**Grecia, lugar de nacimiento de las mas grandes mentes de la historia, sitio en donde se alcanza el culmen de la sabiduría, hogar de muchas historias que han sido contadas a través de los siglos y que nunca se dejara la gente de fascinar al visitarla. Sin embargo pocos saben lo que hay detrás de aquellas fascinantes construcciones. Ahí se esconde un poder infinito, que alcanza incluso hasta la cima del monte olimpo hogar de los mas grandes dioses. Ahí en grecia se encuentra un sitio conocido como El Santuario de Athena, ahí habita la mas noble raza de guerreros que ha conocido la historia, guerreros que dan la vida por la justicia y el amor en nombre de su diosa. Estos guerreros, que luchan con las manos desnudas, sin usar arma alguna, son capaces de romper el suelo con una sola patada y de alcanzar las estrellas con su puño. Son conocidos como Santos, investidos con armaduras relucientes que brillan como estrellas, otorgadas por su diosa, como prueba de su valor y honor. Estas armaduras están protegidas por el calor y la energía de las constelaciones del cielo. Sin embargo a  pesar de su origen hay tres clases principales: las de bronce, que son las de mas bajo rango; las de plata que representan un rango intermedio y finalmente las mas poderosas, las armaduras doradas, representando a los signos zodiacales; que únicamente visten 12 personas que han probado tener el honor mas alto y el poder mas alto, que podría considerarse sobrenatural, son capaces de moverse a la velocidad de la luz y nadie los puede derrotar.—

--dentro de estas personas se encuentra un santo dorado investido con la armadura de escorpio, el escorpión celestial, capaz de derrotar a su victima desde el momento de verla, cazador sanguinario, que goza de torturar a su presa durante la batalla. Conocido como  Kardia, ese ser goza de respeto en todo el santuario ya que desde que fue investido, nadie ha logrado derrotarlo. Sin embargo nadie sabe que detrás de esta sanguinaria personalidad se esconde un ser honorable, capaz de diferenciar entre el bien y el mal, entre la justicia y la injusticia, capaz de aceptar su derrota y también encarar a la muerte sin ningún miedo.**