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« Los Doce Templos del Pasado Ng Vs KnS: Capítulo 9 Presente, pasado y futuro Batalla en la casa de Libra.
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Introducción: De todos los caballeros de bronce que fueron enviados al pasado, solo uno de ellos tiene un verdadero vínculo con los tiempos antiguos. Shiryu, el caballero del Dragón tendrá una sorpresa al entrar a la casa de Libra.
KnS vs Ng Lc
El recorrido de los doce templos antiguos
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Prólogo: Con un fuerte grito de batalla donde se invoca la fuerza del Dragón de la cascada de Rozan multiplicada por mil, Dohko, el caballero dorado de Libra enfrenta y derrota al grupo de espectros liderados por Giganto de Ciclope, después, y como si el destino quisiera que este caballero no llegara al santuario pese a que se le ha requerido tras los resientes enfrentamientos con hombres desconocidos, la alarma de que un pueblo de la vieja Italia está siendo amenazado por una inundación lo obligan a retrasar su camino. Por lo tanto, el santo de oro llega a ese lugar justo cuando un niño golpea una roca que impide que el cauce del río se mueva con normalidad, algo que sin duda atenta contra la seguridad del pueblo, Dohko, estático, observa la manera en que el niño logra la proeza de salvar al pueblo aun y cuando el esfuerzo lo hace desmayarse. Todos estos sucesos y el tiempo que el guerrero de Libra invierte en la recuperación de aquel chico llamado Tenma rompen su posibilidad de ir a Grecia, sin embargo, su falta de presencia no significa que la casa de libra no esté protegida... |
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*La emoción embarga el pecho del de cabellos largos y oscuros. A cada tramo de aquel largo camino, uno a uno sus caminos se han ido separando, recordando así el avance desarrollado tiempo atrás en ese mismo Santuario y sin embargo, ese avance está ubicado a más de dos siglos en el futuro. "Todo esto es muy extraño, nunca creí que tengamos que pasar de nuevo por las Doce Casas y mucho menos que debamos pelear nuevamente contra los Santos Dorados, pero lo mas extraño es que debamos obtener la sangre de Atenea para poder salvar a Saori..." Sus pensamientos poco a poco se devuelven al encuentro de los Santos de Bronce con Hakurei. "Sin embargo, en esta época Atenea fue derrotada, de lo contrario en el futuro no habría otra Guerra Santa... Se dice que desde la era del Mito Hades y Atenea han peleado por el control de la Tierra y Hades siempre ha encarnado el mal que quiere destruir la Humanidad y Atenea y sus Caballeros encarnan la esperanza... Sin embargo, aún no entiendo cómo podremos obtener la Sangre de Atenea, sin permitirle a Hades que controle el mundo en esta era..." Los puños se tensan y la respiración no demuestra mayor cansancio, solo mayor animosidad. - Al fin... - Una nueva oleada de emociones cruzan al Santo de Dragón en cuanto se levanta sobre su horizonte la Casa de Libra, interrumpiendo sus meditaciones hasta ese punto. Una sensación de tibieza y cierta nostalgia se difunden por su cuerpo y algunas lágrimas ahogan su visión a medida que reduce la velocidad de sus pasos y avanza por la plazoleta frente al Séptimo Pórtico. - Maestro... - La voz se quiebra y con nostalgia recuerda que hace muy poco tiempo, en la frontera entre el Inframundo y el Eliseo todos los Caballeros de Oro dieron su vida para abrir aquel portal y permitirle a los Santos de la Esperanza su tránsito hacia el Mundo de los Dioses. Y en ese estado, los pasos se detienen justo en la entrada de aquél Templo, observando con atención y ciertamente, revuelto entre sus emociones, casi esperando que su Maestro trascienda el portal. "Con él, todo será mucho más fácil..." Y entre la nostalgia, una sonrisa anuncia aquel calor familiar de su corazón al poco de ver de nuevo a su Maestro.*
Ryuu Seiza no Shyriuu || Kibo no Senshi
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**El tiempo implacable continua con su
curso, la nueva ‘invasión’ en el Santuario a comenzado suscitándose grandes
sorpresas entre los invasores, quienes no emanan un aura oscura sino todo lo
contrario –¿hmmm ara ara quienes serán aquellos que se atreven a enfrentarse contra
los Caballeros Dorados?- susurra aquella dama que se encuentra custodiando
la Séptima Casa Zodiacal –tsssk-
realiza una ligera mueca de desaprobación, “parece
que hasta se mofan de nuestro poder” medita a la par de que dicha mueca se
