GTA::2R::B23:: Asmita Vs Youma - Ng Lc - Nuevo Genesis Lost Canvas

Gran Torneo Anual

Batalla 23

	Vs
Asmita de Virgo		Youma de Mephistopheles

Inicia: Asmita
Lugar: Guidecca
Hora: Al anochecer

Trama: La gran batalla contra Athena sigue su curso, sin embargo, hay acciones que no obedecen a su totalidad dentro de los parametros de ambos ejercitos, desobedeciendo a su Diosa, Asmita se adentra en el inframundo, deseoso de derrotar al dios de los muertos, sin embargo, interrumpe a un sujeto, que tampoco sigue ordenes del hado, aunque vista una sapuri.

Reglas

Rol: URM 2.0 y 2.5
Tiempo: 48 Hrs Max. Termino Fatal.
Tipo de Pelea: Eliminacion Directa.

Inicia: Miercoles 27 de febrero
Finaliza: Viernes 22 de Marzo

**Nuevamente los fétidos aires del olvidado reino de la muerte inperenne envuelven el ambiente, las brizas antes constantes calman su clamor mientras el sonido tácito de las almas apabullan el ambiente, pero no todo es lo que parece, pues aun en estado de meditación y en forma de loto junto al trono del gran dios de los muertos esta una figura extremadamente silenciosa, su bello rostro parece estar sumido en la mas profunda de las meditaciones, su espíritu esta ausente al parecer mientras monitorea el transcurrir de los encuentros ajenos a su actualidad, piensa, elucubra y se comunica... ¿con quien?, Más allá de su mente y su pensamiento, en un reino espiritual Asmita esta sentado frente al gran Buda, ambos están en silencio mientras observan la ribera del Ganges. El rubio ataviado en ropas conformadas por sedas anaranjadas y blancas se adentra en el río, comienza a lavar su cuerpo de manera estoica, mientras, la voz de Buda emerge como un trueno en medio de la calma.

<< Hay tres grandes deseos en este mundo, visitar a Shiva, bañarse en el Ganges y yacer enterrado bajo este mismo... >>

El invidente joven se mantiene silencioso mientras sigue remojando su cuerpo en las aguas, entonces vuelve su semblante hacia un lado y asiente como un alumno lo haría con su maestro, el dorado sabe el significado de aquellas palabras; pronto el escenario cambia y vuelve a esta realidad mas allá de su vinculo espiritual, presiente que un evento mas allá de toda expectativa en este tiempo va a ocurrir, entonces se pone en pie y se afirma sobre su lugar.

~ El tiempo se acerca... mi destino sigue regido por la voluntad de los hados de este mundo... pero algo sigue fallando... no importa cuanto me acerque al señor del inframundo, el sigue alejándose de mi alcance... ~

Mientras dice eso da unos cuantos pasos descendiendo con un sonido metálico que resuena entremedio del gran palacio, mismo palacio adornado con oscuras telas y runas antiguas, tan acogedor como tétrico... escenario del encuentro próximo a suscitarse.**

* Tras el inicio de la guerra santa muchas vidas se han perdido, quedando las almas de los humanos estampadas en una pintura que ha comenzado a cubrir el firmamento gracias al talento del humano que en esta era sirve de recipiente para el cuerpo de Hades, el Dios del Inframundo que una vez más se levanta con el objetivo de tomar el control de la tierra y, así incrementar sus dominios al pretender volverla una superficie cubierta por la muerte, así como por la oscuridad, tal como es el Inframundo. - Mmm pero que tenemos aquí, que interesante. - Anuncia una voz sombría y desconocida, misma que se pierde en el espacio, uno que comienza a ser invadido por el sonar de unas pisadas sinuosas y peculiares, pues no parecieran conducir a algún lugar en especial, como si estuviese trazando círculos hasta que surge de entre las sombras un brillo blanco que adquiere la forma de una sonrisa siniestra. - No esperaba encontrarme con un hombre como tú... Y menos en este lugar. - Adjunta en el instante en que surge como un demonio de entre las sombras, enmarcando un peculiar estilo en la apariencia que carece de surplice, pues en su lugar posee un traje de gala; Sin embargo, este mismo aspecto genera mayor misterio, ya que la ropa es de varias décadas posteriores. Asmita, el caballero ciego. - ...*

Mephistopheles Youma »»

