Te levantas con el cuello dolorido. Te lavas el pelo y hay forma de peinarlo.
La nueva dieta no parece que funcione... Intentando hacer ejercicio te da un tirón muscular. Tu sombrero nuevo te quedaba mejor en la tienda. Pierdes cosas...
Te pilló un chaparrón a la hora de comer. Y luego la comida te cayó fatal. Te sientes atrapado. Se te presenta gente a cenar sin haberlos invitado. Encima crees que te has pillado la gripe.
Y estás solo en casa de noche y oyes un ruido en el sótano.
¡Mañana puede ser mejor! Pensamiento del día: Trata las situaciones estresantes como haría un perro: Si no puedes comértelo o jugar con ello, méate encima y lárgate.