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*Ese día tan esperando, al fin había llegado... El manto estelar bajo el regazo de la dama nocturna anuncia la llegada de una nueva era ante un fenómeno paranormal por primera vez visto desde hace más de doscientos años, pues el cielo oscuro proyecta cientos de líneas que descienden como estrellas fugaces hacia la tierra, un acto que podría ser ignorado por muchos, pero ante los ojos de un hombre en particular, solo obtiene una resultado, como mayor significado...-Así que al fin ha llegado el momento- comenta para si mismo, aquel hombre que representa la máxima jerarquía dentro de las ochenta y ocho estrellas de Athena, una por cada alma de caballero dispuesto a sacrificarse por el bien estar de la tierra, investido por la segunda armadura de oro, representante de la constelación de Tauro permitiendo que su rostro protegido por ese casco de cornamenta, aprecie con cierto asombro y seriedad esa señal astral que ahora toma su mayor preocupación "Las almas de los peores guerreros han de regresar a los cuerpos mortales... Eso solo significa una cosa..." entonces, sus facciones cambian frunciendo su moreno rostro y su gruesa ceja negra, para dejar caer lentamente sus párpados hasta sellar por un instante su mirada -Athena...- esboza, volviendo a elevar su mirada hacia el horizonte, desde un punto muy elevado conforme a la décima tercer casa zodiacal, la habitación papal -Debo informar de inmediato- dejando así que su gigantesco cuerpo gire sobre su eje, blandiendo su capa jerárquica de seda blanca por el aire, para ponerse en marcha hacia el interior de ese recinto, cruzando el hall con rápidos pasos mientras su mente consume una y otra vez las ideas de peligro y toda la movilidad que ese episodio representa aun nuevo futuro, hasta que sus ojos finalmente pasan la cortina en la parte final del templo y se encuentran con los aposentos de Athena, un lugar sencillo y elegante, donde reside la joven destinada a sufrir por la humanidad y resistir con todo su amor para poder brindar nuevos frutos a siguientes generaciones...-Señorita Athena- Esboza con delicadeza, llevando su brazo derecho hacia su hombro izquierdo, para luego flexionar sus rodillas y permitir que su izquierda inferior toque el piso, mientras la derecha, mantiene un sustento con la planta del pié pegada al suelo como una total señal de sumo respeto, para luego lentamente, llevar ambas manos a retirar su casco y colocarlo a un costado de su cuerpo -Aldebarán de Tauro a su servicio, necesito dialogar con usted sobre un suceso importante, espero no sea un incomodo en este momento, pero la situación es importante y es necesario que usted, lo sepa Athena- permitiendo que su mirada se eleve y se enfoque en esa joven, esperando una respuesta de su parte, para proseguir con ese tema que tanto inquieta su bondadoso corazón*
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**Desde épocas mitológicas la disputa por el control de la Tierra se ha llevado a cabo trascendiendo de generación en generación sus épicos ideales. Entre oráculos y profesías, los dioses han llevado a la humanidad a múltiples desafíos y guerras con tal de tomar el control sobre la misma; sin embargo, la cálida luz de una joven diosa durante todos esos ciclos de dolor y avaricia ha logrado frenarlos y sellarlos para brindar a futuras generaciones esperanza y armonía. Así transcurrieron los siglos hasta que en una noche, el intenso brillo de la gran Selene llama con su singular belleza la atención de Athena quien se encontraba aún en las terrazas de su templo contemplando el plácido descanso de quienes la custodian. Entonces sus orbes casi por inercia se levantan hacia el firmamento nocturno para inmediatamente ser envueltos por el embrujante paisaje que se ha dado presente sobre la Tierra. Sin duda alguna aquella es una noche espléndida y maravillosa ante los ojos mortales que yacen descansando en sus respectivos aposentos, admirando lo que para ellos es un regalo de la madre naturaleza. Centenares de astros jugueteando a velocidad sobre el azabache manto es el escenario perfecto para el romance, para el estudio, para la poesía o simplemente para solicitar un deseo acompañado de ese sutil aroma de paz que la brisa lleva consigo de lugar a lugar pero que al mismo tiempo acarrea esos viejos aromas de sangre y guerra que al parecer una vez más se hace presente en esta era. Aún así, éste encanto no deja de ser digno de admiración y respeto...
