-¿Qué ye esto? -El finiquito. -Pero… -Le sale a pagar, Julián. ¡Le sale a pagar! -¿Cómo? -Estuvimos valorando y… -¿El qué ho? -Los años que le acogimos en la empresa, el desgaste de material… -Oiga, oiga... -Le dimos todo: uniforme, afecto, bolígrafos de propaganda… -¿Veinte años aquí currando, me despiden, y encima tengo que pagar? -Le hemos ayudado a ser alguien en la vida, Julián… -Coño, Pero… -…A realizarse como persona, ¡a cantar rancheras en las cenas de Navidad! -Oiga, tengo una familia, dos hijos en el paro y… -No se preocupe, hombre. ¡Ya está solucionado! -¿Qué? -Con la mitad de lo que le pagábamos a usted, contrataremos a sus dos hijos. -¿En serio? -Eso sí, podremos cambiarles unilateralmente el horario, sus funciones, el sueldo... -¿Cómo ye ho? -Básicamente: o entran por el aro o… -¿Qué? -¡…O les ponemos mirando pa Laponia! -Pero, oiga... -Ye lo que hay, Julián. -Ya, pero la juventud…. -¡Tienen que ir renunciando a la esperanza de un trabajo fijo! -¡Probes! -No me sea pardillo, Julián, por favor. -Pero ye que… -¿No escuchó usted a Monti? -¿A quién ho? -¡El empleo estable conduce a la monotonía, Julián! -Mire, tengo un nudo aquí en el estómago que… -¿Por qué, hombre? No se agobie, haga el favor. -Qué fácil ye decilo… -¡Un poco de humor, coño! ¿Ya le contaron el chiste de las put.. ? -Uf. Pa chistes estoy yo ahora… -Le dice una a la otra: Mira por donde, en vez de regular el trabajo de la prostitución, han prostituido la regulación del trabajo. ¡Jajaja! ¿Es bueno, eh? -No me gustan los chistes. -¡Vaya! Hay que ser más flexible, Julián. ¡Flexibilidad! -Y lo del finiquito… -Cuando pueda, Julián, ¡cuando pueda! -Ya, pero… -En cuanto liquide, la empresa le regala la alfombrilla del ratón. -¿Qué ho? -Por su capacidad de trabajo, ¡por sus años de dedicación! -Y que tenga yo que pagar… ¡Manda güevos! -No se queje, Julián. ¡Es usted un privilegiado! -¿Yo? -Sí. Tiene suerte de que le despidamos ahora. -¿Por? -Andan a vueltas con la reforma, ¿sabe? -¿Y? -Después de las elecciones de Asturias y Andalucía... -¿Qué? -Igual de la que se va se lleva un par de hostias. -¿No está usted exagerando? -No crea, Julián, el temita se está estudiando...
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