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| De: JoKeR-MaN (Mensaje original) |
Enviado: 09/12/2013 16:34 |
Saludos:
Como el título de este post delata, lanzo un reto para utilizar por primera vez mi nueva armadura. El arquero de oro espera contrincante.
Gold Saint » Sajitariasu no Shīshuposu
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** Los rojizos iris de aquel alado ser observan la técnica de su oponente, y en la lejania se podria observar como dos cosmoenergias tan poderosas se enfrentan, los tres soles quemantes se encuentran con aquella oposicion, ferrea, poderosa, pristina, viento puro que los envuelve, mas aquel guerrero no se soslaya en momento alguno, las energias chocan, y restallan, y al cumulo de las energias en el climax del encuentro, cuando parecia que aquellos soles se iban a regresar hacia la efigie de quien los conjuro; lo que hacen los tres soles, es estallar, en miles de voraces lenguas de fuego oscuro, generando una explosion de energia que deja sendas llamas por doquier, la oleada de calor se ensancha, llegando hasta Kagaho, jugando con sus cabellos y sus ropajes, tal cual una brisa, el fuego y el viento se han cancelado en aquella explosion, -- Vaya -- susurra -- Parece que no solo sirves para huir -- indica mientras toma un respiro, unas pequeñas gotas de sudor perlan su frente, y las voraces flamas, se apagan por aquel momento, dejando solo la efigie del fenix oscuro enmedio de la arena, la violenta presencia de aquel sujeto apenas se percibe, amainando su energia, restableciendo su aura, pensando en cual va a ser el siguiente paso, el enemigo no era comun, y eso le tenia entregado ahora a aquel combate, se sonrie, una sonrisa dantesca, como de quien esta disfrutando un platillo que ha sido del gusto del comensal **
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**El santo de Sagitario abre sus ojos como platos al ver que su estrategia no dio resultados, y que su viento fue neutralizado por las llamas negras. Lo poco del viento de luz conjurado por Sísifo que aún remonta por el Coliseo logra apaciguar las llamas negras con su frescura y su luz; sin embargo y por desgracia aquella batalla está lejos de terminar. Sobre la piel del guerrero de oro resbalan gotas de sudor tibio debido al cansancio y al esfuerzo, sin embargo el centauro aún no está listo para darse por vencido. Lentamente, su respiración se normaliza y sus alas se retraen, plegándose de forma elegante a sus espaldas. Su cosmos, que antes ardía con la intensidad de mil soles, ahora es una ligera aura dorada alrededor de su cuerpo que emana un tibio sentimiento de paz. No es que su cosmos haya desfallecido, simplemente se ha tranquilizado como un inmenso mar sin movimiento. Sus orbes, azules y brillantes como zafiros, miran detenidamente a su enemigo como si intentaran resolver un acertijo. -Dime, Kagaho…- cuestiona -…¿Porqué peleas?- Sus interrogantes son sinceras, pues si bien su cosmos está lleno de ira y violencia; no se detecta maldad pura en él. El rostro del heredero de Quirón toma una franca seriedad, aun sin dejar de emanar la luz dorada que lo caracteriza.** #d0b02e
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** Los ojos sempiternos de aquel ariete oscuro, observa con denuedo a su oponente; los iris rojizos lo estudian, y su violencia se detiene por algunos instantes, escucha aquella pregunta con paciencia, y responde con unisono y satírica voz, -- Por lo que creo -- acota sin ningún oprobio en contra, demostrando así la fuerza de sus palabras, mas aquel sujeto de peculiar estilo y hasta similitud con el, le interesa y agrega -- No pareces ser cualquier caballero, por lo que te comentare esto; Ustedes no se dan cuenta del sufrimiento que se causan los mismos humanos así mismos, son egoístas y hasta ambiciones, son el lobo del hombre, defienden una sociedad que no quiere ser defendida, cuantos de ellos están dispuestos a sacrificarse por ustedes, ¿como ustedes lo hacen por ellos?, lucho porque yo creo que la tierra debe de ser limpiada y dar parte a un nuevo nacimiento de seres que no tengan esos defectos, quizás yo ya no la vea, o quizás sea tan impuro como para quedarme a gozar de ello, pero yo creo que el camino que ha mostrado Alone, es el correcto -- las palabras suenan coherentes, fuertes y concluyentes, mientras en su alrededor aquel cosmo comienza a emanar de nueva cuenta de una forma violenta, como es la propia estrella que le protege -- Por eso Sisifo, es que lucho, y lo hare hasta el final de mis dias, la humanidad merece renacer, pero para hacer eso, primero se necesita exterminar -- indica con tremula voz, segura y poderosa; toma una pausa mientras aquel fuego abyecto comienza a agolparse a su alrededor, aquel sujeto habia neutralizado su primigio ataque, por lo que tendria que cambiar su estrategia de combate, los iris rojizos se mueven, observando todo a su alrededor, espera **