transforma en una ligera sonrisilla escondida tras la dorada mascara que cubre
su rostro, misma que desaparece al percibir casi como un murmullo las palabras
de un joven que invoca a su maestro; los puños de la doncella se tensan momentáneamente
“Así que finalmente han llegado…”
piensa mientras interrumpe su meditación
–habrá que recibirles apropiadamente- murmura la mujer de corta cabellera
que lentamente se incorpora comenzando a avanzar hacia la entrada en donde
recuesta su humanidad en una de las columnas que sostienen el santuario de la
balanza, quedándose ahí, esperando como cual cazador acecha a su presa…**
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*Sonriente y pleno el Santo de Dragón avanza cruzando el portal de aquel recint zodiacal, escapando de los rayos directos del sol. A medida que avanza sus ojos se adaptan al escenario, mientras recore tdo su interior, buscando al Santo de Libra. - Debe estar en cualquier parte... A menos que esté en una misión... - Con estas palabras el Santo mantiene su paso y de repente este avance se detiene al registrar una presencia. "Es una Amazona" Es el primer pensamiento del Dragón, quien detalla la figura femenina en una de aquellas columnas. - Eres la encargada del Templo de Libra?... Dónde está mi Maestro? - De forma casi infantil se refleja la desilusión en el Dragón al no encontrar a su mentor.*
Ryuu Seiza no Shyriuu || Kibo no Senshi
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**Delicados rayos se filtran por las inmediaciones de la casa de libra mismos que iluminan con gentileza algunas partes de su fémina figura “¿Dónde está tu maestro?” medita la mujer que sin responder aun a las preguntas hechas por el recién llegado fija su vista en él; los segundos avanzan y ella analiza rápidamente al joven de larga cabellera –Bronze no Seinto- dictamina casi en un susurro tras reincorporar su humanidad alza sutilmente su diestro brazo hasta la altura de su cintura donde aquella mano reposa momentáneamente, mientras que la zurda se contrae ligeramente –¿Dices que Raibura no Dohko es tu maestro?- cuestiona al momento en el que avanza un par de pasos –eso es imposible ya que Él no posee alumno alguno…- realiza una ligera pausa emanando delicadas estelas de dorado resplandor que levitan tras de aquella mujer -así que dime… ¿Quién eres? y ¿Qué haces aquí? ya que si no lo haces me veré forzada a pedirte que te marches inmediatamente- profiere con total determinación clavando la mirada en aquel joven que parece estar desilusionado**
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*La respiración cumple variso ciclos en la corporalidad del Santo de Dragón, en tanto que observa con detalle la Armadura de aquella Amazona."Parece que ocupa el rango de oro, eso significa que está al mismo nivel de los Caballeros de Oro, probablemente ella sea el avatar femenino de la constelación de Libra" Con estos razonamientos el joven de largos cabellos traspone la sorpresa y recupera cierto autocontrol pese a la momentánea desilución. - Dohko... - Exclama en voz alta repitiend el nombre que pronuncia aquella Amazona. - Si... Nosotros somos Santos de Bronce. Yo soy Shiryu de Dragón. - Las palabras fluyen tranquilas y serenas, propias del comportamiento mesurado del oriental. - Hemos sido transportados desde el futuro, cuando estábamos enfrentando a Hades y éste encarceló en una ánfora especial a la Athena del futuro, la Señorita Saori. - Con resolución el joven procura desenmarañar con sus palabras aquella extraña situación. - En el pasado cruzamos las Doce Casa del Zodiaco con el fin de salvar a Saori, y ahora debemos hacerlo de nuevo, pues sólo la Armadura Sagrada de Atenea de este tiempo puede ayudarnos a terminar para siempre con Hades en el futuro. - Los ojos brillan un tanto con esta declaración a la par que su puño se contrae, denotando la convcción de su espíritu. - Finalmente he arrivado a este Templo, del cual es el guardián mi Maestro Dohko, quien en el futuro me enseñó el manejo del cosmos y de la promesa de los Santos de Atenea. - En este punto la voz se hace un tanto nostálgica, sin embargo mantiene su firmeza y claridad. - Creí que estaría aqui. - La mirada se pierde un instante, con esta frase retórica, al punto que la vuelve a levantar para posarla sobre aquella Amazona. - Debes dejarme cruzar, nuestra única esperanza es llegar con vuestra Atenea, no hayotro camino posible para nosotros y para todos los Santos de Atenea. - La convicción de sus palabras recrudecen este escenario, dand apertura a la decisión de aquella guerrera femenina, en tanto que para los Santos de Bronce sólo hay un camino por seguir.*
