|
---Ng Sd >> SS - Classic Tournament: R2 » Isaac de Kraken Vs Deathmask de Cáncer
Elegir otro panel de mensajes |
|
De: JoKeR-MaN (Mensaje original) |
Enviado: 08/10/2015 23:07 |
..Vs..
Lugar: Casa de Cáncer
Hora: Media noche
Contexto: Poseidón ha enviado a sus Marinos a tomar por sorpresa el Santuario y acabar de una vez por todas con su eterna enemiga y sus santos. Los poderosos guerreros de Poseidón ahora se baten en las casas de Aries, Tauro y Géminis y el poderoso Kraken se dispone a tomar la cuarta casa, sin embargo su guardián lo espera para tomar su rostro y añadirlo a su colección.
Inicia: Isaac de Kraken.
..:: Roll On ::..
|
|
|
Primer
Anterior
2 a 16 de 16
Siguiente
Último
|
|
*Tres de las llamaradas azules del reloj de fuego se han apagado ya, las cuales representan a las tres primeras constelaciones del Zodíaco que a su vez tienen su representación terrenal en doce guerreros que cuidan los doce partenones zodiacales, tres de ellos han caído ya a manos de los generales de Poseidón que se encuentran invadiendo el Santuario con la misión de llevarse la cabeza de Athena y darsela a su emperador Poseidón como trofeo de batalla "Cáncer... estoy seguro de que será igual de débil que los anteriores" piensa uno de los caballeros del submundo que recorre rápidamente los escalones que faltan para llegar a la casa perteneciente al Cangrejo Celeste, observando a través de su único ojo visible el enorme pórtico de entrada al lugar en cuyo interior predomina una oscuridad similar a la de un sepulcro sellado, sin emabrgo aquello no resulta suficiente para amedrentar al general marino de Kraken quien finalmente apoya su pie izquierdo en el último de los escalones blancos de mármol que antecede a la entrada y dando un salto hacia adelante, se dispone a ingresar* |
|
|
|
*Las fuerzas de Poseidón golpean al Santuario de Athena con la misma violencia con la que las olas del mar rompen contra los riscos griegos; y, de la misma manera que el océano es repelido, las fuerzas de la justicia defienden su refugio con valor de admirar. La batalla adquiere una magnitud considerable llegando incluso al corazón de Santuario, las 12 casas del zodiaco, donde ya se libran varias batallas colosales. El valor, la justicia y el poder son los estandartes que los guerreros de ambos bandos portan con orgullo, sin embargo, en el cuarto partenón, un caballero de oro espera con ambiciones muy diferentes. Si bien su cuerpo es protegido por una de las 12 armaduras doradas, otorgadas sólo a los más poderosos héroes entre las filas de Athena, el corazón de este centinela está podrido y emana pura maldad. Cientos de rostros humanos tapizan las paredes, piso y techo de aquel palacio, quejándose de una manera apenas audible del eterno tormento al que los ha sometido su guardián. Ante el inminente arribo de su oponente, una carcajada tan espeluznante que helaría la sangre del más valiente de los hombres retumba con fuerza por todo el lugar -¡Bienvenido al templo de Cáncer, Marino!- da la bienvenida la misma voz, pero es imposible localizar su origen dentro del oscuro templo, apenas iluminado por tenues antorhcas. Oculto entre las sombras de su templo, el cangrejo aguarda con una sonrisa en los labios a la desdichada alma que ose penetrar el templo del cangrejo dorado, saboreando un nuevo rostro para su colección.*
..