"Una vez más ha llegado el momento..."
A partir de ese momento, la claridad de su rostro, antiguamente personificando serenidad, se vio ligeramente perturbada encendiendo en sus ojos un tizón de preocupación y angustia, entrando así a una especie de trance que es brevemente irrumpido por la llegada de quien en esta nueva era se consagraría como su nuevo patriarca. Entonces, ligeramente su cuerpo gira para posesionarse en dirección frontal a éste y así conectar su mirada con ese inquietante petitorio que transmiten los vocablos de Tauro.
- No me has incomodado en absoluto Aldebarán, al contrario es mi deseo también llevar a cabo una conversación contigo.. Al parecer ambos hemos percibir lo mismo... - Palabras con las que invita a su fiel guerrero iniciar su respectivo diálogo.**
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*Con un gesto de bondad absoluta, el Toro se pone de pie devolviendo una leve sonrisa a esa joven, pero su preocupación es tanta, que inmediatamente su rostro regresa a la seriedad...-Me temo que eh presenciado una anomalía en las estrellas, una que ha dejado una sensación que solo me hace pensar...- esboza pausando su habla para poder profundizar su mirada en esa imagen inigualable delante de su presencia, esa esencia pura llena de amor y bondad, pureza al extremo...-Hjmm Sin embargo, no es del todo seguro... Pero un campo de estrellas fugaces se abrió paso por el cielo hacia distintos puntos de la tierra, pero pude sentir un gran cambio que hizo temblar por un instante la fertilidad de este mundo...- Lentamente, sus párpados se cierran, dejando reflejar la sinceridad existente en su rostro, al igual que la justicia que impulsa esa preocupación intensa en su interior y sobre todo ahora, que una gran responsabilidad depende de su eficacia...-Puedo asegurar, que se trataba de almas en un momento de reencarnación y esa es mi mayor preocupación... ¿Usted también lo ha podido sentir, cierto, señorita Athena?- expresa con toda la delicadeza posible aquel hombre de rasgos brutos y gigantesco tamaño que representa la ley dentro del santuario, la justicia y el honor por sobre todo junto a la gran carga que con orgullo porta, defender el futuro de las próximas generaciones*
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**Atentamente escucha cada una de las frases con las que Aldebarán inicia la conversación, haciendo que por breves segundos su piel se entremezca pues ahora siente seguridad de que lo que acaba de percibir no es solo un acto ilusorio de su mente. Entonces, dirige unos cuantos pasos hasta cortar la distancia que los separa para finalmente apoyar una de sus manos sobre uno de los brazos del muchacho y dejar escapar su respectiva apreciación.... -Yo también hace poco pude presenciar dicho fenónemo, más que nada impulsada por una extraña sensación como si fuese algun encanto, lo que me hace pensar que lo que esa anomalía que has percibido no es una simple fantasía...- Tras lo expresado, un leve suspiro escapa de sus labios mientras sus pensamientos siguen fluyendo entorno a lo que posiblemene está por dar inicio en ésta época... -En todo caso Aldebarán, ahora más que nunca debemos mantener la debida templanza para evitar inestabilidad innecesaria en los demás hasta tener total certeza de nuestras suposiciones...- Acota manteniendo clavada su mirada sobre el toro dejando únicamente que su cosmonenergía empiece a fluir por el perímetro en señal de toda la confianza que alberga en su corazón hacia el y a todos quienes estén dispuestos a velar por el bienestar de la humanidad. **