Ryuu Seiza no Shyriuu || Kibo no Senshi
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**Cuidadosamente escucha cada una de las palabras emitidas por aquel joven de negra cabellera “Ryu Seiza no Shiryu…” enfoca su mirada en el recién llegado quien continua hablando “¿del futuro?…hmmm” medita tras procesar cada frase que sale de los labios de aquel guerrero, mismas que hacen que su sangre comience a reaccionar de manera inesperada “La armadura Sagrada de Athena… ¿les ayudara a eliminar al Hades del futuro?” se cuestiona sin despegarle un segundo la vista al caballero –Ara ara…- murmura al tiempo en que su diestra se coloca sobre su corta cabellera, sutilmente pasa sus delicados dedos entre sus cabellos, acariciándolos por unos segundos –Hmmm… Acaso has dicho que ¿DEBO dejarte pasar para que puedas lastimar a Athena-sama?- dictamina con tono irónico al tiempo en el que su diestra baja hasta la altura de su pecho, con su dedo índice señala a dicho joven –¡Tú…!- realiza una ligera pausa seguida de la cual su izquierda se contrae con fuerza emanando de ella unos ligero destellos de electricidad, enmarcados por un resplandor dorado que rápidamente se va expandiendo por toda su humanidad –¿Te atreves a decir eso y esperas que te deje pasar?- dice con gran determinación mientras que baja su diestra mostrándose a su espalda la imponente figura de un León –Lamento decepcionarte pero… se me ha ordenado proteger este recinto y por NINGUN MOTIVO he de dejar pasar a los Intrusos- musita al tiempo en que su diestra se contrae –Reo no Oz- pausa su frase mientras abre su compas ligeramente para proporcionarle mayor estabilidad a su figura -No permitiré que siquiera toquen un simple cabello de Athena-Sama- profiere con firmeza tras expulsar cierto cosmos tratando de imponer su rango ante aquel joven**
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*La expresión del joven parece muda durante unos instantes, sin embargo hacia el final de la intervención de la Amazona, vuelve a observar su Armadura. "Vaya, la Amazona de Leo!" Piensa lentamente, sin dejar de observar a su intelocutora. De repente un ligero rictus se posiciona en el rostro del guerrero, relfejando el debate interno que acaece tras las palabras de aquella. "No puede ser...", los ojos ligeramente dilatados exponen la sorpresa y cierto sin sabor en la compostura del Dragón. - No has entendido.. - Respirando con calma, recompone su actitud, demostrando aquel auto control característico de su entrenamiento. - Nuestra misión no es dañar a la Atenea de esta época, pero sólo con su Sagrada Armadura lograremos liberar a Saori! Sin ella no hay esperanza!... Ten en cuenta que si nosotros hemos venido del futuro, es porque en esta época la Guerra Santa no ha sido ganada por completo por el Santuario... La esperanza de derrotar a Hades para siempre existe en el futuro. - Su voz, sin elevar el volumen, fluye con tonos graves cargados de determinación y convicción. "No puede ser... Acaso deberemos luchar en cada Templo?" Con este pensamiento, detalla la manifestación cósmica de aquella Guardiana. "Igual que antes, la casta dorada no nos dejará pasar y la única forma que tengo para salvar a Saori es la de avanzar por esta Casa, no hay otro camno." Razonando en estos términos, el Santo deja pasar unos seguidos e inspirando profundamente, cierra sus puños y adelanta la pierna diestra, a la par que eleva sus antebrazos y cuadra los hombros. - Oz! Si has decidido interrumpir mi paso, no me dejas otra opción que avanzar con el poder del Dios Dragón!, pero no olvides que mi misión es atravesar esta casa y obtener la Armadura Sagrada de Atenea, y daré mi vida por lograrlo! - Como si se activara un reactor, de cada parte de la superficie del Dragón surgen ligeros destellos de color verde, los cuales van sumpandose gradualmente, mientras configuran suavemente la silueta de un aura esmeralda que envuelve al oriental, acompasando su propia vibración con la respiración y concentración del de cabellos largos.*