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**El campeón de oro escucha detenidamente las palabras de su rival, y a pesar de no compartir su punto de vista, entiende los sentimientos de Kagaho. -Aún así…- complementa Sísifo, con una voz llena de sabiduría y compasión -… los humanos muestran un tremendo valor y un infinito amor. Nosotros luchamos para defender a la humanidad, pues cada vida es incalculablemente valiosa.- y con cada palabra, su cosmos arde con más y más fuerza; sin embargo a pesar de todo ese poder de oro, ni un rastro de violencia u odio se percibe emanado del ángel de Athena. Su luz, cálida y brillante, inunda los restos demacrados del coliseo y le da un aire ciertamente divino; en contraste con la imagen diabólica de su enemigo, como un ángel caído. Y, concluyendo con su charla, Sísifo menta con valor y autoridad -No te dejaré hacerlo.-, contestando al último comentario del Fénix negro. Sus álas nuevamente se extienden de forma majestuosa, y sus rodillas se flexionan mientras sus puños se cierran y se elevan en guardia. La mirada azul del heredero de Quirón se cruza con la de su enemigo, pues ahora sabe que no hay marcha atrás: Ninguno cederá ni permitirá al otro cumplir su objetivo y la colisión de poder, y probablemente la eventual muerte de alguno de los guerreros, serán la única salida.**
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** -- No tienes oportunidad -- Susurra mientras los orbes rojizos se esconden momentáneamente por los parpados que les cubren unos segundos, antes de abrirse a la debacle que se avecina; las llamas al unisono comienzan a obedecer a su convocador, agrupándose en su entorno generando una fuerte aura de energía oscura, la escena que se observa podría observar a un relato del génesis bíblico, donde el campeón divino intenta acabar con su nemesis oscuro, un hermoso lienzo, recrudecido por la pavorosa realidad, dos ángeles plasmados tan hermosamente retocados por aquellas alas que expresan su poderío, dos aves próximas a destrozarse, el guerrero de las llamas oscuras deja emerger en todo su alrededor una oleada de inmenso calor, su cosmo se enarbola, lleno de violencia, magnificencia, destrucción, ira, como era que aquel cosmo lleno de violencia no tenia un ápice de maldad pura en su corazón pocos lo sabían, a su memoria recurre entonces un rostro infantil, las lagrimas de un niño, y un cuerpo inmóvil, -- Por ti, se acabara la miseria, la ambición, y la pobreza, te lo prometo -- parece susurrar, orar, aquella visión se despeja de su rostro, y sus ojos parecen regresar al presente encuentro y acusando a aquella velocidad de la cual hace gala, el poderoso bennu se comienza a mover en una linea quebrada, apareciendo y desapareciendo como si estuviera usando alguna técnica de teletransportacion, mas lo que en realidad es aquella velocidad que le hace tan peculiar entre los de su orden, superando por algunos momentos la misma velocidad de los santos dorados, buscando situarse en apenas unas micras de segundo frente a su oponente, lanzando un recto a su plexo solar con la mano cubierta de aquellas llamas oscuras, tratando de tomarle desprevenido por la rapidez con que se mueve, iniciando asi el segundo curso del combate **