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*Un solo instante es suficiente para determinar con gran vigor, lo mejor para el santuario, pues con solo ver el rostro preocupado de Athena y sentir el tacto de su piel y su cosmos a través de la misma es suficiente para llenar cualquier alma de voluntad y fuerzas...-Los caballeros Dorados somos fieles a Usted, señorita Athena, lo mejor será permanecer a la defensiva, pero tampoco perder el tiempo... Necesitamos encontrar la forma de conocer la verdad que transcurre como un enemigo invisible ante nosotros y no podemos permitir que el tiempo sea su aliado- Ahora su semblante serio impone una sabiduría latente, mientras sus pensamientos viajan a través de los caballeros con los que cuenta el santuario a la Actualidad -Me temo que será algo prioritario cuidar de su bien estar y del Santuario ante nada, es el pilar principal para el sustento de la humanidad... Saga, Death Mask, Shaka, Dohko, Camus... y Yo, Aldebarán, estamos dispuestos a arriesgar su vida por Usted y por la tierra y cada ser que habita en ella... Ahora dependerá de nosotros, Athena, es usted quien no debe preocuparse- Así, un paso de retroceso le permite flexionar sus piernas para tomar su casco de la armadura de Tauro y sujetarlo bajo su brazo -Igual los más jóvenes y Argol junto con Albiore, los caballeros de plata que de momento custodian la seguridad del Santuario, pero aún así, con tantos caballeros dispuestos a defender este lugar, me temo que debemos arriesgarnos a ampliar nuestro terreno- expresa caminando hacia la parte de atrás, donde un sitio permite la visual del cielo oscuro que cubre al Santuario -Varios caballeros deberán conseguir la información que necesitamos, si no de lo contrario estaremos aún más expuestos a un ataque prominente...- permitiendo así, develar una de sus principales ideas, movilizar chivos expiatorios a través del mundo, para garantizar la información necesaria y conocer que sucede exactamente en estos tiempos difíciles y cambiantes, el posible inicio de una nueva guerra santa...-Mientras tanto, usted debe permanecer aquí y descansar mientras intentamos descubrir que sucede... Tengo algunas corazonadas que pueden dar resultados- devolviendo su mirada a la joven, con una leve sonrisa que inspira seguridad y confianza en aquel Patriarca regido por la constelación de Tauro*
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**Sus orbes esmeraldas resplandecen bajo esa coraza de firmeza y determinación con la cual su caballero de Tauro y a la vez Patriarca está dispuesto a defender esos ideales de justicia y paz que desde la era mitológica se ha tratado de mantener sobre el planeta...-Agradezco mucho esa sublime vocación de protección a mi persona así como esa inquebrantable lealtad, más, si comparo mi vida con la de toda la humanidad es tan pequeña y efímera como un parpadeo, pues el espíritu y corazón de cada uno de ustedes es tan grande que incluso llegan a generar milagros, cosa que para un mismo Dios se hace imposible... Por ello, es que no me gustaría que inquietaremos innecesariamente a nuestros soldados..- Pausa su intervención al sentir como su fiel compañera empieza a resonar con cierta fuerza en su diestra ante esa seguridad con la que el robusto hombre expone sus pensamientos e ideas como si estuviese dando su respaldo a dichas iniciativas, ante lo cual,deja escapar de ésta un suave fulgor a través del cual desea dejar asentado su firme promesa de llevar de mejor manera la protección no solo del santuario sino del mundo entero... -Tienes razón Aldebarán, es momento de expandir nuestras barreras y tomar a rienda suelta nuestras corazonadas pues éstas muchas veces guían mejor que la misma razón- Tras lo pronunciado, eleva una vez más sus orbes hacia el estrellado firmamento y con una sutil sonrisa en su rostro, prepara una vez más su espíritu para seguir cumpliendo con su misión en ésta nueva era... - Aldebarán cuéntame un poco más sobre tus corazonadas..- Ahora su tonalidad de voz se transforma en seriedad pero manteniendo esa calidez que la ha caracterizado. **
