ochenta grados haciendo por ende y efecto propio que su persona directamente abandone esa ubicación original, dejando de lado la posición frontal para ahora usar una de perfil, la velocidad de la luz no es solo un privilegio de los santos de oro, los kyotos poseen esta velocidad característica y la usan de tal manera en la lectura de movimientos del rival como en la ejecución de su defensa propia. Posiblemente, el santo de Leo avanzaría de largo al no encontrar destino de impacto. Sonriente en su posición, el guerrero de oscura armadura nota que el deseo de batallar del rival viene en serio --Muchachito...¿con esa velocidad insinúas ganarme? Hahahaha..No te servirá de nada--. Este accionar de Leo vería interrumpida el movimiento del esclavo que momentos atrás iba aproximarse al kyoto, una vez estabilizada la situación, tomaría nuevamente el camino al kyoto, cabizbajo y triste, al parecer conocedor de lo que le pasaría. Estando muy cerca del kyoto, este ultimo elevaría su brazo y en base a una presión de su mano sujetaría el cuello de su lacayo --Necesito tu vida esclavo..--le susurraría conforme un suceso extraño invade la gran plataforma del navío, el cuerpo del atrapado como si se quemase propiamente empezaría a gritar, su boca abriría del dolor y una materia lumínica de color indescriptible aparecería saliente del propio ser, dicha materia lumínica propiamente se vería penetrarse en los tres ojos que el yelmo de la Garuda posee, una conexión directa con las grandes orbes que en el cielo enardecientes de brillo se encuentran. Tras este accionar, Aiacos  dejaría de meter presión en el cuerpo lo que propiamente haría que caiga bruscamente al suelo sin importarle el mas mínimo detalle a su capitán. Aiacos bendecido por lo extraño, cruzaría sus manos, sobreponiendo una encima de otra, sus dedos se ven estirarse, acompañando esta postura, sus piernas se separarían por un breve trecho lateralmente, su mente parece entrar en conexión con la amorfa figura del cielo --Galactic Death Bling-- menciona el kyoto que de inmediato, de lo alto donde los tres ojos símbolos se dibujan, un gran resplandor saldría el cual plenamente buscaría irradiar el cuerpo de Regulus, ingresar por su vista y empezar una de las más dolorosas torturas. Dicho resplandor tentativo se lanza en contra de Regulus, el solo observarlo es más que suficiente para sentir el dolor que buscaría en primer lugar ingresar por los ojos y penetrar en el cerebro, a partir de entonces, dicha luz correrá por todo el cuerpo interno del rival quemándole de esta manera el sistema nervioso, el elevar la propia energía no serviría de nada ya que el sistema nervioso nunca dejaría de quemarse, además, como si fuera poco, el cuerpo al recibir esta tortura interior tiende a  perder movimiento alguno, dependiendo el grado de quemaduras de los nervios. El sufrimiento y el dolor irreparable es lo que espera en primera instancia al que intento enfrentar al kyoto, su insolencia únicamente lo llevan a la muerte segura. En espera queda el resultado del Galactic Death Bling, una muerte de un inocente fue la que desencadeno este ataque mortal**