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**Pacientemente escucha las últimas palabras del joven Dragón mismas que le causan una sutil sonrisa que se esconde tras la máscara dorada que porta “al menos tiene coraje al venir aquí y enfrentarse a la par con los Caballeros Dorados” profundiza en sus pensamientos mientras que sigue enfocada en los ademanes de aquel guerrero –¿Te crees con la suficiente fuerza como para superar mis colmillos…?- le cuestiona al tiempo en que sus parpados caen por unos segundos, entrando en profunda concentración –¡que así sea!- dictamina con determinación “Athena no Sasha-sama no permitiré que pasen por este templo” su pensamiento se hace aun mas fuerte al igual que su cosmo energía continua en aumento; como si terminase una invocación sus ojos se abren de golpe al tiempo que su izquierda es alzada a la altura de su pecho, con un ligero movimiento de sus dedos lanza una invitación -¡Vamos caballero de Dragón muéstrame que tanto deseas pasar por este templo!- finaliza su frase al instante en que sus caderas bajan y sus sentidos se agudizan, esperando el primer movimiento de aquel caballero**
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*Atento el Dragón presiona aún más sus músculos sobre sus ropajes, como si fuese una respuesta instintiva ante el desarrollo bélico que ha tomado aquel encuentro. "Vaya, entonces deberemos luchar" Este pensamiento, parece antender no sólo la situación en ese Templo, ya que una mirada algo diferente, cargada de amistad y cariño, aduce a los Compañeros de Armas que se encuentran dispersos en cada Templo combatiendo hasta el fin. "Tal vez sea así como logremos probar nuestras palabras, lo mismo ocurrió la primera vez que atravesamos las Doce Casas." Nuevamente su mirada se hace un tanto desenfocada, mientras su mente recuerda aquella embates tan tenaces que acaecieron. - Así será... - Comentario retórico que causa el efecto de aterrizarlo a la situación presente, concentrando así todo su pensamiento en aquella Dama. - No importa si nuestros oponentes son de la Casta Dorada o Plateada, no importa si tienen colimllos, garras o expelen fuego, nosotros siempre seguiremos adelante! - Aquel efluvio que habia iniciado hace poco, va en aumento, configurando un sistema holístico, en donde cada partícula reacciona con las cientos que rodean su espacio recreando reacciones a nivel atómico, generando una ligera tibieza y un brillo creciente de tono verdoso, mismo que ahora ilumina cada sección de la Armadura de Dragón, y un sector del Templo, como si fuese una falma viva de energía. - Agggh!! - Se escucha de boca del Dragón, cuando se precipita con tenacidad y fortaleza en cada paso, recreando una seguidilla de ondas sobre el sustrato en los lugares donde impactan sus pies en aquella veloz carrera. "Debo cruzar!". La flexibilidad y agilidad de este joven experto en arte marciales, le dan un aspecto aún más veloz y más apropiado para el combate. Alcanzando cierta cercanía respecto de la Amazona, genera un rechazo con su pierna derecha, mientras reclina el torso y tensa cada músculo de la espalda y piernas, y en el último instante se bate en diagonal, hacia su diestra, y en ese lance ágil, extiende la pierna izquierda, la cual recrea un movimiento en péndulo, articulando desde la cadera hacia atrás, alcanzando el máximo de energía potencial y con un brillo esmeralda cada músculo hace presión sobre dicha patada la cual se oye como un latigazo, que pretende afectar la región baja de las canillas de aquella Amazona, más el resto del cuerpo del Dragón permanece en tensión, con aquél Escudo del Dragón a la altura del pecho de este guerrero oriental, quien se concentra fuertemente en este despliegue físico.*
Ryuu Seiza no Shyriuu || Kibo no Senshi
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**Las diminutas partículas en el suelo comienzan a vibrar intensamente debido a la agresiva energía emanada por aquella Amazona, el aire que se filtra entre los pilares del templo de la balanza parece murmurar el comienzo de aquel encuentro donde la guerrera mantiene tanto su concentración como su postura intactas, tras las palabras de aquel guerrero que finalmente deja de hablar para comenzar el combate “¿Quizá es demasiado tonto para atreverse a enfrentar a un Caballero Dorado de frente? ó ¿Tal vez es que me está subestimando?” piensa mientras su vista sigue clavada en cada uno de los movimientos de dicho joven que aunque es veloz no logra engañar del todo a la doncella que al ver la embestida del caballero piensa “Ashi-migi…” sigue con su vista cada uno de los movimientos del dragón a la par de que mentalmente se prepara para cualquier tipo de ataque frontal “Hidari… Soto… Yoko-Geri, Hidari desu” profundiza en sus pensamientos como si estuviese leyendo los movimientos de aquel guerrero que aunque veloz aun no alcanza la velocidad acostumbrada por dicha mujer la cual intenta prevenir a su cuerpo de inminente impacto, por lo cual cada musculo de su cuerpo se tensa, marcándose instantáneamente en las partes visibles de su piel –se debes ser muy tonto para atreverte a enfrentar a un Caballero Dorado de frente, aun cuando dicho caballero es del genero femenino- susurra al tiempo en el que su cosmos se sigue liberando creando una especie de campo de repulsión alrededor de la Atheniense que pareciera ‘recibir’ aquel latigazo que propina su ahora rival el cual iba dirigido a las canillas de sus manos, pero es el rápido movimiento de ella que simplemente retrae su derecha unos centímetros y de la cual parecieran salir cierta electricidad, con la que pretende absorber el golpe del joven, mas debido a aquella fuerza de repulsión de su cosmos y a la rápida maniobra de la dama es que logra ‘neutralizar’ la envestida del guerrero; “es fuerte” piensa al tiempo en el que sus piernas se anclan en el suelo resintiendo el anterior impacto –No porque sea una mujer significa que no tengo la fuerza de un guerrero…- realiza una pausa al mismo tiempo en que utiliza ese coraje para mover su cuerpo entero hacia adelante y en especial la mano izquierda para lanza un golpe directo dirigido al pecho del Dragón, –¡Si realmente quieres pasar por esta casa debes de luchar con todas tus fuerzas!- claudica al tiempo en que pretende impactar de lleno su golpe debido al corto espacio entre ambos guerreros…**
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*La tensión en cada músculo del Dragón se hacen evidentes, más aún en ese mínimo instante cuando su pierna izquierda es frenada potentemente, recreando una ligerísima onda de átomos verdes. "Es demasiado fuerte!" la sorpresa es evidente, mientras que poco a poco pierde balance, soportando su peso en una postura incómoda, no prevista para un largo periodo de tiempo, menos aún con su extremidad inferior soportada en lo alto, tras lo cual al primera reacción es la de retirar aquella pierna en un contrapunto preciso, mismo que se articula suavemente con un giro del torso hacia la diestra, adelantando así la mano izquierda recibiendo aquel impacto en el Escudo del Dragón. Un fuerte sonido se expande tras este choque, y aprovechando aquella fuerza, más la del contrapunteo con sus piernas, eleva la pierna derecha, buscando conectar con el empeine un golpe certero sobre la mandíbula inferior de aquella Amazona. Todo esto ocurre, mientras que un sin número de ondas y corpúsculos de luz y energía danzan en torno de la figura del Bronceado. "No me derrotarás tan fácil!"*
Ryuu Seiza no Shyriuu || Kibo no Senshi
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**Las acciones que se presentaban en aquel templo denotaban la tensión de las acciones que parecían realizarse en cámara lenta pero que en realidad solo habían pasado algunos segundos desde que el caballero de negra cabellera había arribado a la séptima casa zodiacal, segundos en los que apenas y daban tiempo para algunas reacciones por parte de ambos contrincantes, como la que tiene aquella amazona que intenta estirar el cuello hacia atrás, pretendiendo con eso medio esquivar el inminente contacto por parte de su atacante, pero a pesar de sus esfuerzos aquella patada logra impactar pero no en su mandíbula si no en su dorada mascara que tras el impacto sale despedida hacia arriba al igual que el cuerpo de la joven retrocede unos pasos; el silencio sepulcral se hace presente por un momento, pero el sonido de la metálica mascara dorada le corrompe –vaya quizá te subestime un poco- susurra mientras que su diestra se contrae con fuerza, olvidando el entumecimiento de la misma debido al anterior ataque del caballero de bronce, “no te lo perdonare Shiryu… jamás te lo perdonare” su mente se lo repite una y otra vez que como cual promesa queda gravada en su memoria, al tiempo en que emerge su agresivo cosmos –esta vez no me contendré, así que prepárate Dragón- dictamina con determinación mientras que con cortos pasos se dirige hacia donde se encontraba la ultima parte de su armadura, sutilmente la recoge y se la vuelve a colocar en su lugar, “te hare pagar este bochorno” piensa tras fijar su mirada en su rival “¡realmente lo pagaras!” sumerge su pensamiento en aquella venganza, mientras que ambas manos comienzan a desprender varias ráfagas de electricidad que de a poco se expanden…**
