ROL
- - - - - - - - - - - - - - - -
** En el correr del viento se va la funesta y lóbrega esencia que lucha por seguir afianzada a aquella tosca silueta; atavíada en el blindaje metálico representante de la bestia terreste indomable. Sus largos dedos alabastrinos sacuden tentadoramente su exquisita caballera cárdena, un gesto poco frecuente en la inquisidora que lleva grabado con sangre el significado de la violenta trangresión violácea en el nombre.
Los ropajes de Behemoth se regocijan maquillados con el singular color de la sangre fresca que aun resplandece en perfecta comunión con el brillo carmín que palpita en la inflexible mirada de la llamada "Flor Carmesí". Escruta el pobre escenario que se la ha encomendado redecorar, para ese momento, cuerpos retorcidos y amontonados en formas antinaturales yacen con gestos aterrados totalmente inertes - Que encantadores...- una deliciosa sonrisa aborda sus labios - tan... temerosos...- clama para sí en un murmullo para abstraerse en la razón de su deseo - tan sombríos... - su mirada carmín acaricia la vasta extensión de la bóveda celeste, se le antojaba ajeno...
Sus musculos se tensaron escuchando un sinfónico sonido, la conocida melodía del terror ante su presencia, Violate sabía perfectamente como dirigir a su orquesta.
Gira abruptamente sobre los tácones metálicos de la armadura purpúrea, remolinando la larga cabellera que por momentos envuelve su esbelta figura , ocultando los ojos del Behemoth que miran despiadadamente desde su hombro, aunque no menos que la delegada de la estrella del olvido, quien regala una obsesa y seductora sonrisa para su tan selecto público, un puñado de temblorosos, frágiles "hombres" incapaces de proteger siquiera la futil avanzada que les había sido encomendada. Inmóviles ante su terrible presencia. Sedientos de sangre extiende sus brazos arrogantes vanagloriándose sus marcas de guerra a lo largo de su piel alabastrina, evocando la esencia de su aura, los núcleos astrales de la mágnifica energía prima danzan rutilantes y esporádicos sobre la humanidad de la poderosa valkirya negra que ahora se vuelve la parca de sus espectadores, petrificados, embriagados de terror, impotentes sin salida - Que frágiles son los sirvientes de Athena... - sentencia taciturna mientras las nubes anteponiéndose a la Luna, comenzando a oscurecer el accidentado territorio - No son más que insectos, y morirán como tales... - cada vocablo se tiñe de un eco de ultratumba en su voz de terciopelo, la valkirya inframundense anuncia el fátidico desenlace. Los febriles cuerpos cosmicos que oscilan al rededor de su dueña ejecutan un espeluznante movimiento afincándose a la greba silenciando el dulce susurro que emitían.
Y finalmente todo es tragado en tinieblas.
- No merecen nada más - dotado de un seductor timbre, los vocablos se esfuman secamente en el aire, la imponente efigie de la inquisidora es engullida por las sombras que conquistan imperiosas la escena, un magistral acto de desaparición frente a los ojos de los sentenciados - ¡Brutal Real! - su proclamo desgarrador emerge de entre la oscuridad estremeciendo el paraje, golpeando el suelo con inmensurada potencia imbuyendo los cuerpos astrales acumulados que revientan unos contra otros trazando fisuras luminosas que resquebrajan con furia el terreno lanzando su doloso rugido al cimbrarse, hundiéndose, aquella fuerza destructiva se expande ávidamente, castigando el cuerpo de los desdichados presentes en aquel espectáculo, gritos y sangre coronan el cuadro, firmándolo con el tajante desplome de la humanidad sin vida del reparto.
La nubes descubren el rostro del cuerpo celeste que impera en la noche, la arrogante verdugo peina con mediano ahinco su melena por encima de la tiara - Su actuación fue deplorable... hubiese sido un espectáculo poco atractivo para esa persona... - sus luceros rubíes se vuelven hacia el firmamento, anhelantes e inmersos, el lugar que el Behemoth solo contempla desde la tierra.**
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
|