*Es entonces que observando fijamente la figura de su rival, su armadura resplandeciente, “Vaya parece ser muy poderoso, tal como el sagitario de la era siguiente Aioros” menta para luego responder –Mis heridas, mi armadura y hasta mi vida daría por lograr mi objetivo caballero, nosotros no nos rendimos aunque tengamos nuestro cuerpo y nuestras armaduras hechas pedazos, seguiremos combatiendo, todo esto lo hacemos por Athena y si has de destrozar mi cuerpo o lo que queda de mi armadura, pues mientras continúe encendido mi cosmos yo seguiré combatiendo, ese es nuestro deber como caballeros, debemos terminar con esto de una vez por todas, tenemos que terminar con Hades y rescatar a Saori, digo a Athena, y por ello es que yo y mis camaradas seguiremos combatiendo sin importar, lo cansado o lo heridos que estemos!- emite valientemente el caballero de Pegaso, en el mismo instante en que alrededor de su cuerpo comienza a emanar una cosmoenergía combativa, dibujándose detrás de él, la figura del caballo alado de la mitología el Pegaso*

                                                                                                          

*Es como el golpe de Seiya da en el blanco sin embargo, solo logra mover al caballero de Sagitario de su posición haciéndolo retroceder, sus golpes no logran el efecto esperado, es una sensación de angustia y sorpresa la que invade al joven guerrero -¿Cómo es posible?- se cuestiona, visualizando como con facilidad su ataque es disuelto, retrocediendo un par de pasos, observa como la figura del caballero alado, comienza a expandir su cosmoenergía “realmente es muy fuerte” menta mientras una gota de sudor escurre por su rostro*

                                                                                                      

*Es de pronto que el joven caballero de Pegaso solo alcanza a cubrirse cruzando ambos brazos protegiendo su tórax sin embargo una gran ráfaga de viento se levanta haciéndolo retroceder a través del templo zodiacal, dejando sus pisadas marcadas en el suelo, su cosmos se enciende intentando defenderse del ataque de su rival, sin embargo solo sostiene la presión por unos instantes siendo elevado por los aires impactando el techo de la casa zodiacal produciéndole el viento varias heridas en su rostro y resquebrajando partes de su armadura, gotas de sangre y sudor escurren por su humanidad, cayendo desde las alturas impactando en el suelo del templo quedando hay unos instantes adolorido*

 

                                                                                                

*Es así como la acción se centra en el noveno templo zodiacal, en donde una batalla entre el caballero de sagitario y el santo de Pegaso se lleva a cabo, es así como Seiya se encuentra elevando su cosmos más allá de sus límites, brillando con gran intensidad, cada sentido de su cuerpo está en armonía, elevando su cosmos a cada instante más intentando superar el cosmos de su adversario, parte de su cabello comienza a elevarse, en sus ojos un brillo el cual demuestra una gran determinación, detrás de él la figura de de un caballo alado se visualiza, listo para galopar con sus alas extendidas, “esto es por Athena y mis amigos que continúan su lucha”, menta el joven guerrero, sus heridas están abiertas y sangrantes sin embargo la figura del santo no se tambalea sigue firme en pie de lucha, -entiendo que debes proteger tu templo, pero nosotros vamos a seguir adelante, debemos cumplir con nuestra misión y acabar con todo esto de ¡una vez por todas!, ¡prepárate guerrero de Sagitario!- es así como el caballero de bronce con su cosmos a punto de explotar dibuja con sus manos las 13 estrellas de su constelación guardiana, “Saori dame la fuerza una vez más para superar a mi adversario” menta mientras extiende su brazo diestro exclamando -¡dame tu fuerza Pegaso!¡ Pegasus Ryu Sei Ken!- es así como al finalizar estos vocablos, cientos de haces de luz se dirigen a gran velocidad y con mucha potencia e intensidad hacia su adversario, concentrando cada uno de sus golpes, luego de dirigir los primeros se concentran creando sola una esfera que se dirige hacia el caballero dorado*