Mi Padre
(Miguel Ramos-Valdés)
Calzando viejas pantuflas, recostado en su sillón, recuerdo a papá leyendo Proverbios de Salomón. Ya la nieve de los años pintan su pelo de gris igualando así el matiz de comprensión y ternura. El peso de la experiencia, dobla su esbelta figura; mas no importa, no hay ninguna persona igual que mi padre. Forjó toda su simiente con la firmeza del roble, la brillantez de una estrella la conformidad de un pobre. “Que tu palabra sea cierta y tu pensar limpio y claro. que tu rodilla se doble tan solo al Dios soberano”. Como me siento orgulloso de haber tenido ese padre. cómo me hubiera gustado tenerle siempre a mi lado.
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