*-Veo que por fin te has decidido a pelear amigo mío- exclama kardia, el aura que emana de el crece más, al admirar el gran golpe que se ha cerca veloz mente hacia el observando que no hay escapatoria, coloca sus brazos frente a el colocándolos en cruz concentrando parte de su cosmo energía en ellos, para recibir el impacto de tal manera que no le haga tanto daño, al tocar ese poder en las extremidades del escorpión, -haaaaa- musita fuertemente, gracias a esta energía mandada del taurino, el guardián del octavo panteón sale disparado hacia atrás, arrastrándose por el duro suelo, su vestimenta comienza a hacer tallada, la capa que cuelga por sus espaldas es rota completamente, dejando huella de su recorrido por los pisos, chocando contra una enorme  piedra -uh- lentamente se levanta algo agitado, de sus labios brota sangre, en las palmas de su manos se aprecia a modo si estas hubiesen sido quemadas, alzando su mano derecha a la altura de su cara limpiándose el flujo, en su semblante, se delinea un gesto de sonrisa- jajajaa creo que esto será divertido pero eso no basta para vencerme a mi recuerda que soy uno de los santos mas fuertes, y el más veloz entre los doce- vocea violentamente, su aureola aumenta mas, sintiéndose su presencia del joven dañado feroz, esperando cualquier movimiento de su camarada, ojea sin perder rastro alguno*