Petición - Santo Dorado de Cáncer - Ng Lc - Nuevo Genesis Lost Canvas

*El cruel santo de cáncer, portando su lustrosa armadura dorada tintineante ante la luz de las antorchas, mira con desdén al rival de bronce frente a él. Su rostro esta pintado de orgullo y sus ojos, azules como el mar, no tienen más que lástima para el santo de dragón que osó levantar su puño contra el santuario. -¡Shiryu!- exclama con un tono burlón mientras, de súbito, su cuerpo se ve envuelto en una brillante luz dorada que quiebra las sombras del lúgubre templo de cáncer pero, en vez de hacerlo menos hórrido, la luz del santo hace que la cuarta casa tapizada de rostros se vea aun más tetrica -¡Prepárate para sufrir el peor de los destinos y convertirte en un rostro más de la casa de Cáncer!-. Su cosmoenergía gana fulgor y fuerza con cada segundo, sintiendo su yugo por todo el santuario. Los cabellos del dorado se mecen debido a su poder y la blanca capa a sus espaldas se agita con violencia; sus ojos brillan con una luz maligna, propia del mismo Satanás. -¡¿Ahora entiendes porque me llaman Máscara de la Muerte?! ¡Este lugar será tu tumba, pero tu alma jamás descansará!- sentencia mientras su poder llega al clímax y el aire se llena de estática que, de vez en vez, se quiebra en forma de relámpago que zurca la brumosa casa de Cáncer.*

*Con una gracia casi perversa, el santo dorado de Cáncer eleva su brazo derecho y extiende su dedo índice en dirección al cielo, sin despegar sus diabólicos ojos azules del caballero enemigo. El yelmo dorado que corona su rostro proyecta una sombra maligna sobre su faz, pero el resto de su cuerpo se ilumina en la luz dorada propia de los santos de su estirpe. Todo su poder se arremolina sobre la punta de su dedo índice derecho e incluso las almas perdidas que vagan eternamente por la casa de Cáncer comienzan a generar movimientos en espiral alrededor de la falange de Máscara de la Muerte cada vez con más velocidad, generando un aura blanquecina parecida a la tez de un cadaver. -¡Es tu fin, caballero dragón!- exclama entre carcajadas mientras, con su cosmo al máximo, dirige su dedo indice en dirección del aprendiz de Libra. -¡Ondas del Infierno!- exclama con una voz que parece más la de un maníaco que la de un santo, mientras de la punta de su índice un espiral blanquecino sale disparado en contra de su enemigo. Aquellos anillos cósmicos se expanden con cada milímetro que avanzan a velocidades iguales a la de la luz, dificultando un posible escape. La técnica del cruel caballero no es un común golpe físico ni mental, sino que busca separar el alma y el cuerpo del caballero dragón, convirtiéndolo en un muerto viviente y enviar la energía restante a la entrada del mundo de los muertos.*