** Marmolado es el cielo, pintado de hermosas tonalidades, fusionados en un abanico de matices claroscuros cuando las tinieblas son apartadas por las lineas doradas del febo, que majestuoso y poderoso emerge por el lado contrario, inundando con ello la antesala de la villa de Rdorio, villa aledaña a el santuario, y por lo mismo, lugar que corre el peligro de verse mezclado en el combate que los dioses han designado nuevamente, la orden del inframundo habia despertado nuevamente y ya se habian visto atisbos de espectros merodeando los lugares cercanos al santuario, las ordenes del patriarca eran claras, el patrullaje debia de ser constante, sin embargo, cuando aquel anciano, con una frazada echada al cuerpo, una toga al hombro, y una capucha que protege su testa, va subiendo sobre la entrada del santuario, sus pensamientos son vanos y tranquilos [ ya casi llego hermano ], pudiendo pasar con otras habilidades aquel sujeto preferia caminar, cuando a la entrada escucha, observa, siente, un gran estruendo que cimbra el subsuelo -- pero que? -- la frase es cortada cuando observa como la campana de la iglesia de la villa  caer.... una suave luz llena de pequeños corpuscolos le envuelve y como si fuera magia pura aquel sujeto se desvanece apareciendo justo detras de donde deberia de caer aquella gigantesca campana metalica, y justo antes de caer se detiene a unos cuantos centimetros del piso, deteniendose como si fuera una pluma sostenida por el viento, flota y al final, es elevada y puesta donde no cause mas daño y alboroto, la figura que se devela mientras los hilos solares sigue avanzando sobre esa avesada tierra evocan una penumbra debajo de la capucha, siendo ahora la figura quieta, entrelazado los brazos por entre sus mangas sin que se percibieran sus manos, la voz truena, firme, imperiosa, con voluntad -- No estas muy lejos del area de combate de los tuyos? -- la pregunta es metodica, inflexiba, la penumbra de la capucha sobre su testa le da un toque de misterio a aquel que ha hablado de esa forma, mientras el suave eolo juega con el polvo, algunas hojas regadas, y los ropajes del ser que se presenta asi, sin armadura, sin sujecion de cosmo, simplemente esta ahi, y sin embargo su sola presencia, magnifica la paz del lugar, como si se mimetizara con el vaiven de la energia del poblado, esperando su respuesta, se encuentra de forma pasiva, seria tal vez un lugareño osado... nada revela aun en el, que es, o quien es? **

** [ Anciano...... ] piensa, suspirando... para acotar en un suave susurro cual silbido ..propio... [ si, en efecto... un anciano ], sigue analizando en su cabeza, para despues responder a aquella dama que lo interlude -- Bueno, parece ser que por algo me cruce en tu camino, ya que los pobladores no tienen la culpa de lo que intenta tu Sr...-- dictaminado esto se coloca enfrente directamente de la entrada que habia quedado ahora a un lado, de forma que tapa literalmente el acceso a la espectro sobre la calzada principal del poblado, -- supongo entonces que tendremos que delimitar quien puede conseguir su proposito,-- indica con acento fuerte en aquella voz inflexible al tiempo que su cuerpo se mantiene quieto, solo sus piernas se mueven, aquella capucha que le cubre aun no delimita cual es el rostro del sujeto que pretende oponer aquella resistencia al espectro, sin embargo, en aquella determinacion ferrea se muestra la voluntad de proteger a los habitantes de rodorio, no parece llevar armadura alguna, pues la facilidad con que el eolo juega con sus ropajes, plegandolos entre si no da pie a saber eso con certeza, pero el hecho de que el juego sea vacilante sin peso indica que en verdad no tiene aldaba que le proteja, la voz suena como trueno -- cuando gustes... -- y curiosamente sus pies crean dos circulos de hermosa estela sobre el suelo a fin de cuarteaduras, demostrando que aunque no posea armadura, su cosmo es algido... o por lo menos le conoce **

