Primer Templo " El bellocino Dorado " ( Visitando a los santos dorados ) - Ng Lc - Nuevo Genesis Lost Canvas

** Natural y hermoso, es el silente paso de aquel efebo en su carro de oro, halado por corceles de fuego que se encuentra en este preciso momento sobre el punto mas algido del firmamento, desplegando con ello las lineas directas y perpendiculares que no cejan sombra en diagonal sobre ninguna aldaba, mientras el firmamento asi hermoso se eleva y pueril no esconde ninguna nube sobre el, abajo el eolo juega y revuelve las lozanas hojas de los arboles que se encuentran a orillas del camino, el parana de las cercanias del santuario, donde a pasaso agigantados un examine cuerpo se acerca, el eolo revuelve sus cabellos albos, sobre la capucha que oculta en penumbras el rostro de aquel extraño visitante, sigue su camino, pero pareciera que en lugar de caminar, flotara, adelantandose directamente sobre sus pasos, la suave silueta es recortada sobre el perfil de la tierra, adornada por aquella resplandecencia que le regala el mismo efebo, los cansinos ojos observan entonces las primeras escalinatas que se presentan ante el, y a donde terminan, con holgura observa y recorre a placer aquellas inmensidades del lugar, para despues comenzar a subir sobre aquellas baldosas petreas, paso a paso, niquelados, sin producir ruido alguno, pues no lleva si no sandalias de viajero que no evocan eco alguno, poco a poco aquella figura termina de ascender y adentrarse en el primer portico del lugar, sus ojos siguen observando entre la penumbra del lugar, esperando la presencia del residente del lugar, del cual no a detectado presencia alguna, sus pasos le llevan al centro del lugar en espera de aquella presencia **

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"" El sabio de Jamir ""

- Hakurei -

	ARIES NO SHION
	Palidos destellos son las respuestas que otorgan aquellas 13 edificaciones de marmol pulido, monolitos mudos que desde la era del mito observan y conserban en sus interiores la fuerza protectora de la faz terrestre cual es ahora bañada por las ondas del rey solar, de aquella masa caliente que a lo alto cual foco incandecente se proyecta, siendo el horizonte oblicuo, subyugado por la extraña apariencia de hacer temblar la vision, volverla nubuso y borrosa dada la onda de calor recibida sobre el campo mortal, era ahi donde la presea de un nuevo ayegado al primer portico greco, aterrizante ante la plazuela de la primera casa zodiacal, aquella resguardada con el simbolo de aries en su umbral es cual recibe a tan silencioso y enigmatico sujeto, quien en silente se adentraba a aquel parthenon quien daba como saludo el espectral sonido del vacio, el sonido de la palma al cerrarse y el canto del viento mudo atravesar por los pilares de dicho santuario, no habia un alma en aquel sitio que sin embargo desbordaba magia, una misteriosa fuerza y resonancia se alcanzaba a subyugar sobre los timpanos mortales y era ante la sombra delegada por el tejado de solida roca que se apremia a descubrirse una dorada silueta, una bestia mitica que sin moverse estudiaba y observaba al visitante, el carnero dorado, quien salvase a zeus en la era del mito era quien en orgullosa postura con la cabeza en alto y sus piernas delanteras estiradas al maximo empujaban a los calcios de oro solido sobre su testa a inflar postura amenzante a quien entrara, es asi como ante aquel manto de las corazas metalicas que conforman el monolito a la divina criatura celestial que un andar presuroso retumbo a los alrededores, las rocas caian y la tierra crujia ante los pasos algidos y fugaces de quien por el lateral diestro y a las afueras del refugio gretence se acercara con premura, una larga melena verse se avisto por los bordes de tierra de los costados, una flama cual cesped acelerado y lacerado por el viento se ondulaba ante el rapido rebotar de pasos seguido asi de la vision de una clara testa, un craneo de piel semi palida en cuya frente auguraba el portar de un par de moraseos puntos seguidos de unos orbes delmismo matizado tan solo que mas profundos y puros, un algido aliento se escapaba de la boca abierta que traeria consigo, una respiracion cortada acompañada en su ritmo por el brazeo desenfrenado del guerrero asi mismo como sus pasos localizarle a adentrarse con un buen impulso desde la columna de tierra que a base de muro natural limitaba las colindansas de la entrada al santuario, solo un ente podria invadir asi su casa, solo un caballero de athenea digno de portar a aries habria de escuchar el llamado de esa armadura es asi como shion se presentraba rapido a responder a quien habria de pasar por sus aposentos llegando asi el calzado a forma de sandialias retumbar conjunto al cuerpo ingresado desde la luz solar a la sombra del portico greco - que es... que es lo que deseas... por que arriesgas tu vida al entrar asi al santuario greco... y como es posible que pasaras mas alla de la plazuela sin que siquiera denotara tu presencia... habla extraño, es la unica oportunidad que tendras para que perdone tu vida... - susurro agitado mas rapidamente concentrado en aquel sujeto, descubriendo como aquel cansacio se desvanecia a medida que por su cuerpo parecia el brotar de destellos, de chispas luminicas que provocaban pequeños relampagos en el aire y rozaban con su piel y telas que le habrian de cubrir, sus capilares algidamente se elevaban con suavidad en el aire y su presencia inundaba aquella casa cual si esa respondiera al llamado de su señor
	EnLLeL RiuHiRiN El Rey Exiliado " La soledad es mi refugio, las sombras son mi manto ... y la muerte mi descanzo "

