Tokusa no Hanuman - Ng Lc - Nuevo Genesis Lost Canvas

Lo hice todo en uno espero no haya problema.

** "Lo siento señor Shion, parece que la maldad desciende desde mi linaje". Pronunciaba titubeante la maltrecha Yuzuriha, quien tendida en el piso presa de quemaduras y heridas, era auxiliada rapidamente por un antiguo amigo suyo, un caballero de oro nacido en las tierras de la lejana Jamir, el Ariano Shion, quien tampoco salia de su asombro ante las tremendas imagenes que aparecian frente a sus ojos. "To... Ku... Sa..." Decia entrecortadamente mostrandose confundido y estupefacto, pues en su mirada se reflejaba la viva imagen del terror. La pequeña choza seguia ardiendo frente a ellos, como un infierno de fuego rojo que los acechaba, y por encima, la figura de un hombre, de un joven flotaba misticamente como surfeando las llamas. Con mirada segura, iluminado por el fuego podia apreciarse su cuerpo entero recubierto por la joya del inframundo, la surplice, que es la prueba de que el joven pertenecia a las filas de Hades. Su mano derecha estaba cerrada en su cintura, mientras la izquierda ondeaba una bandera chamuscada con el simbolo de su familia, en plena levitacion, su rostro mostraba rencor y total desafio.
-¡Ahh, Señor Shion!- Exclamo decidido mientras su humanidad comenzaba un lento descenso. Su opaca mirada se clavo en Aries. -Este no es el Tokusa que solia correr con usted en las montañas... Quien se presenta ahora es Tokusa de Hanuman, la estrella celeste de la Inteligencia.- Continuo diciendo mientras que, como una timida divinidad que no quiere tocar el suelo por miedo a corromperse, el espectro Tokusa levitaba por sobre el mismo sin rozarlo, el aire cerca suyo ondeaba de extraña manera.
-He oido la voz de Thanatos - Prosiguio - Dios de la muerte quien sirve a Hades. "Despierta estrella maligna" me dijo "Si te conviertes en un espectro, desconoceras lo que es el miedo a la muerte, viviras una vida eterna. Pero deberas ofrecerme un pago por ello"- Hizo una pequeña pausa, solo para maravillarse de aquella lastimosa imagen que le proporcionaban los que escuchaban, y al ver sus rostros llenos de incomprension y bañados en lagrimas, no puedo evitar sonreir alegre y feliz. Asimismo su boca se abrio y hablo nuevamente. -"La vida de tus seres queridos". Tokusa se elevo una vez mas, Shion y Yuzuriha parecian no salir de su asombro, como si presas del panico presenciaran la viva imagen de la muerte frente a ellos, Tokusa solia ser un joven calido, protector de su hermana en todo sentido, pero el Tokusa que se elevaba ahora no cumplia con ninguna de esas pautas, era frio y cruel, despiadado y asesino. Finalmente una profunda luz baño su cuerpo, destellos violaceos que subian hasta el cielo cubriendolo de fulgores, decenas de medianas luces que rondaban por los aires a media y gran altura, por encima del espectro. Este levanto su mano al cielo, bautizado por la perfecta luz que habia creado naciente desde las nubes, profiriendo unas ultimas palabras antes de que su divina presencia se manifieste en absoluta destruccion. -Solo me resta algo para ofrecerle a su majestad Hades. ¿Entiendes lo que digo hermana mayor?- exclamo refiriendose a Yuzuriha mientras los destellos brillaron con mas intensidad. - Este es el camino de TU MUERTE!! - Su brazo se precipito hacia abajo, su entera figura giro apuntanto ahora hacia sus enemigos, los antiguos amigos que traiciono solo por poder, aquellos a los que les concederia una agraciada muerte con solo un aliento mas de su voz. -SEKISHIKI NYOI REIRIN!!- Al igual que su brazo, todos aquellos fulgores que cubrian el cielo se precipitaron al suelo, como meteoros en una carrera destructiva contra la tierra, como columnas de luz blanca que se levantan hasta el cielo, simplemente como lanzas luminicas que arremeten contra el enemigo. De esta manera viajaron silvando a una velocidad tremenda, descendiendo en un lamento que solo las almas entienden.
Tokusa seguia flotando en la misma posicion, las javalinas de luz estaban casi tocando al duo enemigo, quienes se abrazaban incredulos en un ultimo acto de proteccion humana. No habia nada que hacer, Hanuman apreciaba satisfecho desde las alturas, la llegada de la fria muerte hacia sus mas grandes enemigos.**