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**La velocidad del Bennu es impresionante y, efectivamente, toma desprevenido a Sísifo quién apenas ve un manchón negro acercándosele como un ave de rapiña. Antes de que pudiese efectuar cualquier defensa, aquel golpe impacta sobre su pecho y ahoga el coliseo en un estruendoso sonido de metal chocando contra metal. -Kgh…- se le escapa con dolor de entre dientes al santo antes de ser expelido a una tremenda velocidad contra las escalinatas que circundan el ruedo, impactándose violentamente contra la roca y dejando su silueta marcada sobre el mármol. De su peto una ligera columna de ardiente humo emerge, producto del golpe envuelto en llamas, que poco a poco se disipa para revelar cuarteaduras sobre la protección dorada y por sus labios la tibia sangre roja resbala hasta su mentón, de donde gotea sobre el suelo. Sin embargo, Sísifo no se da por vencido. Lentamente, el arquero de Athena se pone de pie aún emanando aquella luz de oro que, si bien su cuerpo se encuentra maltrecho, su cosmos aún arde con incalculable poder. -Protegeré a Athena… ¡Aunque me cueste la vida!- murmura para si, para después clavar sus orbes azules sobre los brillantes rubíes de Kagaho. Como si no conociera la derrota, Sísifo vuelve a ponerse en guardia mientras el viento comienza a danzar alrededor de su cuerpo: Primero de forma ligera, acariciando sus cabellos pero con cada segundo aquel torbellino gana fuerza levantando algunas piedras y polvo producto de la destrucción de aquella zona del coliseo. El legendario caballero de Sagitario se prepara para el golpe definitivo en contra del fénix negro.**
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** -- Veo que no eres ningún cobarde -- Musita mientras esta observándolo desde donde se encontraba aquel, segundos antes y donde como un ave que ha robado el lugar al otro, se yergue, agrega -- Salva la vida Sisifo, no tienes que morir el día de hoy -- indica con total sinceridad al tiempo que le observa ponerse de pie, mas cuando entiende que como el piensa, nunca abandonaría un combate aunque en ello le fuera la vida, entiende que tiene que pelear de la misma forma, para respetar su esfuerzo y poderío; sus alas se abren por completo, y aquellas hermosas flamas negras comienzan a bailotear por todo aquel lugar, conflagrando en un circulo de fuego a su alrededor, un aquelarre demoníaco; se muestran a reflejarse las sombras que proyectan en aquel holocausto, los Iris rojizos de aquel prelado oscuro observan los argelinos ojos de su oponente, ecuanimes, en ellos tampoco se reflejan el miedo o cobardia, sabe que no hay marcha hacia atras, su cosmo se ensalsa, aumenta, una oleada de calor se cimbra sobre el lugar y sus cercanias, -- Sea como sea, solo uno de los dos ganara el dia de hoy -- indica en un susurro, como un presagio para si mismo; Kagaho sabe que el oponente que tiene enfrente, es posiblemente tan poderoso y fuerte como el, y que posiblemente el tiene el mismo riesgo de perder la vida, por lo que se prepara y se aferra a la victoria, con una sonrisa jovial, disfrutando aquel combate **
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**Ante las palabras de Kagaho, el amable guerrero de Sagitario se exalta y responde con un tono molesto pues, aunque no lo pareciera, las palabras del fénix negro lo insultaban como santo dorado. -¿Cómo puedes decir eso? Mi vida le pertenece a Athena y mi deber está justo aquí…- y con cada vocablo, su cosmos comienza a arder con fuerza y el viento que rodeaba su cuerpo como un torbellino comienza a expanderse por todo el coliseo, levantando polvo y piedras sin mayor dificultad. -…entre tu ira y el Santuario.- concluye mientras su cosmos nuevamente llega a su clímax; y sus alas se abren nuevamente como las de un majestuoso halcón a punto de cazar a su presa. -¡Kheiron's Thyella!- exclama con fuerza mientras sus alones de oro comienzan a batirse con tremenda fuerza y su cuerpo comienza a despegarse del suelo debido al poderoso torrente de aire. El ventarrón es tal que las rocas comienzan a arrancarse del suelo y a resquebrajarse en cientos más pequeñas. A pesar de ser un viento entintado de dorado y capaz de apaciguar las llamas negras del infierno, como la anterior técnica del heredero de Quirón, esta vez el Eolo fuerza con una tremenda violencia capaz de golpear y derrotar al fénix negro. El verdadero poder del viento que destruye todo a su paso. Los ojos azules de Sísifo buscan el resultado de su técnica.**#d0b02e
Athena no Ite » Sajitariasu no Shīshuposu
