**Después de regresado de una encomienda del patriarca, tranquilo caminando por los senderos que dirigía a su morada; el extraño hombre que envuelto en una túnica blanca detiene su marcha ahí observa con sus ojos azulados frío y lleno de orgullo mira como el astro rey comenzaba a caer atrás del recinto sagrado.
-Por fin he llegado a casa-
Continuando su andar del hombre se desvía del sendero ya que sabe que a estas horas se encontrara multitud de gente cerca del camino que conducirá a la entrada, deseando evitar todo contacto la vía que tomo lo conduce hacia donde los jóvenes aprendices y mismo que luchaban con gran valentía y ferocidad desde eras mitológica los guerrero demostraba su honor y lealtad hacia la diosa, lugar que era formado de la más dura piedra rodeada de pilares y en su frente las escalinatas, arriba de ese coliseo se comienza a apreciar los inicio de la bóveda astral y dando su presencia con gallardía de las constelaciones. El hombre aun oculto en esa túnica blanca sigue su marcha por las escalinatas que lo conducirá a lo más alto y de ahí dirigirse a las entradas de los templos mismo que lo custodia los más fuerte y grandiosos dorados.