**Su mente esta dispersa, pensamientos revuelven sus mas profundos temores y sin embargo esta concentrado en el presente, su cuerpo es solo un envase, uno que tiene como función mantener su espíritu en este mundo solo para asistir a su diosa Atenea, se mantiene pensativo y reflexivo, no entiende porque tiene este oscuro presentimiento aquel que su sexto sentido, la intuición, le brinda al estar aun de pie en el palacio del funesto señor de las profundidades insondables, su cuerpo esta revestido en los galantes atavíos que distinguen a los guerreros mas importantes de la justicia, su cabello se mece suave ante las fétidas brisas de la tierra de los muertos, pero esto no parece inmutar al guerrero mas cercano a los dioses, por el contrario, lo mantienen en este mundo terrenal y le evitan descuidarse ante el eventual sobresalto de una presencia ajena al ambiente mismo. Su mortecino y apuesto rostro se vuelve haciendo que la matiz de luces y oscuridad del recinto le desfigure levemente las facciones, no puede evitarlo, esa voz que retumba cual trueno en las inmensidades de piedra labrada que representan el Giudecca lo incomoda, tiene la impresión que una oscura sombra se cierne a sus espaldas y por ello voltea rápidamente, alerta, como lo demanda su entrenamiento como guerrero, no percibe mucho mas que el sonido de las pisadas que avanzan hacia su ser, esa incomodidad se hace patente delante de el; el sonido del manto dorado de la virgen se manifiesta a medida que Asmita recupera la compostura, traga saliva, se le antoja pesada en su garganta pero pronto la sensación desaparece.

- Los encuentros no son mas que una de las tantas formas que tiene el destino de cruzar caminos... -

Al decir esto el santo deja que de su cuerpo emerja lo que uno podría calificar como una "tranquilidad apabullante", la presencia se adecua ahora a sus sentidos, puede oler el ambiente... se le antoja fétido, puede sentir la brisa que evita su cuerpo tan cálida como pesada, el sabor de su propia saliva si es que la tiene pasa inadvertida al momento, la voz del ser que se presenta ante el le resulta burlona, algo en ella no le delata como lo haría con cualquier espectro, y esto lo hace pensar de más; ahora el santo dorado comienza a caminar a través del palacio en silencio sin darle en ningún momento la espalda al guerrero, atrás quedan las escalinatas y recupera el lugar inicial junto al trono del emperador oscuro, su mano diestra se posa sobre el respaldo de esta y finalmente opone su semblante al del opuesto.

- La guerra que sempiterno dios de las profundidades infernales esta llevando a cabo carece de sentido, proclama que la muerte es la salvación... -

Levanta su palma como si tratara de sostener algo y entonces su dorada cosmoenergia comienza a brotar de su cuerpo, esta pronto cobra la forma de hermosos pétalos de cerezo que empiezan a flotar por el recinto, pronto su caudal aumenta en unos segundos y al siguiente la postura de Asmita cambia radicalmente, esta en posición de Mudra, aquella posición de meditación en la que su mano forma la rueda celestial y sus piernas están cruzadas entre si, el mismo cosmos y los pétalos de flores continúan cayendo sobre el recinto decorándolos con un bello color rosado.

- Si la muerte es la salvación, vengo a proferirle la salvación que tanto anuncia -

Se concentra en espera de las palabras de su oponente.**

* Palabras que no generan ningún cambio en la pícara expresión del espectro de Mephistopheles, quien al parecer se encuentra escuchando con suma atención y no solo eso, pues también observa a detalle la postura y el cosmos que ha liberado el enemigo en turno, un hombre cuyo poder se dice que se acerca un Dios. - Vaya cosmos, una fuerza digna de una obra como la mía. - Adjunta sin mucha seriedad, ya que sus palabras no simulan tener algo de coherencia con los eventos que actualmente ocurren en el mundo entero. - Es siempre un placer encontrarme con los actores de tan magnífica historia, el telón se abre y se cierra, contruyendo historias que conducen a un único momento... - En vez de continuar con la oración se decide a tomar un respiro en el que toma el sombrero de copa para juguetar un poco con él, una acción que más bien parece ser una manía en la que simplemente se deja llevar por el momento. - El gran final de una mítica guerra. - Adjunta finalmente, aunque ese final no es más que el término del prólogo para el plan maestro que ha trazdo desde el inicio, desde que puso las manos sobre el recipiente de Hades...*

Mephistopheles Youma »»

Por ausencia, el participante asmita queda descalificado.

Youma avanza a la siguiente ronda.