*El tiempo ha llegado, 260 años han transcurridos y las 108 estrellas han reencarnado para seguir las órdenes del señor de la muerte. Hades. Pero en estas circunstancias el rey del inframundo ha esparcido a sus espectros a distintas partes del mundo, pues ahora tiene un nuevo poder en el cual consiste en salvar la humanidad a través de la muerte. Para eso. Un reloj ha aparecido en el cielo oscuro, la noche recae sobre Europa mientras que el día en el resto del mundo. Aquel inmenso reloj se refleja aun siendo noche o día en el firmamento, postrando doce horas en el reloj, con llamas en forma de zodiaco. Es ahí donde por cada santo caído las constelaciones de aquel reloj se evaporan y con ello un continente, país ciudad o parte del mundo se destruirá. Así es, todo recae ante los santos de athena. Es por ello, que el foco de atención se ubica en la isla kanon. Donde espectros arriban matando a la gente de aquel valle liderado por una sombra cuya identidad esta oculta gracias a una sábana desaliñada y mugrienta. sus pasos se escuchan firmes seguros de sí mismo, así como entre reojo las botas se dejan resaltar en un tono tan oscuro como el ébano de la noche, aquellos espectros empiezan a dispersarse por toda la isla, mientras que aquel ente mira fijamente hacia el volcán, como si presintiera que su destino es ir hacia aquel lugar, no duda por ningún segundo mientras que poco a poco camina hacia lo alto del volcán  mientras que los espectros se cuestionan entre sí en que es lo que trama aquel sujeto renegado...*

*Siente poco a poco como van desapareciendo el cosmos de sus subordinados, y de aquellos espectros que lo vigilaban, el ente incognito solo gira su torso para mirar hacia abajo, mientras da una pausa a su andar por la cima de aquel volcán, en su mente un sin fin de cuestiones lo rodean analizando la cuestión en donde lo vea, la conclusión en su intuición de un ex caballero lo lleva hacia solo una persona que ha sido capaz de eliminar a aquellos espectros...-así que...el esta aquí..- susurra para sí mismo mientras su presencia ocasiona disturbios en el entorno, su cosmos poco a poco lo eleva aun sin mostrar su persona, aquellos sarapes todos oscuros no dejan ver su humanidad, y vuelve a voltearse para seguir su camino, con grandes saltos escalando aquel inmenso volcán, mientras que al mismo tiempo la noche se hace más opaca y las estrellas son ocultas por las nubes dejando una tétrica isla de espectros y compañía....*

saga de geminis