** Rdorio, poblacion aledaña al santuario, poblado que el dia de hoy despierta con un gran estruendo al caer en forma sublime y hasta hermosa las paredes de aquella vieja iglesia que servia de guia espiritual a los lugareños de aquel hermoso sitio, sintiendose seguros por la cercania de los caballeros dorados no podian entender como es que aquella sombra maligna hiciera aquello, la presencia habia desencadenado algunos gritos ahogados de los mas madrugadores, gritos que alertaban a los demas lugareños quienes victimas el miedo se escondian dentro de sus casas, el alboroto habia llamado la atencion aun trausente que se dirigia al santuario tambien, sus pasos tranquilos sin prisas lo llevaban con total calma por el centro de la calzada cuando escucha el estruendo de las paredes callendo, desplazandose con aquella habilidad que solo los de su raza pueden tener, aparecia en la escea justo cuando aquella iba a destruir la insignia mas representativa del poblado, misma que habia evitado consiguiera su objetivo, ahora se encontraba frente a ella, mientras el eolo juega con aquellas arengas, hermosas vestimentas casi blancas, casi grices, el febo observa con extenuantes lineas doradas que bañan y avanzan sobre el lugar, demostrando asi el inexorable caminar del titan chronos sobre terra; las palabras son arietes blindados de sarcasmo y provocacion, sin embargo aquel sujeto con la tranquilidad que dan los años, con la sapiencia que demuestra la paciencia aprendiendo a esperar, mueve sus manos con una calma que podria parecer desquiciante, ambas manos separan la capucha hacia atras, de manera que unos cabellos albos aparecen sobre aquella testa, canos, aunque en su juventud tampoco aparentaban tener demasiado colorido, el sujeto sostiene la mirada, imberbe, imperante, solsticia, sobre la dama de la armadura negra, sobre su frente se aprecian dos lunares dispuestos en una forma diametralmente sobre su rostro, y aunque surcado por aristas, arrugas por el paso del tiempo, su rostro aun perdura incolumne, estoico, firme, y con gran presencia, como si el mismo titan se hubiera detenido por virtud en aquel rostro... la voz se escucha, de forma grave y elocuente -- Agradezco en verdad el noble gesto.... pero en mis tiempos, eran las damas quienes empezaban, asi que cuando gustes .... -- la voz suena con imperio, tranquila, sin demasiadas formas de objecion, el cuerpo del sujeto se recubre de un aura blanca, como la luz diafana de la aurora, semejando un circulo de hermosas luces que comienzan a formar suavemente un atomo a su alrededor, ahora solo restaba esperar, aquel "anciano" seria oponente suficiente para la dama de la oscuridad.... una pregunta que ahora se podria responder  **

** Los ojos de aquel varon observan  no sin un poco de estupor la habilidad de aquella dama al esconderse en las sombras, [...-- Behemoth --... ], piensa de inmediato, en la anterior guerra habia un varon que portaba esa habilidad, y que ciertamente les habia dado muchos dolores de cabeza [ ciertamente no sera cualquier oponente ], menta de nuevo para seguir observandole... en la faz del sujeto no se percibe emosion alguna, como si el tiempo hubiera labrado las exequias de aquel rostro en piel, y los elementos, curtido sus oculares de una manera que pareciera impedecedero al mismo titan, la respiracion acompasada, la concentracion elevada, sus orbes son cerrados por eso ya no percibe los ultimos vestigios de aquella dama desapareciendo, mientras responde a su interlocutora -- en efecto, giocconda.... la experiencia da muchas posibilidades.... la habilidad que posees es una de las mas extrañas y raras... pero me pregunto si realmente sabras usarla -- indica con total plenitud, haciendo inflexion en el ultimo corte de su oracion, con aquella voz que firme, y ecuanime nace de su garganta, ....