|
|
|
|
*En ese momento en que el único ojo funcional del general marino protector del pilar del Océano Ártico se llena completamente de la maldad abspulta que habita en ésta casa y la decora completamente cual si fuera una alegoría a la muerte, a todo lo cruel que puede llegar a existir en la humanidad, causando una seria molestia en el corazón guerrero de aquél quien expresa entre dientes -¿Esta clase de lacras protege a Athena? ¿Supuestamente es ésta gente la que combate en contra de la utopía del señor Poseidón?- sus puños se aprietan con tanta fuerza que las piezas metálicas de la Scale marina que recubre su cuerpo producen un suave tintineo al friccionarse ligeramente entre sí debido a la forma en que los músculos del Marino se hinchan al tensionarse -Esto es algo que no puedo permitir... los seres como tú deben desaparecer de la faz del Universo, no tienen un lugar en el mundo perfecto que el señor Poseidón intenta crear...- su molestia se refleja en el ardor blanquiceleste del cosmos que comienza a envolverlo y a bajar lentamente la temperatura de su espacio personal, sin embargo la cólera no lo abruma del todo, pues por una cuestión estratégica permanece en la puerta de la cuarta casa zodiacal, para evitar ser sorprendido por la espalda* |
|
|
|
*Una nueva carcajada retumba entre las paredes de la casa de Cáncer ante la irritación del General Marino, burlándose de su cólera. -¿No te gusta la decoración?- cuestiona aquella voz con un tono de mofa, mientras una luz dorada comienza a emerger del oscuro fondo de aquel templo, ganando mayor fulgor con cada segundo. -¡Estos rostros son mis medallas al valor!- exclama con un tono de locura aquella voz que parece acercase cada vez más a Isaac -Cada rostro torturado que nos rodea pertenece a un ser humano que maté con mis propias manos. Ninguna de estas almas conocerá jamás el reposo y están condenadas a errar por siempre en esta casa de Cáncer. Sus caras están deformes porque ni la muerte ha puesto fin a su sufrimiento.- Dice entre risillas. Para este momento, la luz dorada irradia con fuerza, quebrando gran parte de las sombras, y el cosmos de aquel hombre se hace sentir por todo el templo con fuerza de consideración. -¡Ellos son testigos de mi fuerza!- menta, para después aparecer en el campo visual del enemigo: Un delgado hombre protegido por una singular armadura dorada, adornada con muchas terminaciones filosas y agresivas. La energía que desprende mece la blanca capa que cae a sus espaldas, y agita su encrispada cabellera violacea, que sobresale del yelmo que cubre su rostro y que imita con elegancia las patas de un cangrejo. En los labios de aquel hombre se dibuja una diabólica sonrisa, y sus ojos irradian un luz maléfica como si, a pesar de su estatus de caballero dorado y guardián de la justicia, el fuera la encarnación del mal. -¡Soy el santo centinela de la casa de Cáncer, y creo que entenderás porque me llaman Máscara de la Muerte!- se presenta, haciendo crecer su cosmos con cada segundo y clavando su mirar en el único ojo bueno del Kraken glaciar. La batalla entre por el cuarto templo está a punto de comenzar.*
..
