**Un resplandor dorado cual astro rey se aprecia en el recinto taurino, el eco de sus pasos lo invaden a unos cuantos metros observa el cuerpo inerte de la jueza infernal “Nunca pensé que la constelación que se eclipsaría seria una de nosotros, mi señor Hades…”pensó al mismo tiempo que cierra su puño sobre el mango oscuro de su tridente –Al parecer el error de Minos nuevamente se produjo, es una vergüenza que dos jueces infernales se confiaran de esta manera…- sus oscuros orbes se posan en el guardián dorado –El señor Hades no tiene la necesidad de perder su tiempo con alimañas- musita en tono serio mientras observa como la respiración del guardián se encuentra agitada “Por lo menos Desire lo ha agotado…” piensa para si al tiempo que las palabras de Radamanthys llegan a su mente desde el primer recinto y solamente responde “Eso espero Radamanthys, eso espero” sin apartar la mirada a los movimientos del guardián dorado frente a ella**

**-Los santo de Athena cada vez son más decepcionantes no lo crees Aiacos?- el tono de aquellas palabras puede sentirse aquel desprecio “En verdad no sé porque mi señor Hades se molesta con estas basuras no valen ni siquiera su desprecio” dice en sus pensamientos al tiempo en que escucha las palabras del juez infernal contestando aquella invitación con un ligero movimiento de su rostro prosigue el andar hacia el tercer recinto Géminis –Continuemos Aiacos…- dejando atrás las cenizas de la jueza infernal “Cocytos será el paraíso comparado con lo que te espera Desire”, la figura del segundo guardián pareciera parte de aquella arquitectura mientras el ecos de sus pasos se pierde entre los pilares observando la salida del recinto la figura del signo de los gemelos se observa a distancia**