**La noche cae en la desolada Grecia, donde una serie de amenazas sacuden cada momento los distintos sectores donde los caballeros de la esperanza custodian, la guerra santa habría dado inicio y una serie de muertes con ello habría traído, espectros y caballeros, distintos linajes, diferentes ideologías se habrían puesto a merced del dulce placer, el descanso eterno llamado muerte. Un nuevo oleaje enviado por el dios Hades hacia el Santuario acaba de llegar, un grupo de guerreros cubiertos a simple vista con oscuras armaduras dan a entender su lealtad al dios de los muertos, su presencia tan negativa como las ambiciones de Hades se haría notar ante la llamarada purpura que sus sapuris emanan --El Santuario...que gracioso volver a este lugar tras haber sido asesinado algunos años atrás. Bien espectros...es hora de adentrarnos en las inmediaciones de este lugar y cumplir con nuestra misión, la armadura de Atenea...--ordena un altivo hombre de largos cabellos oscuros, mirada penetrante y simbolizante de maldad, postura envidiable entre los presentes, un guerrero aparentemente conocedor del misterio de la armadura de Atenea, encargado de la misión de conseguirla, un caballero que antes habría servido a Atenea, un traidor que solo su conciencia acepta dicha culpa, el antiguo portador de la armadura de Géminis, Aspros, habría llegado al Santuario. Confiado, el sapuri avanza entre los campos de entrenamiento del Santuario, algunos anécdotas de su infancia vienen en su mente conforme el guerrero habría retrasado su paso dejando de lado a sus acompañantes, espectros comunes, que se habrían adelantado por las respectivas casas del Santuario griego. -- Aparece de una buena vez...Deuteros-- simples palabras son anunciadas en la soledad del lugar, parece ser que una presencia habría sentido, tan familiar pudo haber sido que detectaría de quien se trataba, la noche cae y parece ser testigo del encuentro de dos hermanos atacados por el corte de la vida, el destino atroz que los ha acompañado.**

**Tras varios momentos de silencio, la presencia del guardián actual de Géminis se hace notar con mayor ímpetu llamando la atención de Aspros quien con una larga sonrisa en su semblante comenzaría a dar espectáculo de su cosmos endañinado por la voluntad de Hades, el purpura es el color predilecto de esta energía la cual se ve bordante la fisonomía del traidor, flameante y permanente se encuentra dicha energía conforme las pequeñas rocas que se encuentran en el suelo se verían destruirse ante la aparente e incipiente magnitud de esta elevación, simple pero en un proceso de batalla, muy peligrosa. Una voz llamaría su atención por lo alto, se trataba del santo de Géminis, su dorada armadura mas los acabos únicos en dicha prenda harían afirmar que las suposiciones de Aspros eran ciertas, su hermano, quien años atrás lo habría asesinado, se encuentra nuevamente frente a sus ojos --Que sorpresa Deuteros, apuesto que no esperabas verme aquí. Hahahaha. Vine a cobrarme lo que una vez me hiciste, tu muerte calmara mi deseo de sangre. Prepárate Deuteros, el Hades te espera-- la agresividad en la energía de Géminis bañado en las oscuras bendiciones de Hades, se hace notar con mayor fuerza, creando una atmosfera paranormal, invocada solo con la acumulación de tan agresiva y resentida energía la cual Aspros de lo más profundo de su ser guarda. El invasor, elevaría sus brazos a la altura media de su cuerpo haciendo que las palmas de sus manos se vean separadas ligeramente, en dicha separación la energía empieza a concentrarse con mayor fuerza, una etérea masa de energía purpura la cual en base a destellos eléctricos estallaría. --A tu muerte, Segundo..--dicha energía saldría expulsada rumbo a su antagono, en su recorrido tomaría la forma de un cometa de matices purpuras, siguiendo un curso lineal y en base a una notable velocidad, el ataque inicial de Aspros esperaría el resultado, un impacto podría darse más la reacción de Géminis de vestiduras doradas se pone en juego, **