|
|
|
|
*-He aprendido que los sentimientos no sirven de nada, que son sólo una carga a la hora de la batalla- expresa el representante de la bestia marina cuya cosmoenergía continúa aumentando en forma exponencial, trazando una ligera capa de hielo sobre el suelo en tanto la temperatura del ambiente comienza a descender en tanto pequeños copos cristalinos de nieve danzan en el espacio personal del Marino y comienzan a expandirse -Sin embargo, tu actitud me causa repulsión... yo, Isaac de Kraken, me encargaré de que sea ésta la última vez que ostentes tus trofeos- la furia del Kraken se hace sentir en el lugar a medida que el peliverde comienza a caminar hacia su rival acercandose peligrosamente paso a paso hacia donde se encuentra el cuarto campeón zodiacal y sus pasos dejan en el salón un ligero eco metálico que es oído por los rostros que contemplan desde su mortuorio lugar el combate que está por desatarse** |
|
|
|
*El templo de Cáncer, antes sumido en sombras, ahora se convierte en el escenario de un magnífico espectáculo de luces que revuelan por cada rincón de aquella casa de tortura. Resplandores dorados y blancos danzan por los aires, reflejo del inmenso cosmos de ambos guerreros colisionando entre sí, y convirtiéndose en el preludio de una batalla entre los más poderosos soldados de su clase. Sin perder la grotesca sonrisa del rostro, el campeón de Cáncer da un paso más en dirección del gélido Kraken demostrándole que su poder no lo intimida. -No me importa lo que pienses, tuerto.- exclama burlón mientras señala a su enemigo con el dedo índice derecho, haciendo que su cosmos arda aún más con cada segundo que pasa -Yo soy un santo de Athena, y tu eres el mal de este mundo. ¡Yo venceré al mal!- son las retorcidas palabras del asesino de oro, cuya mente oscura y depravada no alcanza a divisar el horror de sus crímenes. -¡Muere!- exclama justo antes de jalar su puño a la cintura y después proyectarlo incontables veces en contra del enemigo que se acerca. Cientos y cientos de haces de luz salen en dorada salen disparados de la diestra de Máscara Mortal, entrecruzándose entre ellos para prevenir una ruta de escape, con la firme intención de golpearlo en cada ángulo de su cuerpo. La blanca capa se agita con violencia y el rostro del caballero dorado se ilumina por la luz de los golpes, dándole un aire aún más siniestro a la sonrisa que se dibuja en sus labios.*
..
|
|
|
|
*Las palabras del caballero dorado de Cáncer causan una severa molestia en el guerrero del Submundo quien hace notar la cólera de su alma en la explosiva elevación de su cosmoenergía en el momento en que el rival despliega su primer ataque, del cual el Marino, instruído en el combate cuerpo a cuerpo y dotado de una gran resistencia física, sabe que simplemente debe evitar ser alcanzado por los golpes más fuertes mientras que los más débiles simplemente los deja pasar y los recibe pues no resultan suficientes nisiquiera para macar su Scale marina mientras retrae su diestra y aguanta un par más de golpes-¡Tú eres el mal, un mal que se acabará aquí y ahora! ¡Polvo de Diamantes!- invoca el nombre de su técnica básica proyectando el brazo derecho hacia el frente intentando interceptar con su puño uno de los golpes de su oponente produciendo en el mismo momento una ráfaga de viento congelante hacia adelante con lo que busca interceptar al rival de lleno con un ataque a quemarropa y envolverlo en un torbellino de aire helado, buscando asimismo sacar el mayor provecho posible de la distancia tan nula que existe entre ambos combatientes y de la posición ofensiva del rival que posiblemente sería suficiente para evitar que pueda formular alguna acción evasiva* |
|
|
|
*La luz dorada que desprenden los golpes de Máscara de la Muerte se ve opacada por el gélido resplandor blanco del polvo de diamantes, y el aire frío del Kraken se sobrepone a la velocidad del santo dorado. Sin embargo la red entrecruzada de haces de luz tuvo su utilidad pues cada uno de aquellas finas lineas logro dispersar con su velocidad, aunque sea un poco, la temperatura del polvo de diamantes por toda la casa de Cáncer haciendo que el impacto en el santo de oro fuese menor. Cuando la ráfaga de Isaac alcanza al cangrejo dorado, una gruesa capa de hielo envuelve de súbito al santo, dejándolo paralizado en la misma posición en la que había estado: con el puño al frente en forma ofensiva, sonriendo de forma grotesca. Por un instante, el silencio reina en la casa de Cáncer y el hielo parece ponerle fin a la vida del maníaco caballero que ahora se encuentra inmóvil bajo la escarcha; sin embargo, unos momentos después, la misma carcajada diabólica vuelve a retumbar por las paredes de aquel templo mientras un resplandeciente fulgor dorado emerge de la estatua congelada de Máscara de la Muerte. Poco a poco, el grueso glaciar que atrapa al cuarto campeón de oro comienza a resquebrajarse hasta que la energía luminosa que emerge desde su interior logra quebrar en mil pedazos el hielo, esparciéndolo por todo el lugar y liberando de su fría prisión al coleccionista de rostros. -¡Tonto!- se burla sonriente, aún proyectando la luz dorada que caracteriza a los soldados de su estirpe -¿Es que acaso no lo sabes? ¡Las armaduras doradas sólo se congelan a menos docientos setenta y tres grados! El polvo de diamantes es un golpe demasiado básico para que funcione en contra mia.- explica, orgulloso de su rango y de la armadura que protege su cuerpo y que acaba de salvare la vida. En ese instante, Máscara de Muerte sale disparado en contra de Isaac, avanzando como un relámpago en su contra. Cuando se encuentra ya cerca de su rival, el guerrero dorado lanza su rodilla al rostro enemigo, buscando golpearlo con fuerza; un momento después, con la pierna libre, suelta una patada circular dirigida a la cien del maestro del hielo. -¡Tendrás que hacerlo mucho mejor si quieres derrotarme!-. sentencia, esperando que ambos ataques den en su objetivo y logre aturdir al imponente Kraken.*
..