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** Los iridiscentes ojos de aquel guerrero observan el poderío que despliega aquel ser dorado, y murmura algo para si -- Viento Huracanado .... -- una sonrisa se aprecia en la vista de aquel ser, al tiempo que su cuerpo se comienza a relajar -- Parece que el Garuda Flaps, tiene un simil entre los dorados, je! -- y sus recuerdos evocan la técnica de uno de los mas poderosos espectros en el inframundo, -- Bien, veamos entonces ... -- y lo ultimo que se ve en aquella cara es una grandiosa sonrisa mientras los iridiscentes ojos rubicundos se alegran de todo aquello, su cosmos se ensalza, agrandándose cada vez mas, cubriendo toda su sapuri, generando una especie de capa sobre su cuerpo y sus alas, no es fuego, es energía pura, y cuando se percibe el impacto de aquel guerrero con la técnica tan atronadora de su oponente, no se escucha nada, ni eco ni voz, ni quejido ni grito, la efigie del argento oscuro ha desaparecido de la faz, la destrucción es brutal, avasallante, los vientos remolinean, destruyen todo lo que se opone a su paso, el caballero había preferido sacrificar gran parte de su arquitectura hermosa, por acabar con un enemigo, lo cual indicaba que sabia de la peligrosidad del sujeto en cuestión, el viento termina, pero que abría pasado con el hado oscuro? **
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**Tras su destructiva técnica, el cansancio continua apoderándose de Sísifo, quién cae sobre él la roca con la rodilla izquierda y apoyándose con su mano derecha; en una pose significativamente derrotada. Su respiración es agitada, y el sudor que resbala sobre su tersa y herida piel cae sobre el ruedo fundiéndose con las arenas del coliseo. °°¿Lo… logré..?°° medita sin confianza el centauro de oro, buscando con sus ojos azules por todo el destruido lugar algún signo del fénix negro, sin éxito. Poco a poco la fuerza física regresa a su cuerpo, logrando con dificultad ponerse de pie y sin dejar de buscar con su cosmos y sus sentidos al siervo de Hades. Eólo besa su piel y acaricia sus cabellos con gentileza, brindando un erróneo soplido de esperanza a su corazón. Sísifo no estará tranquilo hasta ver derrotado a Kagaho, y saber que su gigantezco poder no será usado en contra de la humanidad.**
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** Toda aquella quietud no es si no la calma después de la tormenta, pero acaso el poderío del campeón dorado había detenido la violencia de su oponente, en ese momento se escucha con una voz que rompe toda calma en el lugar, y descendiendo como un cometa oscuro, una figura radiante, que se asemeja al fénix mítico envuelto en fuego descendiendo sobre la faz de la tierra, se escucha -- Rissing Darkness !!! -- entonces sucede que de aquella hermosa esfera ígnea que descendía, se separa otra que se conforma de un gran tamaño, generando un sol oscuro que hace arder el lugar elevando la temperatura del lugar en segundos, comenzando ha hacer hervir las piedras calizas de la arena que aun quedaba en pie, la otra esfera que desciende, se incrusta en la arena, no era si no el mismo kagaho, que cae con una rodilla por tierra y la mano diestra sosteniendo el resto del cuerpo generando un gran boquete, los rojizos ojos le observan ahora con un denuedo poderoso, su sapuri se encontraba ya con grandes daños, y las alas casi se han perdido en su totalidad, se hiergue mientras el sol negro se eleva en las alturas, limpiándose la comisura de la boca, su rostro esta marcado por la inclemencia de aquel poder recibido, y sus brazos presentan grandes golpes y magulladuras, símbolo de haber sido una hoja en aquel borrascoso vendaval, su voz vuelve a sonar -- Es un poder impresionante el tuyo, definitivamente si no hubiera sido por mi habilidad de volar, no hubiera podido salir con vida de ese ataque, sin embargo sisifo, es hora de que perezcas en la agonía mas fatal para los humanos, le muerte por insolación, el sol que observas te deshidratara, de hecho ya debes de estar sintiendo tu cuerpo sumamente cansado por efecto de la evaporación de tu agua interna -- explica con vehemencia mientras rengueando y goteando algunas gotas de sangre se va acercando a aquel que le ha inflingido tanto daño... -- He de reconocer que eres un gran campeón, pero la voluntad de mi señor hades, es mas fuerte aun -- se detiene bastante agitado y espera los acontecimientos, su cuerpo se encuentra de una forma tan entelerido que espera ese sea el final de aquel encuentro devastador, mas sabe que su oponente luchara hasta la muerte, asi que por si acaso decide respirar acompasadamente, esperando los acontecimientos venideros **