** Los claros ojos le observan directamente, mientras piensa susurrante [ -- Algun dia cambiaras esa imprudencia tuya? ... Shion ?? -- ], sin permitir que aquel personaje pueda penetrar su mente, sigue estatico ahi en el centro de aquella primera casa, como si no le tomara importancia a aquel sujeto que ha llegado, la roca caliza que forma el piso, observa imberbe las plantas de sus sandalias, mientras este recorre ahora todo el recinto, aun con la capucha puesta, de forma que su rostro en penumbras es casi invisible ante la vista de otros, -- El tiempo no pasa por estos lares, ¿verdad? -- lanza el comentario al viento, sin pretender que el defensor de la esquela le respondiera, sigue observando, palpando con sus avejadas manos aun fuertes cada arista del primer portal, luego entonces despues de haber hecho una gran vista por todos lados, vuelve a regresar al principio de su llegada al dintal, observa las columnas que lo rodean, y arriba el simbolo del signo que representa aquella casa, -- Y Dime, realmente estas listo para defender este primer portal? -- indica ahora si, con un dejo de reto en aquella voz cansina, pero fuerte, respingada pero con autoridad, mientras que una suave aura blanquecina comienza a rodearle de una forma aurica, delineando bien su figura, generando pequeños corpusculos blancos a su alrededor, sin embargo, aun se mantiene tranquilo, expectante, esperando comprobar la atencion e intencion de aquel defensor peliverde, una suave y fria sonrisa asoma a la parte baja de su rostro, mientras espera con templanza **

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** El peso del aire se veia cual unico posible intruso diagonal dentro de las preteas marmoleadas columnas que forman la poderosa edificacion del primer parthenon gretense, aquel donde reside los cueros que formulan las sandalias a las plantas del peliverde siendo mecida aquella melena por la brisa que parecia querer alejar al intruso por la direccion a contra que esta llevara respecto al encapuchado, siendo su primer vocablo formulado entre la sordura del aire provacaba en los oidos del guardian, mas aquel reto, aquella amenaza quizas oculta en su pregunta habria de disparar el orgullo y el porte serio del ojilila, sus pupilas se centraban en aquel invasor, sus pies se abrian en compas y a la par que sus brazos se alzaban a formar un angulo de 90° respecto a antebrazo-brazo se escuchaba el descuartizar del metal, el romperse de la estatua indomita que habria recibido de primera forma al intruso, aquel dorado carnero se desprendia en un destellante mar que caia sobre la corpulencia del albino guerrero, su anatomia, su porte y esencia aumentaban de nivel puesto parecia ser que de sus telas nacia el propio rey apolo, siendo al desvanecerse la intensa luz visible la forma en como su cuerpo era recubierto de amalgamas metalicas, de corazas de oro solido que en grecas daban alusion al escudo de aries, a aque simbolo que emprendia el inicio del zodiaco asi como el afirmar en sus hombreras un par de dorados calcicos que curveos no dejaban de apuntar al firmamento desafiantes a los reyes del olimpo mientras con orgullo se deslizaba a las espaldas de este una blanca capa, una tela palida que pecaba de pulcra, nacida de aquellas hombreras y compañera de vuelo de los hilos capilares de shion quien en total seriedad y cierta molestia recriminaria