|
|
|
|
*-Es para todos conocido que el polvo de Diamantes es sólo la técnica básica de los guerreros azules, y que así como tus débiles golpes no son nada para mi Scale, ese ataque no puede alcanzar una temperatura suficiente para congelar una armadura de oro- al ver que su rival se acerca peligrosamente hacia él, el Marino se pone en guardia, sin embargo la desventaja de no tener visión en uno de sus ojos le juega en contra al momento en que el dorado golpea con fuerza la mejilla izquierda del Kraken, logrando que la tiara de su armadura salga despedida por los aires y rebote sórdidamente contra las baldosas azules de la casa de Cáncer, alejándose hasta perderse en el mar de rostros sufrientes, sin embargo el ojo derecho del Atlante observa en el segundo ataque del oponente una posibilidad de realizar un contraataque sólido y firme, exclamando -¡Esto es un golpe de verdad!- y tras agacharse para que la patada pase por encima suyo, emplea toda su potencia física en su puño derecho para así dirigirlo en contra del vientre de su contrincante aprovechando al máximo posible la distancia tan corta que existe entre ambos y la posición ofensiva del Cancereano para así realizar un contraataque potente en el que intenta causar un serio daño en su oponente basándose en su fuerza física y su experticia en el combate cuerpo a cuerpo* |
|
|
|
*La putrefacta sonrisa en labios de Máscara de la Muerte se acrecenta al sentir como su primer impacto da en el objetivo, reconociendo que uno de los ojos del Kraken le ha jugado una mala pasada. Sin embargo, aquella mueca de gracia es arrancada de su faz cuando el golpe enemigo se hunde en su estómago, proyectando el cuerpo del santo varios metros hacia el interior de la casa de Cáncer, aterrizando con violencia sobre el suelo tapizado de rostros tras un ensordecedor sonido de choque. Por un instante Máscara de la Muerte se queda tendido, pero poco a poco se apoya con ambas manos en las losetas para recuperar su postura erguida.-Kgh...- se queja entre dientes el señor de aquel palacio mientras lentamente se pone de pie y limpia con el antebrazo de su ropaje la sangre que escurre de sus labios, producto del poderoso impacto. -Infeliz.- maldice el caballero, mirando ahora con cólera a su enemigo. La luz dorada comienza a irradiar nuevamente de su cuerpo, haciendo sentir su fuerza por todo el lugar, alimentando su cosmos con ira pura. La blanca capa que cuelga a sus espaldas, ya bastante maltrecha y rota, se agita con violencia, pequeñas descargas de electricidad revuelan alrededor de la fisionomía del campeón de oro e incluso las almas en pena de la casa de Cáncer resuenan con el cosmos de su verdugo, lamentándose a gritos desgarradores. -Te unirás a mi colección de rostros, tuerto maldito. ¡Me aseguraré de que tu alma no tenga reposo nunca!- . Con cada segundo que pasa el cosmos de Máscara de la Muerte se hace más y más grande, almacenándose para volcar su furia sobre el Kraken.*
..