Sus pies se abren a la altura de sus hombros, bajo aquel insigne movimiento surge un albo fatuo que asemeja una pequeña luz entre sus manos, como si Zeus, prestara su poder pristino, comienza a rodearse aquella esfera de sendos relampagos, descargas electroestaticas que cubren su cuerpo ahora, el cosmo comienza a presentarse en aquel sujeto, cual galaxia minimizada dentro de el, cocurrendo pequeños corpusculos albos, rodeandole de una sensacion de presencia, impecable blanques, y efimera paz, responde con total locusion a la primera inquiriente de la dama -- la guerra, es una batalla entre caballeros, aun entre los combatientes se muestran sendas de orgullo, honor y rectitud.... tu ejercito tambien las conoce... empero, creo que vos no fue llevada en esa forma... aun asi... que tus dioses te guarden... y te ensalsen si consigues la victoria -- mas como una presentacion para si mismo, que como una anuencia para ella, el sujeto comienza a concentrarse en aquella esfera que tiene en el centro casi de su cuerpo, mientras piensa y mantiene los ojos cerrados [ ... como supuse, su cosmo desaparece en cuanto se hace una con las sombras.... en efecto... anciano.. estas en un verdadero lio... ahora debes de cuidarte hasta de tu propia sombra.... ] la esfera de aquel ser comienza a cubrirlo llenandolo de pequeñas descargas todo a su alrededor, iluminando asi, el sitio en el que se encuentra parado, rodeandolo, anulando asi cualquier sombra en una periferia que aunque pequeña, buscaba evitar cualquier ataque directo sobre su cuerpo en esa area....

[ Athena dame fuerzas, y permiteme cumplir mi cometido.... pues aun no estoy listo para morir, no!! ... no sin antes cumplir mi promesa... ella solo es un peon en este juego... los verdaderos maestros, son aquellos gemelos... que he prometido destruir aun a costa de mi vida... permite a este servidor tuyo terminar esa tarea ...] la oracion era sincera, plausible, salida de su corazon, comenzando asi aquel combate, entre aquel anciano y una de las sapuris mas poderosas vistas en todo el ejercito del hado, los sentidos del varon se extreman, oidos, nariz, mente, busca sentir, percibir, cualquier alteracion en su rededor, aquella dama podia atacarle en cualquier momento y buscaba el tratar de anteponerse a sus acciones ....**

**El cuerpo del viejo se encuentra hermetico, tranquilo, como el solsticio de invierno, precedente a l primera nevada, en su mente sepinterna se conforma una solida imagen de cuanto le rodea, sus orbes continuan cerrados, sus cabellos albos se mecen en la bruma que los rodea, eolo juega directamente con la tierra, fina tierra que se eleva al oclosionar aquellos edificios, su mente revisa todos y cada uno de los movimientos elaborados por su oponente, sintiendo en realidad los espamos de los edificos al derrumbarse,. su mente siente, y percibe cada punto de ataque, y es en ese momento estigio, incolumne, que su mente se abre comunicando con su ambiente, sintiendo claramente como ya no hay ningun ser humano en por lo menos doscientos metros a su alrededor, se sonrie, el derrumbamiento es hosco, dirigiendo todo conforme a su mente, sintiendo el poder de su cosmo naciendo por todo su cuerpo, emulando al febo cual ser resplandeciente, e escucha una sola frase, al tiempo que se ejecuta un solo movimiento sobre su cuerpo, rapido, cual relampago, desarrollando la velocidad luz, resplandeciente, al tiempo su mente se conuga con su cuerpo, cargando ambos poderios, la colision es inevitable, mas el anciano no se mueve de su lugar -- Seishiki Mekai Ha!!!!! -- ( Ondas Infernales ),......

La mente del maestro haciendo uso de su telequinesis tactil, usando al tiempo su habilidad para abrir el portal al yomutsu intentaban traspasar aquella area de tierra hacia el yomutso con todo y su anfitriona, deduciendo que por sus movimientos, y los edificios que buscaba destruir, no estaba lejos de su ubicacion corporea, un estruendo, un leve rumor, rumor sordo que poco a poco va creciendo como el movimento telurico que cimbra las entrañas de la tierra, se observa y crece, la paradoja del yomutso se abre, como una entropia que debora todo, la particulairdad de la tierra se comienza a desprender del resto de la tierra y pasado directamente hcia la brecha dimensional que se abre ante su presencia, todo se escucha, todo se abre, todo se nubla y es ahi donde aquel guerrero de los años pasados, busca tener una facilidad mas para poder detener a la dama que ha si, ha intentado destruirlle, las piezas sueltas de los edificios que ella habia hecho oclosionar, se vaciaban capturados por aquella corriente de gravedad que busca tragar todo   **