*era una hermosa mañana, tan fresca a comparación a los días anteriores en los que había hecho bastante calor, tan tranquilo y calmado que quizás hasta diera un poco de miedo, la joven matriarca se encontraba sentada en el trono patriarcal, vistiendo las ropas correspondientes, su mirada verdosa se centro en la entrada, parecía confundida -.mmm…ha habido algunas batallas…sería bueno una fiesta para que se sientan relajados y calmados.- mentaba para si misma la peli plata, quien permanecía sentada con la pierna izquierda sobre la derecha, tenia un aire de meditación y calma, pero preocupado, con delicadeza la dama se puso de pie y bajo uno a uno los tres escalones que conducían al trono patriarcal, con pasos elegantes y ligeros camino hacia el balcón, el sol en lo alto alumbraba dando el poco calor que podía, ya que aunque el astro rey estuviera presente, el clima aun era fresco. una débil y sutil sonrisa se dibujo en su rostro, una idea llego de repente -.claro.- dijo con un hilo de vos suave y fino -.puedo pedirle ayuda a las amazonas…quienes mejor que ellas para ayudarme a organizar una fiesta.- sin dudarlo dos veces la matriarca encendió su cosmo para llamar a las amazonas doradas para que le ayudasen si querían* |