*...Las cartas están echadas, las palabras están de más en la pre cuela de un combate magnificente, el céfiro helado se cuela por el espacio reduciendo considerablemente la sensación térmica la cual se puede evaluar por el vapor de los jadeos de los soldados de Garuda quienes a su vez, en completo mutismo observan al regente de Gamma y atienden sus altivos y despreocupados dichos esperando el momento propicio o la orden de Garuda para concretar una suerte de revancha por lo ocurrido hace unos momentos. Así mismo, la estampa de Aiacos no sufre cambio alguno ante el embestir de las congeladas halitos de Asgard, a pesar de que los vientos níveos parecieran quemar la piel, la efigie del magistrado se observa inexpugnable rodeado de una constante aura malévola y macabra que se alza magnificente y adquiriendo poder con cada momento que pasa, y también, amparandole bajo su velo ante las inclemencias del clima. Y es asi, como sosteniendo su sonrisa, Garuda alza su diestra con la palma abierta en dirección al nativo para luego enunciar con firmesa -… ¿Acaso dudas de la veracidad de las palabras de un juez infernal?, sí que eres ingenuo o bastante tonto, Alexius… y será interesante observar esa misma sonrisa que sostienes, pero plasmada en tu rostro muerto …- el dictamen de Garuda es claro, y tan omnipotente como un grito de guerra. Los esqueletos circundantes a ambos guerreros responden a la palabra del comandante y sin mediar aviso un par de ellos se interponen entre gamma y Garuda dando a este último un velo de misterio a sus acciones posteriores para luego la totalidad de estos se proyectan con fiereza de todas direcciones sujetando con pujanza sus afiladas armas con las cuales emiten una serie de cisuras ya sea diagonal y verticalmente buscando incansablemente inducir algún perjuicio de consideración a la colosal postura de Alexius y para así albergar la ilusión de que sus asaltes cimienten la victoria de aquel gallardo espectro al que tanto temen y respetan...*

*...Todo marchaba según el plan, el tiempo y al parecer lo predecible del gigante barbado habrían dado la razón ante las especulaciones de Garuda de eventuales arremetidas por parte de este Alexius al blandir su muñeca y el emplear de tan mítico martillo famoso en estas tierras en post del despejar o anular el ataque del grupo de desgraciados espectros. Mas algo más se ocultaba tras una simple arremetida de los pobres diablos que servían a Éaco ya que en el tiempo que los esqueletos se abalanzaban en post de dañar a Alexius, y amparado por el leve anonimato entregado por estos últimos, la encendida postura del juez se torna difusa al emplear una adelantada velocidad para que en cosa de instantes lograr posicionarse a espaldas del colosal guerrero en el instante que mjolnir volvía a sus manos – Eres tan predecible como idiota...pobre infeliz...- expresa con ironía cuando todo el escenario a su espalda es reemplazado por el mitológico y majestuoso Garuda que mantiene una postura aerodinámica, emitiendo un graznido espeluznante y terrible - ¡Garuda... - detiene sus palabras colocando sus manos a un costado de las caderas de su oponente, emergiendo apenas un remolino suave mezclados con plumas negras que va tomando mayor tamaño, fuerza y velocidad - ... Flap! - concluye el nombramiento de su técnica cuando sus dos brazos son elevados con dantesca fiereza mientras que dicho remolino se transforma en un impetuoso y terrible huracán que gira en grandes círculos aumentando su diámetro a medida que cubre por completo a su oponente, buscando impulsarlo verticalmente hasta el infinito, haciendo alusión a la potencia del aleteo que la mitología hindú y budista atribuye al Garuda y con este movimiento lograr asestar en a eventualidad, un terrible y hasta mortal daño físico al gigante de Gamma...*

*-... ¿Pero. Pero que rayos?... ¡¿Cómo eres capaz de soportar el aleteo de Garuda?!...¡No es posible!- Expresa completamente sorprendido y no dando crédito a lo que ven sus ojos, al parecer los mitos y rumores en cuanto a los regentes de Gamma y su sobrenatural templanza y fuerza física no carecían de la verdad. A pesar del uso cósmico empleado en su anterior asalto, las energías de Garuda no disminuyen en su luminosidad fúnebre y perpetúan en ascenso a sabiendas que este combate no será para nada fácil y que para derrotar al gigante de asgard no servirían los trucos bajos y simples, Aiacos sabría muy bien que para alcanzar la vida del barbado exigiría de todo el poderío a su alcance al igual que una firme estrategia. La vigilancia del espectro no pierde detalle del arrojo de su oponente al avanzar por entre los huracanados vientos y arremeter hacia su fisionomía, y sobre todo, aquella inmensa mano en busca de su cuello pero a pesar de la inmensidad del guerrero del norte y su brutalidad, la velocidad no era uno de sus puntos fuertes a la vista de Éaco, es por ello que adopta una rápida resolución mental para evadir el intento de sujetarle dando unos pocos pasos hacia atrás y perfilando su fisionomía para dejarle pasar sin éxito, mas esto no era lo único en el arsenal de Garuda,- ¡Acabare contigo maldito insecto!..- expresa eufórico ya que al tiempo que la efigie del asgardiano pasara al frente de si, se vale de una porción de su cosmos el cual se concentra en la acorazada rodilla diestra del oscuro ente, y así disparar un rápido y devastador golpe con esta última en dirección a la zona media de Alexius, valiéndose de las energía concentradas en la rodilla para multiplicar el perjuicio y ganar tiempo para a base de rápidos movimientos adoptar una distancia segura entre él y el gigante…*

*...Los raudos movimientos de tan colosal personaje y sobre todo la sagacidad mental del asgardiano al sacar ventaja de una acometida para elaborar un sorpresivo contraataque sorprenden máximamente a Aiacos al concretar su embestida y buscar alejarse del Dios guerrero - ¡¿Qué diablos?! ahhhhgg- pronuncia atónito al ser tomado totalmente impróvido por una de sus botas y capturado por las grandes manos del barbado y casi sin poder consumar oposición alguna, la postura del magistrado infernal es inducido con tal brutalidad que su corporeidad se hunde en los marmolados pisos del Valhala acto seguido de un gran estallar de estos últimos levantando una gran masa de polvo y rocas que cubren momentáneamente la efigie de Garuda y ponen en completo enigma la integridad de este último. Más de entre las condensas columnas de polvo, un peculiar fulgor violario comienza a brotar al igual que una gradual alza en la temperatura a una escala intolerable para quienes bordean la inmediación del ave infernal, esta se grafica al prestar atención como los aires fríos comienzan a entibiar y sobre todo, la nieve que cobijaba los pisos de palacio, comienzan a derretirse en el acto dando a entender sin palabras, que la situación actual está a punto de cambiar drásticamente…*