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*Varios pasos hacia atrás demuestran el efecto de impulso del puño de la Amazona, causando pérdida de balance en la postura del Santo de Bronce, quien concurre con un rechazo limpio sobre el sustrato, para caer erguido a varios metros al interior de esa conocida Casa del Zodiaco. - Tsk - Se oye de labios del Ateniense al observar la caída y captar el sonido causado por aquella máscara dorada. "Su rostro..." durante los instantes de duda, el Santo detalla el perfil de aquella Amazona, especialmente los suaves relieves y formas. "Ahora que he visto su rostro me he convertido en su enemigo... Si ella tiene el comportamiento temperamental de Aioria, entonces ya no hay forma de que me deje pasar..." Los ojos reflejan ese cambio de situación. "Ahora esta pelea tiene un cariz personal" Con este pensamiento, la gravedad de su rostro denota la incomodidad en este nuevo aspecto del combate. Sacudiendo el brazo izquierdo con el ánimo de distender los músculos comprendidos en la defensa, el Dragón observa atentamente a su contrincante. - Oz, conozco la antigua tradición de las Amazonas, pero éste no es momento para luchar por orgullo... Respeto tu decisión de combatir contra mi, por ser tu misión... Pero no es posible que ahora nos enfrentemos por una vieja historia... Oz! no sabes el riesgo enorme que enfrentamos! Pero en atención a tu voluntad, yo mismo daré todo en este combate! - Los puños se cierran y adoptando una postura de equilibrio, observa con atención los pasos y la manifestación cósmica de aquella Guerrera. "Si de verdad voy a enfrentarme con un Guardián del Signo de Leo, debo tener mucho cuidado, su velocidad y agresividad son un gran riesgo... Debo concentrarme e impedir que me atrape en sus garras..." Razonando de esta manera el Santo de Dragón inicia una serie de inhalaciones y espiraciones que conducen a un estado de calma y concentración en su interior, reproduciendo en gran medida y de manera acelerada aquella manifestación de energía, cuyos brillos esmeraldas envuelven su figura y desencadenan una ligera variación en el ritmo de aire, lo cual se aúna con aquella tensión y presión producida por la configuración de su aura verde, la misma que se alza como si fuese una flama viva y recoge cada uno de los aspectos de la voluntad de aquel, cuyos largos cabellos parecen batirse acorde al flujo de aquella energía del Dragón.*
Ryuu Seiza no Shyriuu || Kibo no Senshi
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**Lento, profundo y elegante es el andar de aquella guerrera Atheniense que sin prestar el más mínimo de atención a las palabras emitidas por el caballero de Dragón avanza ahora en dirección hacia el mismo, emergiendo con cada paso y desde su interior aquella violenta cosmo energía que se manifiesta con su resplandor dorado que rápidamente asemeja a una llamarada, sutilmente pasa su diestra por encima de su hombro izquierdo y con un simple toque desprende su blanquecina capa, pasando la misma por enfrente de su figura hasta que su diestra queda en ángulo recto respecto a la altura de su rostro “Ilias-Sensei por mi honor que no dejare pasar a este santo de bronce” es su único pensamiento mientras que con fragilidad deja caer aquella blanca prenda, seguido de lo cual su puño nuevamente se cierra y en un abrir y cerrar de ojos comienza a correr alcanzando rápidamente la velocidad luz en la cual se mueven los caballeros de su rango, tornándose quizá aun más veloz debido a su atlética figura, dejando a su paso cálidos ases de energía que lentamente se acoplan con el ambiente; a escasos dos metros de distancia de su ahora rival exclama –¡¡¡Raitoningu…- se escucha a la par de que su diestra emana una intensa y casi cegadora luz dorada, al mismo tiempo que las corrientes de aire que se filtran por la casa de la balanza instantáneamente aumentan su flujo, como si estas predijeran aquella técnica -Purasuma!!!- profiere cual grito de guerra al instante en el que su diestra golpea con el aire saliendo disparados cientos de miles de golpes a la velocidad luz, mismos que se entrecruzan entre sí formando una especie de red que abarca una altura de más de 3 metros y se extiende casi con el mismo diámetro en todas direcciones pretendiendo con esto atrapar al Caballero del futuro en ella…**
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