|
|
|
|
*-De tu colección no va a quedar nada- responde tajantemente el caballero de las profundidades mientras su pecho sube y baja ritmicamente a causa del agitamiento propio de la energía desgastada en los ataques previos -Los rostros de esas personas recibirán sepultura en el hielo, y tu castigo será la furia del legendario Kraken... ¡Prepárate!- el campeón de los hielos submarinos se prepara para atacar nuevamente cuando da un rechazo hacia el frente con tanta potencia que sus pies levantan una serie de pequeños cristales de hielo desde el piso, los mismos que se elevan a ambos costados del general del Océano Ártico dotándolo de una elegancia absoluta a medida que avanza hacia el frente sin importarle nada más que la destrucción del santo dorado, lo cual busca llevar a cabo mediante un potente golpe que lanza con su puño derecho al colocarse frente al cancereano, liberando un potente golpe ascendente hacia el viente del dorado mientras en el interior de la palma izquierda comienza a generarse el brillo celeste de una esfera de cosmos en cuyo interior se concentra una impresionante fuerza criogénica* |
|
|
|
*Las pupilas del santo dorado siguen los movimientos del veloz Marino y sus músculos, de reflejos relampagueantes, se preparan para evadir la ofensiva del Kraken considerando la distancia que ahora los separa, producto del golpe enemigo anterior. Concentrando la fuerza física sobre rodillas y tobillos, el cuarto santo de oro da un salto horizontal un momento antes de que el golpe del señor del océano ártico impacte sobre su peto, aterrizando con elegancia varios metros lejos de la fisionomía de Isaac. Sin que el dorado lo note, una ligera capa de escarcha recubre partes del plexo y hombreras de su ropaje debido a la corta distancia que hace un momento lo separó de su enemigo y a las bajas temperaturas que rodean al siervo de Poseidón. -¡Este es tu fin!- exclama mientras extiende su dedo índice derecho en dirección del enemigo, y todo el cosmos que ha acumulado comienza a arder con un fulgor cegador. Las mismas almas en pena de la casa de Cáncer resuenan ante la energía de Máscara de la Muerte, volviéndose visibles incluso para alguien no dotado del ojo espiritual como Isaac. Todos aquellos espíritus comienzan a danzar alrededor del índice del santo dorado, fundiéndose unos con los otros bajo el conjuro de Cáncer y formando un espiral blancuzco cuyo epicentro es la falange de Máscara de la Muerte. -¡Ondas del Infierno!- exclama, y todo el poder que se concentraba en su dedo sale disparado en contra del Kraken en forma de radiación lechosa, parecida al color de un cadaver, que avanza a una peligrosa velocidad. Aquel ataque, de naturaleza espiritual más que física, busca separar el alma y el cuerpo de Isaac, condenando a su parte sustancial a vagar en las puertas del Infierno mientras su cuerpo hueco y sin voluntad se pudre en el plano físico. Los ojos de Máscara de la Muerte saltan de sus cuencas, y la sonrisa en su boca se acrecenta con malicia. El Infierno busca devorar al mismo Kraken.*
..