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*Cada palabra emitida por la diosa protectora de la tierra, causan una conmoción y a su vez, una sensación que inspira coraje, valentía, algo otorgado por el cosmos de esa frágil joven, pero con un corazón más rudo y duro que el de cualquiera..."Athena... A pesar de conocer el peligro al cual te expones y de la magnifica esencia que posees, no dudas en compararte con nosotros los humanos, seres insignificantes ante tu presencia gigantesca" mentaliza por un instante, para luego mirar a la joven con una seguridad total en su rostro...-Sinceramente Athena, mi mayor preocupación en este momento es lo que podría desencadenar si esto que hemos sentido significa el regreso de entidades familiares a su procedencia para aclamar la tierra, como lo marca las historias de las generaciones pasadas, pero mi mayor preocupación es que se esté dando en un lugar fuera de la superficie de esta tierra- señala llevando su mano derecha a su mentón, pensativo...-Creo que lo más sensato sería investigar y vigilar sobre las áreas pertenecientes a las entradas del mundo submarino... Aunque el regreso de los muertos, no podría asegurar un lugar específico, debemos estar pendientes del resto del mundo en estos próximo días- entonces, con una convicción inigualable, Aldebarán inhala una gran porción de aire por su nariz que infla su pecho aumentando el volumen de su zona pectoral, acorazada por la dorada protección de Taurus...-Athena, Opino que es prudente enviar a algunos caballeros a Bluegard y sostener una guardia sobre el Cabo Sunión de momento... Si se llegase a revelar actividad que involucre entes que pondrán en peligro a la vida humana, entonces, será su decisión el siguiente paso... Desde ahora el santuario se encuentra en alerta y todo aquel que no sea un caballero de Athena o un Aliado no podrá atravesar las doce casas- enuncia con firmeza, inspirando una confianza única que permite develar un temple basado en la cordura y la sensatez junto a la sed de justicia y el gran sentido del honor...-Los soldados formarán un perímetro en los límites del santuario para que nadie pueda ingresar sin ser vistos... Somos pocos caballeros hasta ahora, pero por usted, Athena daremos hasta la última gota de nuestras vidas- para luego, devolver el moreno procedente de la región sur americana, esboza una efímera sonrisa que libera todo gesto de preocupación, como si todo realmente estuviese bien*
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** Los segundos transcurren y aquella lluvia de estrellas fugaces al parecer ha cesado dejando únicamente a su paso pequeñas estelas que inmediatamente se van apagando sobre el manto oscuro de la noche. Sin duda, su encanto ha logrado maravillar a todo quien tuvo la oportunidad de admirarlas y cautivar sobre todo a los grandes científicos que constantemente las estudian con profundidad; aun así, han sido adicionalmente portadoras de inquietantes presagios....- Si, es necesario mantener todas las regiones cubiertas por si acaso en una de ellas el mal vuelva a presentarse...Sin embargo Aldebarán, también puedo sentir debilidad en el sello con el cual sellamos a Hades hace 243 años, por lo que, no debemos descartar la posibilidad de su pronto resurgimiento y para ello será importante mantener una constante lectura de las estrellas desde Star Hill... Por lo que, puedes empezar a mover a nuestros guerreros como mejor creas necesario, tienes no solo mi respaldo, sino mi entera confianza - **
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*Afirmando con un movimiento de su cráneo, el Toro se dispone a girar sobre sus talones para avanzar hacia la puerta de salida y comenzar con su labor, pero luego de unos pasos al frente, vuelve a detenerse para mirar a la joven por encima de su hombro...-Cuente conmigo siempre, jamás la defraudaré, Athena- y así proseguir el camino, hasta salir por el portón hasta la entrada del décimo tercer templo, donde pasando las puertas de madera, se haya un cielo despejado, claro y hermoso..."El sello de Hades... Entonces no será solo una amenaza, si no dos en conjunto... Ya veo, deberé actuar rápido y convocar a los caballeros para sus respectivas misiones, antes de que sea demasiado tarde..." entonces, cierra sus ojos por un instante, permitiendo pensar con exactitud cada uno de sus movimientos, para comenzar a actuar, a cumplir su juramento de proteger el futuro de nuevas vidas que serán los próximos sustentos para este mundo*
CONTINUARÁ....
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