Poemas de amor,
de soledad, de esperanza
¿Qué azul es más hostil y solitario?, me digo sobre el mar, en mi barquilla; ¿el que finge dormir bajo la quilla, o el que se encorva sobre el campanario?
Ambos son sintomático escenario del ojo que los mira; el uno brilla sobre la parda estepa de Castilla, y el otro acecha, temple de corsario.
En el azul yacente, movedizo, duerme un silencio lúgubre, plomizo, que puede hacerse estruendo y devorar.
El azul arqueado es más sereno, y aunque a veces converse en voz de trueno, es menos maquiavélico que el mar.
Los Angeles, 7 de febrero de 2011
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