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**Con aquel ardiente sol oscuro quemando todo a su alrededor y elevando la temperatura del coliseo a niveles insospechados, las orbes azules de Sísifo se abren con impresión. Aún con una rodilla en el suelo, el guardián de Sagitario intenta responder sin embargo la humedad en su boca se ha ido y le resulta imposible emitir palabras. En un instante el guerrero de oro se encuentra bañado en su propio sudor, que pronto se evapora de sobre su mallugada piel que muestra ya signos de deshidratación; incluso su armadura dorada arde y pesa sobre su cuerpo. °°¿Será este mi fin? Athena…°° reflexiona mientras el calor golpea su cuerpo y su mente; sumiéndolo en los oscuros rincones de su alma e intentando que pierda el sentido y, posteriormente, la vida. Sin embargo, cuando Sísifo está a punto de rendirse y dejar que su cuerpo cayera sobre el ruedo, una vívida imagen llena de luz y amor aparece en sus recuerdos: Se trata de una joven de largos cabellos violáceos que juguetean con el viento, ojos esmeralda que lo miran con suma ternura y que posee una sonrisa tan dulce como el azúcar; una sonrisa transparente que sin duda brinda esperanza al corazón más desdichado. Además, es la sonrisa que ama Sísifo. Aquella imagen dura un segundo en su mente, pero es suficiente para que el campeón de oro no se dé por vencido. La técnica del fénix negro lo golpea cada vez con más intensidad, sin embargo en la mirada de Sísifo la determinación brota como una llama aún más ardiente que el sol oscuro. Aún con la rodilla sobre el piso, el cuerpo del héroe comienza a emitir un cosmos brillante y fuerte, parecido al del color del sol verdadero, mientras extiende su diestra mano con la palma abierta. De súbito, un relámpago dorado aparece entre los dedos de Sísifo y un bello arco brillante es sujetado con fuerza por el heredero de Quirón. De el espacio entre la hombrera derecha de y armadura y su brazo se materializa una flecha dorada tan legendaria como la orden misma de los santos, que Sísifo toma con el brazo libre y sin perder un instante la coloca en posición, tensando la delgada cuerda del arco y apuntando al corazón de Kagaho. El guardián de Athena no dice nada, e incluso sus cabellos castaños cubren su mirar. Aún así, su cosmos arde con fuerza y la afilada punta de la saeta dorada no pierde de vista el corazón negro del fénix.**
Athena no Ite » Sajitariasu no Shīshuposu
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| ** Y Kagaho no se equivocaba, aquella figura que ya se debería de encontrar inerte, le apuntaba ahora, sus pies se niegan a dar un paso mas, pues la devastación interna que ha sufrido se denota ya en la superficie, con sendos caminos carmesís sobre su cuerpo, le observa, con reticencia, con respeto, con gravedad y hasta con un dejo de asentimiento, es el respeto de los enemigos, cuando se sabe que se ha dado todo, y se ha respondido con la misma moneda, así observa Kagaho a aquel que ahora tiene en su eslora aquella punta dorada, una tétrica sonrisa se observa ahora en su cara -- Como pensé, ni aun en la agonía bajaras los brazos sisifo -- luego entonces y sin mediar nada, aquel sol se desvanece con una total singularidad, el cuerpo de Kagaho aun maltrecho gira sobre si mismo, comenzando a alejarse, sus presencia se adapta a las sombras que lo protegen mientras habla -- Eres un excelente oponente, que por el momento no merece la muerte, cuida tu fuerza y tus valores, pues Hades no es el real oponente al que debe de combatir el santuario, a veces hay hilos mas profundos que se tienen que investigar -- cerca de ahí, unos rubicundos ojos observan la escena, un sujeto, enterrado en el suelo, trata de pasar desapercibido, guarecido en una armadura oscura, tétrica, por demás aberrante, esquelético el cuerpo, que deja escapar un quejido cuando el pie de kagaho se coloca sobre la espalda de aquel horrendo ser -- Y bien, tu ama estará a gusto con el informe que envíes? -- mientras el otro deja escapar otro gutural grito, poco después ambos espectros desaparecen dejando desolado el lugar de aquella batalla **
