* Ante los acontecimientos que han dado inicio a la invasión de Asgard sobre el Santuario, por parte de Hilda de Polaris y sus Dioses Guerreros, los cuales dan inicio crueles batallas en las dos primeras casa zodiacales, mientras una altiva y esbelta figura vestida de pie a cabeza por uno de los siete sagrados nórdicos, manifiesta en su avance por las escalinatas ascendentes de mármol un elegante vaivén de hombros, de los cuales destaca su hombrera diestra que personifica al mitológico dragón bicéfalo de las leyendas del extremo norte de Europa conocido como Fafner... "Los mandatos de la señorita Hilda es liberar del sufrimiento a nuestro amado pueblo y para ello, debemos empezar destruyendo el Santuario de Athena y así podrá...“ Son los pensamientos inconclusos del misterioso joven, quien detiene sus pasos en la entrada de la tercera casa zodiacal, la cual destaca en sus pilares la estatua de dos gemelos, una en cada una de los soportes... "Para ello debemos cumplir con nuestra misión, juro a mis queridos hermano que sacrificaré mi propia vida para lograrlo" Ante tales palabras llenas de valentía que surcan en su mente, deja caer sutilmente sus parpados hasta ocultar paulatinamente su mirada, al instante que parte de los cabellos que se vislumbran bajo su casco protector producto de la brisa del lugar, el cual expresa la segunda cabeza de la criatura legendaria que representa su armadura. Sin embargo, la corriente del lugar cambia radicalmente volviendo el ambiente cada vez más tenso, en el preciso instante que el comandante de los asgardianos abre con determinación sus ojos, reflejando en sus pupilas el tercer templo correspondiente a Géminis, para acto seguido, retomar con determinación su camino e introduciéndose hacia el interior del mismo, a medida que su humanidad comienza a perderse de vista por las sombras que proyecta el sagrado sitio... *