|
|
|
|
*Observando el accionar de su oponente, el guerrero de los hielos marinos genera otra esfera de energía congelante en el interior de su otra mano .La leyenda del Kraken cuenta que Kraken era una bestia marina que devoraba embarcaciones piratas, pero no tocaba aquellos barcos en que viajaban personas con corazón justo y noble- cuando el general marino acaba de decir aquello ss dos brazos están abiertos en posición de cruz y sus pies se encuentran ligeramente separados -Es por eso que la furia del gran Kraken caerá sobre tí... ¡Aurora Boreal!- la voz del Marino resuena en el interior de la casa de Cáncer, y sus brazos se juntan al igual que sus manos para unificar las dos esferas criogénicas en una sola de mayor tamaño en cuyo interior danzan un sin fin de pequeños cristales de hielo que parecieran tratar de salirse del interior de la esfera helada a medida que ésta avanza a través del espacio de separación que existe entre ambos guerreros a una velocidad increíble, dejando a su paso una bella estela de diversos colores que a su vez se refleja en los cristales gélidos en el interior de la esfera que posee un poder congelante tan inmenso que llega a trazar una capa de hielo que tapiza el suelo a su paso y con el gran parte de los rostros congelados, sin embargo en el momento en que ambos ataques se entrecruzan no se produce ningún choque, pues la naturaleza de ambos ataques es diferente, por lo cual las ondas infernales siguen su camino y dan de lleno en el pecho del General Marino quien no siente dolor alguno, sino que al contrario su cuerpo pierde poco a poco el sentido de la percepción a medida que su alma se despoja del cascarón terrenal -¡Aaahhh!- el terrible Kraken ruge con furia al momento de quemar al máximo su cosmoenergía, y con ello su vida en un despliegue cósmico tan impresionante que alrededor suyo comienzan a crecer estalagmitas cristalinas de hielo helado al igual que el corazón que habita en su pecho y poco a poco deja de latir a medida que una pequeña emanación de fuego fatuo azul dá forma a una pequeña esfera celeste y se aleja de Isaac mientras su ataqe póstumo continúa viajando hacia el rival con una velocidad ciertamente aumentada por el último estallido cósmico del General del Ártico buscando impactarle de lleno y sembrar en él un frío capaz de detener cada partícula de su anatomía* |
|
|
|
*Incluso antes de que las técnicas de ambos guerreros pasen una sobre la otra, y que el aire helado de Isaac alcance al santo de Cáncer, una gruesa capa de hielo comienza a rodear el rostro, peto y brazos de Máscara de la Muerte. -¡Maldito!- exclama con sorpresa y terror, mientras sus ojos se abren de par en par -¡Logró sobreponer su aire frío a mis Ondas Infernales!-. Para este momento, el ken del Kraken ya ha golpeado al manipulador de espíritus, congelando sus piernas hasta las rodillas, haciendo imposible la retirada. Con cada microsegundo que pasa la ráfaga fría envuelve al aterrorizado santo dorado, atrapando su cuerpo en un bloque de grueso hielo desde la punta de sus botas hasta su encrespado cabello violáceo. Un instante después, el silencio reina en la ahora blanca casa de Cáncer. El alma de Isaac ha abandonado su cuerpo, mientras que el caballero de oro ahora se encuentra atrapado en el eterno hielo del Kraken. Si bien, en teoría, ninguno de los dos ha muerto todavía, la batalla ha terminado: El cuerpo del Marino pronto se pudrirá sin un espíritu que le otorgue el soplo de vida, condenando a su alma a vagar por las puertas del infierno eternamente; así mismo, la Aurora Boreal del Kraken no fue suficiente para acabar con la vida de Máscara de la Muerte de golpe sino le otorgó un final aún más aterrador pues, atrapado dentro del hielo, su cuerpo poco a poco irá disminuyendo sus signos vitales hasta que sólo rodeado por las almas que condenó, el santo de oro se una a los muertos y estos tomen venganza desde el inframundo. La batalla en la casa de Cáncer ha terminado con la derrota de ambos guerreros, pero tanto al santo como al marino los espera un destino mucho más aterrador que la muerte.*
..
:: Roll Off ::
Excelente combate, te agradezco mucho. Esperemos resultados. |
|
|
Primer
Anterior
2 a 16 de 16
Siguiente
Último
|
|
|
|
©2024 - Gabitos - Todos los derechos reservados | |
|
|