ARIES NO SHION
	** La penumbra, aquel magnifico astro rey quien extiende su poderoso brillo sobre las majestuosas edificaciones blaquecinas a las faldas de tan imponente cerro, era en ese panorama donde con intranquilidad la figura de quien debatia de un lado a otro su cuerpo entre las sombras de largos humbrales, pilares de marmol blanco que eran tragadas en un reflejo solar ante el paso de aquella silueta inmersa en lo que aprentaba ser un manto, un paño albino ambulante ante su andanza nerviosa que sin mas remolinaba una melena verduzca, apenas alumbrada por entre los dejos de luz que las enormes columnas imponian, un marco unico solamente roto por el subito detenimiento de aquella figura, de aquel ser que ante un suceso unico habria volcado su semblante hacia la parte inferior izquierda del exterior a aquel parthenon, un par de iris moraseos se abrian al maximo, un iris ocular estupefacto, conjunto a una respiracion pausada como el lento descender de la tunica y su cabello en cuyo lapso dejo ver el tilde de su piel clara asi mismo su frente que sostenia un par de puntos moraseos, reflejos, retratos dignos de la orgullosa raza de la cual descendia   - teletransportacion ? -   agregaria cual premunicion a su mente, quien rapidamente obligaba a su gesto alzar y admirar el despejado firmamento a busqueda de alguna respuesta de algo amorfo que dictara la rara secuencia que se ese dia demostraba,  repercutia al azote de la mente de quien cuyo cuello estirado era rebosado de doradas amalgamas, metalicas corazas de adornos exquisitos que simbolizaban cuernos, figuras estaticas en relieve sobre doradas placas, corazas del metal mas puro en la tierra y de cuya existencia vendria desde la era del mito, la marca de ser un guerrero de elite de aquel sitio, de aquella tierra, protector de la paz y el amor al servicio de la diosa athenea, un santo de oro, el primer guardian del santuario y que en cuyos hombros reacaia tanto la responsabilidad de la entrada al santuario y de igual manera el peso de imponentes cornamentas, de calcios dorados que ondulan, encurvan desde sus homnbros para reposar levemente en su pectoral y ahi mismo enfilar sus lanzas a contra del cielo mismo cuales desafiantes armas que retan a lo eterno...es asi como aries se demuestra intranquilo, algo lo habia perturbado desde el interior de aquella enorme estructura de solido marmol pulido, su efigie detenida en el dindal bajo el portal que llevaba sembrado en un grabado mitico la marca del carnero, de aquel bellocino que salvara a zeus en algun instante    " que fue eso, acaso un lemuriano... no lo creo no hay emisario enviado al menos no asunciado y si asi fuera la premura no seria tan lejos del santuario... que es esto que me perturba... esta extraña sensacion de estar apunto de revivir algo desconocido, una angustia que mi corazon siente, sera acaso que hades ha despertado... no... no es posible, el patriarca nos habria advertido a estas alturas... maestro, necesito de sus enseñanzas, como he de afrontar lo desconocido... maestro "   aquella mente habia sido entrenada bajo las reglas mas extrictas, su linaje no le permitia errores y asi mismo el codigo de su existir debia de cumplir las indicaciones a su persona, era un elite dorado no habia duda, mas aun no habia pasado mucho desde su nombramiento por lo cual estaba a expensas de su actuar y precipitada determinacion, asi que sin meditar mas que mantenerse erguido, expectante a lo inferior de la escalinata que lleva a su plazuela frente a su templo, delego a abrir el compas de sus piernas, rechinar aquellas doradas botas y cerrar sus iris esperar con tranquilidad a que algo siquiera se atreviera a cruzar cerca a su presencia, sin dejar de expandir sus sentidos, tratando de percibir la mas ligera perturbacion al ambiente, puesto era su puesto, era su obligacion, la entrada al santuario y toda circunferencia a esta... no debia de titubear **
	EnLLeL RiuHiRiN El Rey Exiliado   " La soledad es mi refugio, las sombras son mi manto ... y la muerte mi descanzo "

El primero en llegar es Shun de Andrómeda - ¿Eh? ¡Un caballero dorado del signo de Aries! - Dice sorprendido al observar delante de él a un hombre portando la misma armadura que usara Mu. - ! Mi cadena... ¿Qué es lo que pasa? - Entonces, los ojos del santo se mueven y se enfocan en lo alto de un peñasco, en donde puede ver a sus amigos - !Jabú, Nachi, Ichi y Geki. Por fin están aquí! - Adjunta con sus naturales sentimientos muy expuestos - Solo falta mi hermano Ikki, Seiya y los otros... - Acto seguido, vuelve a observar al guardián de Aries y al hacerlo, su postura, su semblante y su presencia inmediatamente lo hacen comparar imágenes. De este modo, Mu de Aries y este caballero ocupan el mismo espacio en su mente, empalmados uno con otro - Qué extraño... - después, una tensión en su brazo llama su atención - La cadena de Andrómeda se mueve... pero no lo hace de forma hostil, por el contrario... su resonancia está llena de júbilo... - Todas las inquietudes que pasan por la mente de Shun se hacen más grandes dado que su afamada cadena parece que buscara ir con alguien que conoce.

 

La mirada de Shun parece incentivar a los caballeros y entonces, desde esa parte alta donde se encuentra, Geki, el santo del oso se abalanza en un gran salto - Shun, nosotros también venimos a salvar a Athena ¡no lo olvides! - entonces, en su camino, una de sus dos manos se abre y el brazo se estira y de forma imprevista se sujeta a la base del peñasco, deslizándose de forma controlada por sobre la tierra ayudado de forma magistral por la fuerza titánica que tiene - Jah. ¿Así que eso es un caballero dorado? No parece muy fuerte. - Adjunta exactamente cuándo se suelta y cae sobre el piso, con un sonido tan potente que todo a su rededor es cubierto por una notable capa de humo - Pero eso no importa ahora. Lo único que nos debe de interesar es salvar la vida de la señorita Saori. - finaliza con aquella vos ronca y profunda que lo caracteriza cuando se comienza a levantar y a marcar una gran diferencia de altura en comparación con la de los otros hombres que han llegado a Aries.

 

Geki Caballero del Oso

 

 

**Es así que detrás de sus camaradas que han llegado al templo Ariano se divisa la figura del caballero de Pegaso, corriendo por las escalinatas, “vaya este lugar sigue siendo el mismo no ha cambiado mucho, recuerdo que la última vez que subí estas escalinatas fue para ayudar a Mu a combatir contra Mascara de la muerte y Afrodita pero…” detiene sus pensamientos al igual que sus pasos para tragar saliva, una gota de sudor escurre por su rostro “si es verdad lo que dijo ese espectro y nos encontramos en el pasado significa que… ¡es Shion!... Shion es el caballero de Aries, debo apresurarme…” termina su pensamiento para retomar su carrera y llegar hasta donde se encuentran los demás guerreros viendo a Shun, Geki y Nachi llegar al templo, con Hakurei y delante de ellos alguien que los espera casi a la entrada del pórtico, deteniendo sus pasos exclama –Shion como lo supuse ¡eres tú!-  mirándole fijamente al guardián de aquel lugar, sus ojos se llenan de nostalgia, sin embargo hay un pensamiento claro en su mente “debo… ¡salvar a Saori!” empuñando su mano aumentando de esta manera la expectación y la tensión del lugar**