- y quien eres tu para siquiera pensar eso... asi que has elegido la fulminacion de tu existencia en esta casa... sea entonces tu honor el de perder tu vida en la entrada al santuario greco -

sentencio al mismo momento que sus manos elevaban desde su cintura un yelmo dorado, un craneo que emitia la misma estructura de los antiguos guerreros troyanos por la alta cuchilla sobre la testa y el adorno a forma de alas por os costados del orificio que pretendia dar vision al portador, siendo los capilares y el gesto albino consumidos por la sombra y cobertura de tan galante pieza adornada por una esmeralda al centro de su frente, siendo al instante que su gesto era tragado en penumbra que por su cuerpo se comenzo a desprender una esencia espesa y nubosa, volviendo a la vision de su cuerpo y alrededor dificil de apreciar a detalle cual si el mismo aire se volviera denso por la sola presencia de aquel sujeto el cual permanecia estoico, firme y rigido delegando a denotar como el aire de aquella area se volvia caliente y sofocante, los mortales comunes no podrian estar en comodidad dentro de aquella atmosfera y era asi como pretendia poco a poco descubrir de quien se trataba mas no por ello delegar de su mision de proteger esa casa y derrotar a todo huesped no grato por las instalaciones del santuario atheniense **

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El Rey Exiliado

" La soledad es mi refugio, las sombras son mi manto ... y la muerte mi descanzo "

** Una complacida sonrisa asoma por su rostro, aun defendida por el rose de la penumbra que provoca aquella capucha, observa con total tranquilidad el despligue de aquella esencia brumosa que lo rodea todo, sin embargo, aquel sujeto permanece indiferente ante aquella situacion, sus ojos no dejan de observan al carnero dorado, sus pasos se escuchan ahora con un eco apagado, -- Y bien que mas puedes hacer aparte de este juego de niños? -- indica mientras su cuerpo sigue generando aquella aura blanquecina que definitivamente no pertenece a los seres dorados, pero que en el, resultan exageradamente poderosa, la presencia del visitante, es metodica, alarmente, cierta, se coloca directamente sobre el centro de la estancia, colocacion estrategica para poder vigilar todos los angulos de la estancia, paciencia, serenidad, son los que dan los años, de ello mucho tenia aquel sujeto, que espera entonces directamente a acometida del ariano, realmente queria ver, si el entrenamiento de aquel sujeto habia dado los frutos requeridos para que defendiera el primer portico **

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	ARIES NO SHION
	El dorado guerrero se emprendia en una fuerte concentracion ya que sus iris se volvian diminutos, pequeños puntos lilas que afilaban a semi reflejar la presencia del invasor, sin duda alguna ahora ya abatia a congregar su energia y poder, la fuerza del carnero, la presencia de la elite gretense siendo todo viento, corriente eolica puesto al parecer solo la esencia del potente ariano sofocaria aquel espacio por completo delegando el nacer de dorados chispazos realumbrando los pilares de marmol que sostienen el imponente tejado de solito granito cual se recubre del resplandor del metal mas puro y magno terrestre, ya que este clamor sobresalia de la fisionomia, silueta y poros del peliverde, siendo un espeso fulgor que se expande de si mismo, un sol nacer del cuerpo firme e imponente de shion, cual sin premiar palabra abria su zurda al costado de su cadera siendo al unisono que una poderosa fuerza invisible, una onda de choque que barria el polvo y aldabas del parthenon ariano destrozando a todo fragmento, polvo y particula voladora o impuesta delante a contra direccion del emcapuchado, un golpe emitido de la mente del peliverde, quien sumergido en la penumbra de su yelmo delegaba el brillar de sus iris reflejo del deseo de su mente y habilidades de su raza, casta progenitora manejaba la mente a facilidad y poder ya que la centrifuga invisible se desprendia en imperatiba estampida mas alla del sonido esperando asi impactar contra el invasor, esperando comprobar con esto sus sospechas puesto pocas personas y presencias en el mundo podrian detener aquel golpe o siquiera plantarle cara manteniendo su expectativa clara para poder reaccionar hacia sus rival y responder a tiempo el fuego enemigo
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