**…los segundos del reloj de arena siguen su curso, los rayos solares se filtran por las inmediaciones del Octavo Templo Zodiacal, eolos comienza a silbar violentamente entre los pilares de la edificación greca en donde la paz y tranquilidad que antes se respiraba ahora son suplidos por un ambiente tenso que acarrea el aroma de la muerte –Yac! este aroma es de vos- clama con repudio tras mover su rostro que es cubierto por una dorada mascara indicando su rango entre caballeros -los traidores siempre serán traidores y caerán como moscas- profiere con sarcasmo dibujandose una maquiavelica sonrisa al sentir el rumbo de ese encuentro a la par de que su figura es remarcada por ese resplandor que emerge desde su cuerpo mismo que estremece la desgastada edificación marcándose aun más las cuarteaduras de tan magnánima estructura, las partículas sueltas en el suelo vibran al sentir la agresividad del cosmos de la dama -…ara- su mirada se cierne en la humanidad del caballero que finalmente se muestra -el único y verdadero patriarca…- con su diestra acaricia su cabellera haciéndola a un lado tras escuchar las últimas palabras del joven -Ja! No me haga reír- indica con firmeza mientras que con su siniestra hace un ademan con el dedo índice mientras exclama con sarcasmo –venga… verdadero Patriarca demostradme vuestro supuesto poder- dicho aquello su delgado cuerpo gira 20°, su pierna izquierda queda al frente y la derecha reposa atrás sus rodillas bajan ligeramente y su diestra se mantiene a un costado de su larga cabellera azulada esperando impaciente la reacción de quien ahora parece ser su rival…**

**…la maquiavélica sonrisa de la dorada se amplía bajo su máscara al sentir el peligro inminente que se acerca hacia su humanidad, la uña del dedo índice de su diestra que reposa a sus espaldas lenta pero paulatinamente se agranda, súbitamente aquella extremidad superior se coloca a la altura de su rostro mientras que la adrenalina recorre cada centímetro de su cuerpo, su sed de venganza apela a su locura, y las palabras de aquel oscuro ser son el gatillo que detona su delirio, siendo así que tres puntos carmesí se forman mismos que como cual proyectil salen disparadas en dirección a la humanidad del de negros ropajes esperando impactar en la pelvis así como en ambos brazos, a la par de ese ataque sus extremidades inferiores emprenden frenética carrera a velocidad luz siguiendo por momentos la misma dirección de su ataque dejando a su paso lo que parecía ser una línea rojiza que no era más que pequeños ases de cosmo energía que la Atheniense dejaba a su paso como si pretendiera hacerle frente directamente al ataque de su rival más antes de que los rayos liberados por su oponente logren causar algún daño sus piernas funcionan como cual resorte que le permite saltar a un costado en donde pretende seguir su avance por la pared de su templo siendo eso posible por la velocidad de la joven quien se resguarda tras uno de los grandes pilares que sostienen la edificación greca –que temperamento…- indica sacudiéndose ligeramente el polvo que con antelación había levantado el ataque de su oponente el cual termina por impactarse en otro de los pilares del Octavo Templo Zodiacal –pero necesitara más que eso para aplastarme- dictamina con voz sarcástica…**