Mensaje virtual
Era el susurro de una voz lejana;
voz sutil, sin relieve ni silueta,
sin colores ni curvas. Incompleta.
Nada que acariciar, etérea, arcana.
Desnuda de sonido. Filigrana
de escritura, ya lúbrica o discreta,
que a su modo el espíritu interpreta
como intención que de sí mismo emana.
Tenue murmullo que en hablar se obstina,
penetrando su texto en la retina,
e insinuando propuestas a la mente
que sólo ésta quizás ha imaginado.
Soñador sopesándose adorado
por requiebros de amante inexistente.