*Aquella duda que se deja en el aire llega a los oídos del espectro de esfinge cuya sonrisa crece mostrando confianza total y aumentando el destello violáceo de su cosmos que acompaña no solo el contorno de su silueta si no también la de su instrumento. Sostenido de forma firme por su mano izquierda y apegándolo un poco más a si para de esa forma proporcionar firmeza a su postura y agarre de aquel instrumento,  de igual forma el compas de sus piernas se abre sobre el suelo volcánico clavándose sus metálicas botas y clavando su ámbar mirada en dirección de donde tan peculiar presencia se deja notar. –Aquí viene uno más- menciona al momento que los dedos de su diestra mano pasan una a una las notas subiendo la escala musical para después tornarse en un réquiem propio del Hades mismo. –Pronto su corazón será un trofeo que entregare a mi señor junto con el material que se me ha encomendado encontrar- menciona produciéndose un efecto de eco aunado a la tonada que se dispersa por el lugar, no solo con la intención de hacerse escuchar si no, que por la fuerza misma del cosmos del espectro cada nota debería ocasionar dolor, malestar o pesadez a quien le escuchara buscando de esa manera iniciar con una dulce tortura musical*

Pharaoh de Sphinx.

*Es el destello de las estrellas en el firmamento cual mal presagio el ambiente que enmarca el nocturno encuentro de los enviados de los dioses. La melodía producida por el espectro continua sonando al tiempo que sus pasos se escuchan acercarse poco a poco a donde su enemigo manteniendo lentas notas que se producen al pasar los dedos de su diestra mano por cada una de las cuerdas del arpa que sostiene de forma firme. –Soy el juez encargado de determinar si tu fuerza y determinación de tu corazón es autentica- exclama produciéndose un eco al momento que su figura permanece inmóvil aumentando lentamente su oscuro cosmos que posee un tono morado intenso. –O de arrancártelo y entregárselo a mi señor Hades- menciona determinado clavando sus maliciosos ojos en la figura del dorado caballero de escorpión escuchándose en un ritmo más lento el sonido de su arpa mas haciendo las notas mas fuertes.*

Pharaoh de Esfinge.

*Lentas las notas del inframundo que llenan el lugar y con la misma intensidad de su mirada fija en su enemigo el aura de su cosmos aumenta poco a poco marcando su silueta envuelta por un destello de color violáceo que se traslada a cada una de las cuerdas de su instrumento observando el fenómeno producido por parte del caballero enviado por la diosa de la sabiduría. –En realidad Athena confía en inútiles como tú la supervivencia de este mundo- menciona lleno de confianza y cerrando sus ojos al momento que sus cuerdas aceleran el ritmo de su melodía haciendo pesadas notas que parecen aumentar la sensación de eco, el efecto de su cosmos crea una tableta de jeroglíficos egipcios a su espalda como condena clara par su adversario y soporte firme a sus palabras. –Pues arrancare ese ardor de tu corazón y lo juzgare- clama acelerando el ritmo de las notas producidas por su arpa.*

Pharaoh de Esfinge.

*Con diabólica sonrisa en labios y ojos de astuta mirada aquel hábil músico infernal observa con claridad el movimiento emprendido por el escorpión dorado. El destello carmesí delata aquellos proyectiles enviados en su contra y cual acto de reflejo su arpa se mueve anteponiendo no las cuerdas si no el brazo más firme de ese así como la mano que sostiene el instrumento al impacto de los ataques. Su instinto por proteger sus cuerdas lo llevan a recibir tres de los aguijones en el cuerpo de su arma generando pequeñas grietas en este. –Maldito- reclama apretando con fuerza sus dientes al momento que revela que en su extremidad uno de estos habría conseguido impactarle cambiando su erguida pose a una más curva y tensando sus músculos. –Arrancare tu corazón.- Dicta manteniendo su cosmos en alto y con los dedos de su diestra retomando el sonido de su arpa que habría cesado al momento del impacto mas ahora se escucha más fluido y lleno de ira.*

Pharaoh de Esfinge.

*La tonada continúa al tiempo que el cosmos del espectro se expande nuevamente con cada una de las notas que forman su melodía. Su sonrisa crece con confianza en aquel instante que su mirada contempla con éxito la figura de su rival sintiendo como aquel cosmos concentrado de este se extiende y en un solo movimiento nuevamente rojos proyectiles son enviados en su contra. Un paso atrás es dado como primera reacción anteponiendo su instrumento nuevamente como medio de defensa cuidando las cuerdas y sus brazos en esta ocasión al instante de escucharse el clavarse de su metálica bota en el suelo al dar un paso lateral buscando evadir aquella técnica. La música cede y un rostro de rabia acompaña un grito de dolor al notarse en su pierna izquierda dos de aquellos aguijones carmesí clavarse y algunas gotas de sangre surgir violentamente provocando una sensación de dolor y ardor en el espectro que se aferra a su arpa manteniéndose en pie y aumentando su cosmos como única reacción, de igual manera alunas margas de grietas se notan en su arpa que recibiera uno más de aquellos ataques*

Pharaoh de Esfinge.

*Una mirada de desprecio es otorgada el caballero dorado en el instante que el gesto de furia del espectro de esfinge es cambiado y su tambaleante figura recupera la firmeza apretando con fuerza su instrumento. Un delgado hilo de sangre escurre por sus labios mas su cosmos se enciende de forma violenta alzando su rostro y recuperando la postura perfecta. Su diestra es llevada a las cuerdas emitiendo una a una las notas de su réquiem que llena con pesados tonos bajos el lugar provocando un lúgubre ambiente a su alrededor. –Pues arrancare ya de tu pecho tan inútil corazón del que tanto alardeas- menta al elevarse a sus espaldas la tablilla donde el juicio del dios egipcio de la muerte se lleva a cabo. – ¡Balance of Cuse!- clama con firmeza generando un eco en sus palabras al tiempo que la tonada busca que su hechizo haga efecto y el musculo cardiaco de su víctima sea llevado al juicio de su alma donde una pluma será la medida para sus palabras. Siniestra sonrisa se muestra por el músico infernal que continua con su técnica como un final conjuro*

Pharaoh de Esfinge

*Serena y confiada la presencia del espero se extiende continuando con las notas que busca que terminen con la vida de su oponente, Sus parpados se cierran cayendo así en el error de la confianza en el instante que su cosmos permanece encendido en lo alto cual si esperara que con ese solo acto la melodía que reina aquel sitio continuara arrancando finalmente el cardiaco músculo de su rival. Es en este punto que los ojos del espectro se abren con asombro observando fijamente la demostración de la voluntad del caballero. “Debiera haberlo debilitado ya lo suficiente” cuestiona en su mente, mas es solo en este sitio que las dudas logran disiparse en el momento que una demostración del ardiente cosmos del guerrero es sentida en el cuerpo del músico infernal cuya melodía cesa mas no por su intención si no por sus cuerdas reventándose al tiempo que su figura es alcanzada emitiendo un grito de dolor que reina por segundos el lugar. –Maldito- menta con furia en el instante en que su cuerpo se doblega cayendo hacia atrás, las grietas en su sappuri se rompen con más fuerza y su confiado rostro desaparece cediendo paso a un rostro carente de emociones que es el último gesto del infernal músico cuya figura queda tendida, salpicada en hirviente sangre al lado de su arpa*