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**Aún cuando el fénix negro se aleja y su ardiente sol oscuro desaparece, Sísifo no deja de tensar su arma dorada que apunta con su mortal filo directo al corazón del enemigo. Tras la desaparición de Kagaho, aquella flecha se desintegra de súbito en miles de partículas de luz dorada, esparciéndose en el ambiente hasta perderse de vista; es entonces que el caballero dorado coloca el extremo inferior del arco sobre el rocoso suelo y lo utiliza como apoyo para poder ponerse de pie tras las graves heridas que ha sufrido. Sus ojos, tan azules como el mar, han perdido un poco de su calidez y se encuentran embebidos en tristes reflexiones ligadas a las palabras del Bennu. Aquel guerrero negro es un oponente fiero, violento y lleno de poder pero Sísifo no logra detectar la semilla de la mentira en su ser. ¿Será que habla con verdad y Hades no es el verdadero enemigo a derrotar? A lo lejos, el guardián del noveno templo puede sentir el pequeño pero vivaz cosmo de otros santos que se apresuran al lugar del combate como apoyo a Sísifo y a sus otros compañeros caídos. Es entonces que el maltrecho arquero dorado mira al brillante sol y siente por primera vez la calidez de este, y no su ardor. Y ahí se queda, apenas de pie, esperando que sus compañeros lleguen como apoyo a los guerreros derrotados y que el pida una audiencia con Athena, la dueña de su vida, para exponer las dudas que ha plantado Kagaho en su corazón.**
Nota: Creo que hemos terminado nuestro combate, Kagaho. ETe agradezco por esta excelente batalla, y quedemos atentos ante la desición de un juez.
Athena no Ite » Sajitariasu no Shīshuposu
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Saludos
Una excelente batalla si me es permitido decirlo, es una de las mejores que se ha visto por aquí, mis felicitaciones a ambos rolers, realmente es una batalla de emolumento digno de cualquier torneo ojala pronto lo veamos en otro ámbito.
Sisifo; Control del caballero y personalidad, solo un punto a aclarar, el fuego del fénix egipcio; y el fuego del Kyoto Garuda no son similares, uno lo produce a partir de la inflamación de las almas de sus soldados, y/o en algunas de sus técnicas podemos apreciar algunos chispazos de fuego, mas no elemental, mientras que el fuego del fénix egipcio es un fuego directamente fatuo, y precursor directo de sus técnicas, por lo que aunque el viento divino de sisifo puede apagar el fuego de Aiacos, en mi propia opinión e interpretación personal a razón de hacer un estudio mas afondo, creo que no podría apagar tan fácilmente el fuego de Kagaho que se viene pareciendo mas a un amaterasu. Salvo ese punto, no encontré otro grado de inflexión, vi soltura, y fuerza, quizás falta un poco mas de pensamiento por su "amada" athena, pero dentro de todo creo que podemos ver a un sisifo ordenado y valeroso, fuerte y de buena presencia.
Kagaho; Aquí debo de hacer un reclamo directo, te empiezas a acostumbrar a rolear de acuerdo al oponente, y no debe de ser así, tienes que tener una calidad de roleo estándar sea quien sea el oponente, en este combate subiste el nivel a como fue requerido, pero en el combate de espectros realmente me dejaste mucho que desear, creo que por respeto a todos tus oponentes no debes de variar tu estilo de rol; el personaje como siempre fuerte y decisivo, noble en su forma de actuar, y quien disfruta de sus batallas, debes de mejorar un poco el ambiente sobre el que te desarrollas, una buena estrategia al enfrentar el viento divino de Sisifo, y ante la duda arriba expresada muy buen manejo de una asintonia presentada respecto del anime.
Sin acotar mas, ambos representaron bien sus papeles, con pocas faltas de ortografía buena gramática, y lo mejor, excelente coherencia y seguimiento de ideas, por lo que sin tener mas que evaluar, según mi opinión este combate termina en merecido empate, sobre todo por la habilidad de ambos de no terminar un combate directamente con la muerte de los personajes, ya que no siempre debe de ser así, el termino de las batallas, combates etc.
Veredicto: EMPATE
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