**La dama de la Luna finalmente cesa su andar para darle paso al Astro Rey quien ansioso por gobernar las tierras se hace presente en la nación denominada “de las oportunidades” es en ese lugar en el que las olas del mar chocan incansablemente con los navíos que flotan en sus aguas así como también en las imponentes bases de madera cuales se alzan para sostener el puente que sirve de puerto para muchos marinos, aquel golpeteo provoca un sonido casi agradable a cualquier ser humano, en los cielos las gaviotas dan la bienvenida al nuevo día con sus canticos inconfundibles y con las batallas de supervivencia entre esa especie, sublime e imponente el ovalo dorado muestra sus primeros rayos siendo estos agradecidos por las distintas criaturas vivientes, el ingenio humano se hace presente con las estructuras metálicas que flotan y encallan en tan singulares aguas, algunos de estos titanes del agua resaltan su modernidad, tamaño y tecnología más otras dejan ver las huellas del tiempo en sus estructuras… Es en uno de esos barcos rústicos en el que la figura de una joven de larga cabellera color de la noche se resalta entre los pocos tripulantes de aquel navío, tenuemente el resplandor emitido por el ovalo ilumina la bien definida figura de la dama cual lleva puesta una particular minifalda roja con flamas blancas con dorado, dándole como un estilo un tanto desgastado a esa prenda, en la cintura un fago negro el cual le sirve para sostener una bolsita de la misma tonalidad de su prenda inferior, un entallado top blanco cubre su torso mas no su espalda siendo este resguardado por un cintillo rojizo que cruza su pecho y descansa al otro lado de su espalda, sus brazos son cubiertos por unas mangas rojas cuales llevan una especie de pulsera que fija esa prenda a su brazo ubicada un poco más abajo del codo y en su brazo izquierdo lleva una codera de metal a la cual se le resaltan unos puntiagudos picos, sus piernas son protegidas por unas botas cortas color rojas reforzadas con metal en su planta, es así que la joven sutilmente estira sus brazos y piernas pues al parecer el viaje había sido largo y un tanto frustrante “supongo este es el lugar del nuevo encuentro” piensa mientras que contrae sus bien torneadas piernas para dar un gran salto, realiza un giro en el aire para segundos después caer como si nada sobre sus piernas cuales producen un ruidito molesto al contacto del metal con el muelle cual está recubierto de unas baldosas que le daban un toque único y especial al sitial, de entre sus ropas saca unos singulares guantes de piel cuales llevan incrustados dos piedras color esmeralda mismos que se va colocando mientas observa con sus grisáceas orbes todo el lugar, a la par de que una corriente de aire que acarrea gotitas de agua choca con su físico refrescando ligeramente a la dama…**